Ahora se viene otro Mundial para disfrutar

El horario del entrenamiento está pactado para la hora 17. Pero a los medios que se arrimaron un poco antes al Sport Centre Borsky de la ciudad de Bor, cercana a Nizhny Novgorod, esta vez les es permitido entrar un poco antes. Adentro el clima es de paz y distensión. Uruguay está en modo mundial. Disfrutando mucho más allá de la tensión que demandan jugar a este nivel.

Ese fue el mensaje con el que Óscar Tabárez fue preparando a sus jugadores para desembarcar en Sudáfrica 2010. "Los mundiales son para disfrutar", les fue metiendo en la cabeza luego de que en noviembre de 2013 eliminaran con un nudo de angustia en la garganta a Costa Rica luego de atravesar una sufridas Eliminatorias.

Y así salió lo que salió. Otra historia, bien distinta fue la de Brasil en 2014. No habían pasado cinco minutos de lograr la clasificación eliminando a Italia cuando todo lo que hablaba el mundo entero era de la mordida de Luis Suárez a Giorgio Chiellini.

Y así terminó esa historia. Con Suárez expulsado, suspendido y el equipo sacudido fuera de la cancha antes de que Colombia le asestara el golpe de gracia en octavos de final.

Rusia es la vuelta a las fuentes. Al disfrute. A la paz, armonía y distensión. Los días post partido se notan claramente por el asado que prepara Aldo Cauteruccio.

Pero en el escaso contacto que la gente tiene con jugadores y dirigentes, también se palpa en el aire.

Apenas consumado el triunfo ante Rusia el lunes en Samara, en las imágenes de FIFA se vio al presidente del ente rector del fútbol mundial, Gianni Infantino, sonriendo abrazado con el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol: Wilmar Valdez. "Le dije que va a tener que venir a todos los partidos de Uruguay porque estuvo con Egipto y ahora con Rusia y ganamos", contó a Referí Valdez que le dijo a Infantino.

Diego Lugano, quien llegó a Rusia para ver el segundo partido de Uruguay, en Rostov-del-Don, compartió en su cuenta de Twitter una foto con Infantino y Valdez.

"Un inmenso orgullo que el Presidente de FIFA nos haya acompañado en el partido de hoy celebrando la obtención del grupo", escribió por su parte el neutral Alejandro Balbi que tras el partido ante Rusia manifestó también su orgullo por el trabajo de jugadores y cuerpo técnico y su felicidad por cerrar la llave invicto y sin goles en contra.

"No nos estamos dando cuenta, pero esto es impresionante", dijo casi en un susurro el presidente de la Mesa Ejecutiva Jorge Casales y cuando a Ignacio Alonso, encargado de asuntos económicos de la AUF, se le preguntó el monto que se puede ingresar si se accede a cuartos de final, le brillaron los ojos de felicidad, comenzó a hacer cálculos pero luego sacudió la cabeza y dijo: "No, primero hay que jugar el sábado".

El sábado el rival será Portugal por lo que este miércoles, en Borsky, se espera la presencia de algún medio portugués.

La práctica fluía entre los gritos del profe José Herrera y dos arcos colocados en la mitad de la cancha de entrenamiento. Ahí estaban los 11 jugadores que el lunes quedaron en el banco de suplentes. En un arco Martín Silva, junto con Guillermo Varela, Giorgian De Arrascaeta, Maximiliano Pereira y Gastón Silva. Del otro Martín Campaña, Cristian Rodríguez, Maximiliano Gómez, Jonathan Urretaviscaya y Carlos Sánchez.

Fútbol a dos toques y mucha pegada para castigar a los goleros. Maxi se mostró intratable en potencia al igual que el Cebolla, Sánchez optó siempre por asistir hasta el último momento.

Afuera, sentado sobre una pelota, Martín Cáceres miraba con atención. Ya había terminado sus ejercicios regenerativos y sus trabajos de bicicleta y gimnasio. Al rato se juntaron a su lado Lucas Torreira y Edinson Cavani. Poco después cayó Nahitan Nández, el hombre que se tira de cabeza al piso a buscar la pelota.

En ese grupo trabajó en forma diferenciada José María Giménez, quien sufrió una lesión muscular el sábado y quedó descartado. El día a día dirá si puede estar a la orden el sábado para marcar a Cristiano Ronaldo.

Cuando los protagonistas pateaban tiros libres sin barrera llegó el turno de irse para los medios que en vez de ver los 15 minutos anodinos de siempre pudieron ver algo más interesante y por espacios de casi media hora.

Se viene Portugal. Nada menos que el rey de Europa. Nada menos que Cristiano Ronaldo. En este momento, sin dudas que el mejor jugador del mundo y un hombre que en su selección ejerce un liderazgo duro pero a la vez fraternal para intentar que sus compañeros saquen lo mejor. Con tres victorias a cuestas, Uruguay sabe que es una llave para cualquiera. Un partido de detalles. Pero las victorias hacen que en la antesala el clima sea el mejor. Porque no se respira triunfalismo. Se respira confianza.