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Con Miranda en la cuerda floja, FA se encamina a cambiar autoridades este año
Los que lo presenciaron cuentan que el rostro de Javier Miranda cambió por completo el pasado 21 de diciembre, cuando en plena sesión del Plenario del Frente Amplio, cayó en la cuenta de que había quienes querían adelantar su salida de la presidencia del partido.
Ese día, el máximo órgano de conducción política del Frente estaba citado, a impulso de las bases, para comenzar una evaluación del proceso que llevó a la derrota electoral de la izquierda luego de 15 años en el gobierno. Se habían preparado documentos y se auguraban largas discusiones, pero lo que Miranda no esperaba era una moción de las coordinadoras para fijar una elección interna en 2020.
Aunque esa propuesta fue matizada –cuartos intermedios mediante– y pese a que algunos en la izquierda preferirían esperar hasta 2021, cuando culmina el mandato, la posición predominante hoy en el FA es la de adelantar los comicios una vez culminado el ciclo electoral. Según contaron fuentes del oficialismo, el propio Miranda es consciente de la pérdida de apoyos y ha transmitido a allegados la certeza de que tiene las horas contadas al frente de la coalición.
Aunque los que más impulsan el recambio de autoridades son las bases y el Partido Comunista, la salida de Miranda mediante elecciones anticipadas es bien vista por una amplio abanico de sectores, desde los más radicales hasta los más moderados, según consultas realizadas por El Observador. El tema pasará a ocupar uno de los primeros lugares en la agenda de la orgánica una vez culminadas las elecciones departamentales de mayo y dirigentes del FA dijeron que una opción es convocar a la elección partidaria en el segundo semestre del año.
Al presidente del FA se lo responsabiliza internamente por el "debilitamiento" y "desgaste" de la fuerza política y entre los sectores hay consenso en que el proceso de autocrítica debe culminar con la asunción de nuevas autoridades que "pongan de pie" a la orgánica.
Al malestar con Miranda se suma una delicada situación financiera, cuya fragilidad quedó aún más expuesta a raíz de la derrota en el balotaje. El Observador informó en noviembre que la Presidencia del FA había ajustado los recursos en la segunda vuelta para evitar exponerse a deudas impagables en caso de perder. Luego de confirmada la derrota, el semanario Búsqueda divulgó que el Secretariado Ejecutivo del FA había discutido la complicada situación financiera y que Miranda había planteado la posibilidad de despidos y seguros de paro para distintos funcionarios. A partir de esa situación se conformó una comisión a la que se encomendó analizar las medidas de reestructura y ajuste en la organización. Más allá del escenario agravado por la derrota, en el Frente cuestionan algunas contrataciones realizadas por el presidente.
La discusión del Plenario
En diciembre, el Plenario del Frente aprobó una resolución en la que se incluyó el llamado a un nuevo Plenario en agosto de 2020 para realizar "la evaluación de la marcha del proceso de balance y discutir la convocatoria a elecciones internas". El párrafo final modificó la moción de las bases que pedían fijar ya el cronograma para los comicios.
La anticipación de las elecciones está vinculada al avance del proceso de autocrítica en el que se sumió la izquierda desde la derrota. En los sectores entienden que un recambio en 2020 permitiría cerrar una etapa rápidamente y empezar a consolidar al Frente Amplio de cara a las elecciones de 2024. "La idea es que la nueva dirección refleje el resultado de esa evaluación", explicó uno de los consultados.
Luego del balotaje, la orgánica frenteamplista encomendó a la Presidencia la elaboración y presentación de un plan de acción que incluya un componente de autocrítica por la pérdida del gobierno. El Secretariado Ejecutivo del FA comenzó a discutir hace unas semanas un documento borrador de plan de acción, que entre otros temas advierte "debilidades en la conducción política".
El texto, al que accedió El Observador, desarrolla cinco metas a corto plazo (de aquí a mayo), con el objetivo general de "lograr la mejor votación" para el Frente Amplio en mayo, además de dejar planteadas "consideraciones que trasciendan ese objetivo político prioritario y puedan referir a los meses que vendrán". Una de esas metas planteadas consiste en “fortalecer los organismos centrales de conducción del Frente Amplio, así como definir correctamente su vínculo con las candidaturas de manera de corregir debilidades en la conducción política”.
El Observador intentó sin éxito contactarse con Miranda. Este lunes, entrevistado por radio Universal, el presidente del FA fue consultado acerca de la responsabilidad de la dirección en la derrota electoral. "La primera responsabilidad es la del presidente. Cuando un cuadro de fútbol pierde el campeonato, el técnico pone su cargo a disposición, como debe ser. Hay que asumir la responsabilidad como dirección", respondió.
