Chile: una explosión "sorpresa" atizada por "errores políticos y expectativas frustradas"

Pero un incremento de 30 pesos (menos de 5 céntimos de dólar;  3,5 % de alza) en la tarifa del Metro puso la mesa patas arriba al otro lado de la cordillera.

“Es muy temprano para sacar conclusiones de lo que sucedió”, advierte el economista uruguayo Aldo Lema, quien estuvo residenciado en Chile por 18 años y ahora viaja por trabajo cada mes. “El Metro de Santiago es un bien emblemático por la calidad de su servicio y por el rol y cómo ha crecido en la sociedad. El aumento lo que refleja es el alza del dólar y generó una serie de ataques bastante simultáneos en la hora y en la forma en que se produjeron”, apunta en declaraciones a El Observador.

AFP

Lema asoma las “sospechas” sobre la actuación de grupos organizados detrás del reclamo junto con algunas reacciones del Gobierno –el presidente Sebastián Piñera expresó que “estamos en guerra” – que fueron “mal evaluadas por la población y en algún sentido carecieron de manejo político”. A la oposición representada en el Partido Comunista y el Frente Amplio, de reciente creación, se les señala de impulsar tanto las protestas pacíficas, como las más violentas.

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Gonzalo Arriaza, docente de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, señala que la respuesta oficial fue tardía y para nada adecuada porque se imponía, a su juicio, llamar a la calma y no hablar de guerra. “Es un movimiento descontrolado y había que apaciguarlo”.

Ambos, Arriaza y Lema, coinciden en reconocer la calidad de los indicadores económicos de Chile, lo que hace “sorpresivos y desproporcionados” los hechos que comenzaron el pasado viernes y obligaron a declarar el toque de queda en Santiago y otras ciudades, que aún persiste.

“Chile tiene junto con Uruguay los mejores indicadores sociales de la región, el mayor ingreso per cápita, ha tenido mucha movilidad social durante décadas, lo que se ha visto reflejado en la llegada de un millón de inmigrantes en los últimos cinco años, sin afectar la tasa de desempleo ni la del crecimiento de los salarios”, precisa Lema.

Para Arriaza las cifras reales de la economía chilena “son mucho mejores que la de nuestros pares de la región” y destaca la calidad de sus instituciones, lo que le hizo suponer que lo que ocurría sería cosa de uno o dos días pero se “sumaron otras olas y la gente comenzó a reclamar por temas que están pendientes en proyectos de ley en trámite pero sin aprobar”

Expectativas y redes sociales

Las expectativas, dice Lema, son un tema relevante. Este economista socio de la empresa SK-Godelius, de teleoperación y robótica, explica que luego del cuatrienio débil de Michelle Bachelet, la promesa del presidente Piñera fue tiempos mejores. “Y la economía creció 4% en 2018, con bajo desempleo e inflación controlada y siguió creciendo este año aunque menos. Las expectativas, sin embargo, eran mayores de lo que está ocurriendo y en ese sentido hubo una decepción".

Hubo, de alguna manera, una “inflación de expectativas”. Lema destaca que el proceso de crecimiento del país, su modernización, la mejora de los indicadores sociales, elevó las expectativas y generó, a la vez, frustración cuando “se creció menos de lo que se esperaba”. Sin embargo,  destaca que en las encuestas los chilenos se muestran satisfechos con su situación personal.

Un proceso más parecido a las protestas en Francia con los “chalecos amarillos”, que también aparecieron en las calles de Santiago, o el los “indignados” en España, siempre con matices. Lema traza similitudes entre la evolución y recambio político en España y Chile, con el surgimiento de cuatro formaciones políticas en lugar de las dos tradicionales.

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Arriaza señala que “desde hace algún tiempo atrás había movimientos que llamaban a manifestarse en contra de algunas políticas”. En concreto, el sistema de la administración de los fondos de pensiones, porque lo que estaban recibiendo los jubilados “estaba por debajo de lo que se había esperado en un principio”.

Y llama la atención sobre el comportamiento de las redes sociales, claves para los llamamientos masivos y la difusión de informaciones falsas.

Si tuviera que aconsejarle algo al gobierno de Piñera, este economista que cursa un doctorado en administración de negocios le plantearía congelar el alza de las tarifas del Metro y  aprobar un conjunto de medias que apuntalen algunas políticas sociales.

Una marcha atrás como la que ocurrió hace un par de semanas en Ecuador con el aumento del precio de los combustibles, que deja debilitado al gobierno de turno.

Arriaza aporta dos elementos al respecto. “La agenda de construcción política a veces está alejada de la realidad de los sectores socioeconómicos más bajos y es necesario incorporar la visión de todos los sectores; y la gente carece de claridad sobre lo que se está haciendo, es necesaria una comunicación para que las personas puedan saber que su situación será más favorable en el corto plazo”