Así se verá la plaza de toros de Colonia del Sacramento en 2021

La licitación fue lanzada en febrero de este año y se presentaron cuatro empresas interesadas en transformar la plaza de toros en un centro cultural y deportivo capaz de alojar a 2.000 personas sentadas y otras 2.000 en el ruedo. El edificio tiene 100 metros de diámetro, la mitad de los cuales corresponden al ruedo.  

Se estima que las obras llevarán unos 20 meses, aunque mientras estén en proceso el público podrá visitarlas, según afirma el comunicado. La inversión total es de más de US$ 7 millones, parte de los cuales son aportados por la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP).

La obra busca devolver el "sentido original" que tuvo en su momento la plaza de toros como un "centro generador de actividad y espacio de encuentro", que además promoverá el turismo en el país y en Colonia del Sacramento en particular. 

Conami restaurará la fachada, la estructura metálica de la plaza, las gradas, así como los solados perimetrales y la arena central.

La plaza fue declarada monumento histórico nacional en 1976, pero en los últimos años fue cerrada y cercada ante el riesgo de derrumbe. 

El edificio se inauguró en 1910 como parte del complejo Mihanovich, que también contaba con un muelle, un frontón de pelota vasca, un hotel casino, una usina eléctrica, una comisaría y un tiro a la paloma. Dos años después, José Batlle y Ordóñez suspendió las corridas, por lo que el edificio dejó de usarse y comenzó su deterioro. 

La custodia pasó en 1943 en manos de la Intendencia de Colonia, que en 1997 llevó adelante una serie de obras para consolidar los muros.

La recuperación del edificio en ruinas fue una de las promesas de campaña del intendente nacionalista Carlos Moreira, que debió gestionar un préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para financiar parte de las obras. Aunque los trabajos terminarán después del período de Moreira, el intendente irá por la reelección, por lo que puede que las inaugure si triunfa en las departamentales de 2020. 

El edificio es un reflejo de la influencia de la cultura española en Uruguay, ya que la plaza –además de alojar corridas de toros, aunque sólo por dos años– se encuentra en el medio de lo que se denominó complejo Real de San Carlos, en honor al rey Carlos III de España. 

En 2012 un temporal voló parte de la fachada del edificio, deteriorada desde hace varias décadas.