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La posibilidad de que la empresa privada HIF Global construya una planta de producción de hidrógeno verde y otros combustibles sintéticos en Paysandú entra en días decisivos.

El ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, tenía previsto resolver a su regreso de la COP 30 en Brasil si le otorga la autorización de locación (VAL), la cual es rechazada por vecinos de Colón –al otro lado del río– y organizaciones ecologistas, que vienen manifestándose con el apoyo de políticos de la región.

Sabiendo que están a contrarreloj, autoridades argentinas aprovecharán ese intervalo para hacer los “últimos esfuerzos” diplomáticos para cambiar la ubicación de la planta.

El pedido será transmitido por el canciller Pablo Quirno y el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, en un viaje a Montevideo en el que prevén reunirse con Mario Lubetkin y otros ministros como Ortuño y Fernanda Cardona (Industria).

La posibilidad de viajar estaba sobre la mesa desde hace un tiempo y se concretó el martes 18 en un encuentro entre Lubetkin y Quirno en Buenos Aires. La fecha aún no está cerrada, pero una posibilidad es que sea a mediados de semana.

El canciller uruguayo destacó que fueron tres horas de reunión “muy buenas”, que habían repasado todos los temas de la agenda bilateral, regional y global, y que el diálogo era “permanente”.

Respecto a HIF, la posición de la administración de Yamandú Orsi es que la obra está en “etapa inicial”, que aún debe evaluarse el “impacto ambiental” y que no quieren generar “ningún conflicto” que afecte la relación bilateral.

Si bien las organizaciones sociales también rechazan la instalación de la industria, el reclamo concreto al que adhieren las autoridades argentinas refiere a la ubicación. Su planteo es que el rediseño que hizo HIF no es suficiente porque las chimeneas y antorchas, aunque fueron reubicadas al noroeste, seguirán siendo visibles dado que tendrán una altura de 80 metros. Señalan que Colón –que está a tres kilómetros– vive del turismo por lo que buscan que la planta se instale en otros padrones, en la misma zona, pero más alejados del río.

Respecto al viaje, desde HIF indicaron a El Observador que creen "en los canales institucionales y de diálogo para avanzar conforme a lo que establecen las normativas en la materia".

Al analizar estos cambios antes de otorgarle la modificación del suelo en los padrones, los técnicos de Ambiente consideraron que habrá un “menor impacto en la percepción de observadores cercanos, del ámbito rural y desde la localidad de Colón”.

Pese a esto, “la presencia de la planta será notoria y particularmente los elementos destacables en altura podrán ser visibles a varios kilómetros del sitio”.

Más allá de la discusión por la ubicación, HIF tiene abiertos otros asuntos que son fundamentales para el avance de su proyecto. Está en conversaciones complejas con UTE por el precio de la energía y postergó hasta marzo de 2026 la firma del contrato de suministro de dióxido de carbono y de uso de las instalaciones de ALUR.

A su vez, antes de recibir la autorización definitiva, el proyecto deberá ser analizado en la CARU porque tomará agua del Río Uruguay. Allí, Argentina también podrá presentar sus reparos, esta vez por razones ambientales, ya que se prevé la intervención de un tramo del canal de navegación y ribera del río.

Vecinos en pie de guerra; empresa pide que no haya "premisas falsas"

El fin de semana, alrededor de unos 400 argentinos marcharon desde Colón hasta el Puente Internacional General Artigas -que une al país vecino con Paysandú- para rechazar la construcción de la planta.

El intendente local, José Luis Walser, apuntó directamente contra Orsi y le pidió que cumpliera su palabra. “Hasta ahora no cumplió. Dijo que se iba a correr la planta o se iban a bajar las chimeneas y ninguna de esas cosas pasó", expresó.

En los discursos y en las banderas los manifestantes hicieron mención a las multitudinarias manifestaciones contra la instalación de la primera planta de celulosa de la finlandesa UPM en Río Negro. Esas manifestaciones en Gualeguaychú se extendieron por años desde el 2005 y derivaron en un conflicto diplomático que tuvo corte de puentes y la intervención de la Corte de La Haya.

Consultados acerca de los reclamos, desde HIF dijeron a El Observador: "entendemos que surjan inquietudes ante un proyecto de esta escala y valoramos que se expresen en el marco democrático. Pero es importante que la discusión se base en hechos y no en contenidos virales con premisas falsas".

A su vez, agregaron: "nuestro proyecto en Paysandú es sustentable desde su concepto hasta su ejecución: producir combustibles con energía renovable que permitan descarbonizar el transporte. No es una refinería, sino una planta que elaborará un producto específico de combate al cambio climático y que se integra de forma natural a la tradición industrial sanducera, en un proyecto sustentable, que generará oportunidades, empleo, capital humano y agregará valor local".

La mayor inversión

HIF Global señala que de realizarse, la inversión será de US$ 6.000 millones, de los cuales US$ 4.000 millones serán para la planta y US$ 2.000 millones para la construcción de los parques de energías renovables. Mencionan que en materia de empleo habrá un pico de 3.200 puestos de trabajo durante la construcción y 600 puestos durante la operación (300 directos y 300 indirectos).

En caso de concretarse, será la inversión privada más grande en la historia del país. Se trata de una planta que producirá metanol, gasolina sintética, gas licuado sintético y kerojet, utilizando como insumos hidrógeno verde —generado por electrólisis del agua— y dióxido de carbono capturado de la planta de bioetanol de ALUR.

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