Coronavirus: uruguayas cuentan cómo es vivir en Israel con la inmunidad de rebaño

Desde el domingo 18 el tapabocas ya no es obligatorio para la circulación en espacios abiertos y esto ha cambiado completamente el ánimo en los ciudadanos. Denise Hodorovski (24), uruguaya en Israel, comentó en diálogo con El Observador que este fue el mayor incentivo detrás del cambio de actitud. “Uno se olvida del covid-19 si no usa el tapabocas”, expresó. La uruguaya Nicole Brandwain (23), que actualmente vive en Israel, dijo con respecto a esta nueva medida que "ver a al gente sin tapabocas es raro pero a la vez increíble. Te alegra, te da vida". 

Yael Weiszman (22), también uruguaya viviendo en Israel, reveló en diálogo con El Observador que desde la resolución de esta medida la gente se ha distendido y relajado. “Ya no toman las temperaturas antes de entrar a los lugares, ni te ponen alcohol en gel”. Contó que ahora todos los rubros están abiertos y que la presencialidad se ha retomado en el trabajo y la educación. En cuanto al uso de tapabocas, añadió que “se realizan eventos y fiestas grandes y la mascarilla no se utiliza. En la universidad con abrir una ventana ya se considera espacio abierto, entonces se puede estar sin tapabocas”. 

Actualmente, se han aumentado los aforos dentro de las restricciones que respectan a las aglomeraciones, tanto es así que los ciudadanos pueden realizar eventos en sus propias casas, al aire libre, de hasta 100 personas. 

El pasado jueves 15 se conmemoró el día de la Independencia de Israel, fecha que no pasa inadvertida para el país. El año pasado la fecha cayó en medio de un confinamiento obligatorio, pero este año la historia fue completamente diferente. Brandwain describió al evento como “la vuelta a la normalidad”. Weiszman mencionó que “se celebró en la independencia también la libertad de volver a la antigua normalidad. Las calles y las playas estaban llenas de gente y las fiestas fueron desde el miércoles hasta el domingo”. 

Las tres coincidieron en que la campaña de vacunación fue sumamente exitosa, con rapidez a la hora de concretar el turno. Brandwain señaló que en el mismo día que se abrió la agenda para su edad se inscribió, y que en minutos recibió respuesta: “En menos de media hora, ya estaba vacunada”. Además, añadió: "En la vacunación ya se notaba la alegría. Había música y los enfermeros te regalaban stickers y pulseras". Weiszman opinó que "fue un alivio" recibir la vacuna de Pfizer y entendió que "estaba justificada la distensión de las personas" tras ser vacunadas.

Hodorovski remarcó la importancia del "pasaporte verde" luego de la vacuna para poder reanudar las actividades de todo tipo: "El pasaporte verde hizo que se eliminaran las cuarentenas, incluso para aquellos que sean contacto de un caso positivo". Esto implicó grandes avances para los negocios locales, empresas, bares y demás. Aclaró también que "solo aquellos que tienen el pasaporte verde tienen acceso a todos los lugares cerrados, como la facultad o trabajo presencial, comercios y restaurantes. En el último caso, los demás deben sentarse afuera". En este momento el único lugar que se encuentra cerrado es el aeropuerto, que se estima que reabrirá en mayo con el fin de permitir el turismo, actividad esencial para el país. 

El ejemplo de Israel ha sembrado esperanza en el resto del mundo, y así lo afirman las tres uruguayas. El miedo ha pasado a un segundo plano, así como los contagios y las muertes por el covid-19. “Ya nadie escucha del virus. Yo no conozco a nadie infectado ahora. Es como si viviéramos en otro mundo, parece que acá el covid-19 no existe más”, declaró Weiszman.