A 20 años del asesinato de Cabezas, el crimen que marcó a los argentinos
A raíz de una fotografía a un importante empresario, la policía planeó un operativo y asesinó al reportero gráfico argentino; hoy no queda nadie preso
Tiempo de lectura: -'
25 de enero de 2017 a las 15:06
Te quedan {{observador.articlesLeft}} notas gratuitas.
Accedé ilimitado desde US$ 3 45 / mes
Argentina recordó este miércoles uno de los crímenes más brutales contra la libertad de prensa que hubo en ese país. A raíz de una fotografía a Alfredo Yabrán, uno de los hombres más poderosos de la década de 1990 en ese país, un grupo de policías planeó un operativo y asesinó al reportero gráfico José Luis Cabezas. Hoy en día todos los procesados por el caso están en libertad.
El caso de José Luis Cabezas
Los argentinos solo lo conocían por sus empresas, su insignia y por una acusación del entonces ministro de Economía argentino, Domingo Cavallo, que lo había caracterizado como ''el jefe de una mafia enquistada en el poder''.
Junto a su compañero, Gabriel Michi, Cabezas planeó la esperada fotografía y, gracias a información que le dieron sus fuentes, la tomó.
Luego de conseguir la imagen, los periodistas alquilaron carpas al lado de donde estaba el empresario y lo comenzaron a seguir a distintas fiestas y eventos.
Al terminar la temporada, Cabezas le había puesto rostro al hombre más buscado pero comenzó a vivir las consecuencias. Empezó a recibir amenazas telefónicas, que decidió ocultar a su familia, y era vigilado por un grupo de policías. Funcionarios de alto cargo de Pinamar se dedicaron a controlar sus movimientos y la pandilla ''Los Horneros'' lo seguía a todos lados.
Dos meses después, el fotógrafo apareció calcinado dentro de un auto en un pozo de Pinamar.
Los condenados
El grupo formado por altos cargos de la policía de Pinamar y por la pandilla de delincuentes ''la banda de Los Horneros'' que planeó el operativo fue a prisión luego del asesinato. Sin embargo, Yabrán nunca fue capturado. A un año del crimen, el empresario perseguido por la justicia, la opinión pública y la prensa se suicidó.
Los policías Sergio Camaratta, Aníbal Luna y Gustavo Prellezo junto a los integrantes de la pandilla Sergio González, Horacio Braga, José Auge y Héctor Retana fueron condenados a cadena perpetua pero no la cumplieron.
Luna fue liberado el año pasado al cumplir dos tercios de la sentencia, Prellezo obtuvo un arresto domiciliario en 2010 y el 21 de diciembre del año pasado fue liberado. Auge recuperó su libertad en 2004; González, en 2006; y Braga, en 2007.
El exsargento Gregorio Ríos, condenado por instigador del crimen, fue liberado en 2008 mientras que Retana y Camaratta murieron.
Esta nota es exclusiva para suscriptores.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí
Alcanzaste el límite de notas gratuitas.
Accedé ahora y sin límites a toda la información.
Registrate gratis y seguí navegando.
¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.
Para comentar debe iniciar sesión.