A prisión dos hombres que usaban un club cannábico como fachada para narcotráfico

Según informó el Ministerio del Interior, los hombres, de 35 y 24 años, fueron imputados de un delito continuado de negociación de sustancias estupefacientes prohibidas, y el primero fue enviado a prisión durante dos años, mientras que el segundo estará en la cárcel durante ocho meses. En ambos casos, la defensa de los hombres llegó a un acuerdo con la fiscalía por el cual se definió que las indagatorias se cerraran mediante un proceso abreviado.

Los investigadores constataron que los hombres, que disimulaban su actividad administrando el club cannábico "La Oveja Verde", vendían la marihuana "a través de una red social", y que luego se entregaba la mercadería en distintos puntos de la ciudad, o desde una vivienda que también fue allanada por la policía y en donde se encontraron "cinco frascos conteniendo sustancia vegetal, una rama con flores de marihuana, una balanza de precisión, un rollo de bolsas de nylon", además de tres libretas en las que llevaban el registro del tráfico, monedas y un celular.

La actividad ilegal de algunos clubes cannábicos, y su posible contribución al tráfico de marihuana con Brasil, es una preocupación que ha manifestado semanas atrás el ministro Jorge Larrañaga. El 9 de octubre, señaló que la cartera iba a comenzar a inspeccionar los locales habilitados por el Instituto de Regulación y Control del Cannabis para corroborar que no estén volcando sus excedentes al país vecino.

El ministro aseguró además que había denuncias de la policía brasileña, que detectó el ingreso a dicho país de una cantidad importante de marihuana producida en Uruguay, y en forma periódica.

Larrañaga había detallado que hay 159 clubes cannábicos en el país, y recordó que pueden tener hasta 45 integrantes cada uno de ellos, con una determinada cantidad de gramos para su consumo anual.

"Ahora, si como consecuencia de esa actividad legal puede haber un exceso de producción que podría volcarse al mercado negro, ahí estamos en una situación de ilicitud", indicó.

“Nadie puede negarse a la fiscalización: si se están haciendo las cosas bien, está todo perfecto (...) Lo que nosotros queremos es tener acceso a la información de los clubes cannábicos para cruzar la información y poder tener intervención. Si está todo bien, correcto, pero si hay una situación anormal poder tener reacción", resumió.