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De Baltasar Brum a Edimburgo, dos esquiladores al Mundial de Escocia
Los artiguenses Alexis Baldassari y Helder Canto, de Baltasar Brum, desde España hablaron con El Observador sobre un sueño que está próximo a hacerse una realidad: representar a Uruguay en el Mundial de Esquila que se hará en Escocia.
No es el primer caso reciente de uruguayos que son exitosos fuera de fronteras en el desarrollo de sus actividades laborales, representando al país en actividades tradicionales en Uruguay: María Noel Pereyra Goday es una asadora que se destaca en México y participará en el Panamericano de Asadores, en Venezuela.
El 19° Campeonato del Mundo de Esquileo se hará el 23 de junio, en Edimburgo, pero ellos deben llegar algunos días antes para participar de las charlas sobre el reglamento y entrenar. Obviamente, los costos son elevados –por pasajes, estadía y otros gastos–, por lo cual además del esfuerzo que puedan hacer es clave la movida que se hace en Uruguay para ayudarlos.
Alexis ya participó en un mundial, el último antes de la pandemia por covid, en 2019 en Le Dorat, Francia (ver más adelante el video). Accedió por invitación, a través de colegas españoles que concurrían a mundiales y le veían condiciones para que se destaque. Fue una primera buena experiencia: sin conocer ese ámbito ni el idioma local entre 80 participantes quedó en el puesto 23. “Creo, con humildad, que el país quedó bien representado”, opinó con orgullo.
“Quedaron mis datos registrados, me volvieron a invitar para ir a Escocia y me pidieron si podía ir con otro esquilador uruguayo y así surgió lo de ir con mi primo Helder”, contó.
Mano a mano contra deportistas
No es fácil un mundial, compite gente profesional, con recursos para prepararse con mucha comodidad y tiempo, que consideran a la esquila como un deporte. En Francia ganó un galés y participó gente de todo el mundo, de países con mucha cultura ovina como los de Oceanía, los del Reino Unido, otros países europeos y también argentinos, brasileños y chilenos. “Nunca había competido gente de Uruguay y para los organizadores fue especial que nuestro país haya empezado a participar”, mencionó.
Ante un jurado de expertos hay que esquilar cinco ovejas y no solo se considera la velocidad, también la calidad de la cosecha del vellón, que la oveja quede sin cortes, que no repasos, que el cuidado de la lana sea óptimo y se evalúa cómo se agarra, maneja y suelta a la oveja, por ejemplo. Cada esquilador lleva sus herramientas, por ejemplo tijeras de mano, peines cortantes y la ropa de esquila.
Alexis durante tres meses en el otoño-invierno uruguayo viaja a trabajar en la esquila en España, desde hace 11 años, y ha trabajado también en Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos y Portugal. “Vivo todo el año esquilando”, indicó.
Sobre cómo aprendió, ayudó que su pueblo, pequeño pero muy de la cultura lanera, es el que tiene más máquinas de esquila. “Mi padre trabaja en la construcción y mi madre es ama de casa, yo empecé a salir con amigos y parientes, con mi primo Helder, a barrer en las esquilas y fui pelando el último cuarto de las ovejas, hice el curso gratis en la Escuela de Esquila del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y después enseguida empecé a venir a España”, recordó.
Alexis está trabajando en Extremadura y Helder lo hace en Castilla y León. “Es un orgullo enorme y una gran responsabilidad ponerse la bandera del país y representarlo en un país como Escocia, donde están de los mejores esquiladores y van de los mejores de todo el mundo”, dijo Helder.
En su caso, ya representa a Uruguay considerando que lleva 16 años trabajando en España, donde fue protagonista cuando marcó un primer récord uruguayo de esquila.
El 7 de enero de año, por citar otro logro reciente, ganó el Campeonato Nacional de Esquila en Brasil, en Río Grande del Sur. También se desempeñó como instructor de esquila en Chile.
“Somos muchos uruguayos los que venimos a España y sentimos que estamos haciendo un trabajo para el bien nuestro y de nuestras familias y para que la imagen del esquilador uruguayo sea buena y esta fuente de trabajo se mantenga”, comentó.
Helder contó que en un día normal esquilan unas 300 ovejas. Todo el año se dedica a esta tarea, normalmente seis meses en Uruguay y el resto del año en el exterior, sobre todo en Brasil y España.
El esquilador uruguayo es muy buscado (durante la pandemia de covid el gobierno español hasta dispuso de un charter para llevar decenas de uruguayos a esquila en la zafra) “porque trabaja rápido y de forma eficiente, tiene mucha destreza y dedicación, trata muy bien a la oveja, sin amarrarla, la tenemos suelta y eso es bienestar animal que se valora”.
En el cuaderno de la escuela
Helder contó como anécdota que en tercero de escuela la maestra puso como deber que los niños digan a qué se querían dedicar. En su caso, en una respuesta que quedó en un cuaderno que su madre atesora, a diferencia de otros que pusieron que querían ser jugadores de fútbol, abogados o doctores, dijo que quería ser esquilador por ver a su padre ejercer ese oficio y lo está cumpliendo. Ya a los 15 años salió al exterior a esquilar. “Tengo las mismas ganas y las mismas ilusiones con 41 años”, concluyó.
Una mano para Alexis y Helder
Waldemar Urchipía, integrante de la Comisión Organizadora del Encuentro Nacional de Esquiladores, destacó la importancia que tiene para la ovinocultura la presencia de esquiladores uruguayos en un mundial. Por eso está en marcha un movimiento para apoyarlos. Se reunió dinero, que les será girado, y hay otras movidas, como gestionar apoyo del sector productivo e industrial y de instituciones del sector. También se hará una faena de lanares para vender alimentos y obtener fondos. De paso, anunció que esquiladores argentinos se contactaron para encaminar para enero de 2024 un Campeonato de Esquila del Mercosur.
