Buscan instalar mediadores en barrios ante peleas de vecinos

La necesidad de la mejora de la convivencia entre los montevideanos quedó marcada ayer durante la presentación del 8º Informe Anual de la Defensoría del Vecino. Esto se debe a que la mayoría de las 916 consultas que recibió ese organismo durante 2014, se debieron a problemas de ese tipo, entre los que se encuentran las situaciones de ruidos molestos, o el hostigamiento vecinal –violencia, insultos, acoso–.

Es entonces que, en pos de "construir en convivencia", la Defensoría buscará contar a partir de 2015 con una "red de mediadores comunitarios" en todos los barrios de Montevideo para poder orientar a los vecinos en la resolución de conflictos, dijo a El Observador la defensora del vecino, Ana Agostino. Según aseguró, la Defensoría ya ha avanzado en ese sentido, realizando capacitación en mediación a inspectores que trabajan en la Intendencia de Montevideo (IMM) y a integrantes de los diferentes municipios, y se han realizado además experiencias piloto.

Según se detalla en el informe, la implementación de mediación en los conflictos apunta a "fortalecer el sentido de comunidad y pertenencia mas allá de las diferencias", como un servicio de la Defensoría a los ciudadanos. Sin embargo, Agostino explicó que el lograr establecer esa red de mediadores dependerá del presupuesto con el que cuente la Defensoría.

Otro de los problemas más frecuentes entre los vecinos de Montevideo es la contaminación acústica, con 147 denuncias. En este sentido, la Defensoría del Vecino ha instalado mesas de convivencia, por ejemplo en el municipio CH para que vecinos y boliches lleguen a acuerdos para mejorar los conflictos, y se espera lograr este año avances en cuento a normativa, como es la restricción horaria para el uso de los decks en boliches, que "es donde se generan los principales problemas". Además la Defensoría pretende crear un grupo de trabajo dedicado a solucionar problemas de ruidos molestos, entre lo que podría estar el declarar alguna zona de la capital como "acústicamente saturada".

Las fincas abandonadas, medianeras o la humedad en las viviendas también son tema de consulta a este organismo (fueron 112), y también se reciben reclamos por animales, arbolado tránsito o contaminación ambiental, entre otras.

Sin embargo, si se distingue por reclamos efectivamente ingresados –tiene que existir para ello un reclamo previo en la IMM–, la limpieza fue la que lideró, con 33 denuncias, lo que incluye problemas con contenedores y basurales. La contaminación acústica le siguió de cerca con 27 reclamos y luego se situaron los problemas por saneamiento: aguas servidas, pozos negros, bocas de tormenta, que fueron 24.

Del total de los 223 reclamos efectivamente realizados, 68% figuran como concluidos mientras que 32% restante se encuentra en gestión. Para llevar a cabo su tarea, la Defensoría del Vecino contó con una partida presupuestal de la IMM de $2.667.165, que se distribuyó entre recursos humanos y gastos de funcionamiento. Además se recibió aportes de la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo, y de la Fundación Avina.

Si se distingue por municipio, el B fue el que más hizo notar sus problemáticas, con 14,8% de los reclamos. Desde el municipio C se ingresó 14,3%, y 13% desde el A. El que menos reclamos realizó fue el municipio F, desde donde se recibieron solo 6,3% de las denuncias.