Lo que muchos temían parece estar ocurriendo: Donald Trump llega a su segundo mandato con ánimo revanchista. El gobierno del líder MAGA inició su purga con el despido de un grupo de fiscales involucrados en los casos por el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021 y exigió los nombres de los agentes del FBI que participaron de la investigación, que también podrían perder su trabajo.
El secretario de Justicia adjunto interino, Emil Bove, ordenó los despidos de los fiscales días después de que Trump indultara a más de 1.500 personas acusadas por el ataque al Capitolio, en el que una multitud de seguidores del republicano intentó impedir la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones de 2020, según un memorando del viernes obtenido por la agencia AP. Se estima que la medida afectó a más de una decena de fiscales.
Algunos de los que trabajaban en la oficina de la Fiscalía de Washington habían sido contratados como empleados temporales para llevar adelante la amplia investigación, una de las más importantes del Departamento de Justicia (DoJ), liderada por el fiscal especial Jack Smith, quien desistió de las causas contra Trump tras la elección del republicano en noviembre. Antes de la transición, el DoJ los contrató de manera permanente, informó CBS News.
Trump y Jack Smith.jpg
El fiscal especial Jack Smith abandonó las causas contra Trump tras su elección en noviembre
AFP
Según el memorando de Bove, su empleo ha "obstaculizado la capacidad" del fiscal federal de Washington DC para "implementar fielmente la agenda por la que el pueblo estadounidense eligió al presidente Trump". "La medida adecuada es despedir a estos empleados y tomar todas las medidas apropiadas para garantizar que los recursos asignados a su contratación y empleo" estén a disposición de la directiva actual del Departamento de Justicia, añadió.
Además, dijo que no tolerará "acciones personales subversivas" y sugirió que los puestos que queden disponibles serán llenados con contrataciones "basadas en el mérito".
Los empleados del FBI, bajo escrutinio
En otra nota separada, el funcionario identificó a más de media decena de altos ejecutivos del FBI a quienes se les ordenó renunciar o ser despedidos para el lunes, y también solicitó los nombres y registros relacionados con todos los agentes que trabajaron en las investigaciones sobre los disturbios en el Capitolio, una lista que el director interino de la agencia dijo que podría ascender a miles
Bove, quien defendió a Trump en sus casos penales antes de sumarse al gobierno, indicó que funcionarios del Departamento de Justicia llevarían a cabo un “proceso de revisión para determinar si se requiere tomar acciones adicionales sobre el personal”.
El director interino del FBI, Brian Driscoll, que asumió el cargo tras la renuncia de Christopher Wray, dijo en una carta al personal de la agencia: “Nos vamos a apegar a la ley, a la política del FBI y a hacer lo que sea en el mejor interés de la fuerza laboral y del pueblo estadounidense, siempre”.
FBI - sede en Washington - AP.jpg
Sede del FBI en Washington
AP
La Asociación de Agentes del FBI declaró que cualquier despido masivo sería una acción “indignante por parte de funcionarios interinos que están fundamentalmente en contraposición con los objetivos policiales delineados por el presidente Trump y su apoyo a los agentes del FBI”.
“Despedir potencialmente a cientos de agentes debilitaría severamente la capacidad del buró para proteger al país de amenazas a la seguridad nacional y criminales y, en última instancia, arriesgaría preparar al buró y a su nuevo liderazgo para el fracaso", manifestó la asociación en un comunicado.
Trump y el ataque al Capitolio
En una de las primeras acciones que implementó ni bien asumió, Trump concedió indultos y conmutaciones de pena a casi 1.600 personas que fueron procesadas por distintos delitos cometidos en el marco del asalto al Capitolio.
Antes de que el republicano asumiera su segundo mandato, se habían planteado dudas de si finalmente beneficiaría a todos los acusados. Incluso su vicepresidente JD Vance sugirió que algunos de los más violentos no serían incluidos en la medida. Pero finalmente no fue el caso.
En el perdón presidencial se incluye a quienes cometieron delitos menores, a aquellos que agredieron violentamente a agentes de policía, rompieron ventanas o destrozaron oficinas del Congreso, como también a quienes fueron condenados por delitos graves como conspiración sediciosa.
"Ya llevan mucho tiempo en la cárcel", dijo Trump. "Esta gente está destruida".
Trump fue acusado en agosto de 2023 de trabajar para anular la elección, pero el caso se retrasó por apelaciones y finalmente quedó limitado por una Corte Suprema de mayoría conservadora, que sostuvo por primera vez que los ex presidentes gozan de una amplia inmunidad frente a la persecución penal por actos oficiales.
Asalto al Capitolio - AP.jpeg
Asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021
AP
El fiscal especial Smith, que fue designado para llevar adelante la investigación sobre los intentos del republicano de anular los resultados electorales, dio a conocer hace unas semanas su informe al respecto. Smith dijo que el republicano podría haber sido condenado por estos hechos, pero su victoria electoral de noviembre frenó cualquier intento de avanzar con el caso.
"Cuando quedó claro que el señor Trump había perdido las elecciones y que los medios legales para impugnar los resultados electorales habían fracasado, recurrió a una serie de esfuerzos criminales para retener el poder", señaló el informe, publicado una semana antes de la asunción.
Para el fiscal especial, Trump intentó romper con el historial de transiciones pacíficas del poder en Estados Unidos, lo que representó un hecho histórico. "Hasta que el señor Trump lo obstruyó, este proceso democrático había funcionado de manera pacífica y ordenada durante más de 130 años", escribió Smith, en referencia a la certificación del Congreso de los resultados del Colegio Electoral.
Uno de los elementos que el fiscal consideró como muestra de que Trump incitó el ataque del 6 de enero de 2021 fue que el republicano siempre elogió a los que lo llevaron a cabo. "Los llamó 'patriotas' y 'rehenes' y recordó el 6 de enero como un 'hermoso día'", escribió Smith, que señaló que los fiscales podrían haber podido probar que Trump decidió que iba a denunciar fraude, más allá de si ocurría o no, y que después de la derrota se "sumó a ese plan, repitiendo afirmaciones falsas que sabía que no eran verdaderas".