Después de 13 años, rapero uruguayo vuelve a la principal competencia internacional de Freestyle

Por si ya no estaban claros los síntomas que indican que el hip hop viene subiendo en Uruguay, el regreso de un competidor uruguayo a un certamen que durante más de una década no miró hacia el país es una señal. Así lo considera Ghetti, que al momento de batallar es conocido solamente por su nombre de pila. Para él, la razón clave de esa ausencia fue la de siempre: es un país con un mercado pequeño, que hace difícil también que se trascienda fuera de fronteras y difundir lo que se hace. “Pero el nivel está. Lo importante es que nos dieron una oportunidad y la vamos a aprovechar al máximo”, dijo a El Observador unos días antes de partir a España.

Allí se hará la 13^a edición de esta competencia, que se inició en 2005 pero pausó entre 2010 y 2012. Los campeones de los 13 países competidores se suman al campeón, subcampeón y tercero de la edición del año pasado en una jornada seguida por millones de espectadores en vivo, y que acumula miles de reproducciones cuando son publicadas luego en Youtube.

El mundo del Freestyle (la competencia de improvisación y duelo dialéctico entre dos raperos, modalidad que quedó grabada en la mente de una generación al ser el eje de 8 mile: calle de las ilusiones, la película protagonizada por Eminem) tiene sus propios ídolos y referentes, a tal punto que también se ha convertido en una plataforma para el inicio de carreras musicales, como en el caso del campeón vigente, el argentino Wos, que se consagró como locatario en 2018 y desde entonces se ha convertido en uno de los artistas más aclamados y populares del género, tanto en su país como en la región.

A ese universo de extensa proyección se dirige Franco, que ganó su lugar al consagrarse en la competencia local 3X Freestyle, la que se desarrolló en varias ciudades del país y finalizó en Montevideo el 21 de setiembre. Franco ganó ante Hammer un duelo que tuvo como peculiaridad que los dos competidores empezaron a rapear juntos siendo compañeros de liceo y que son amigos desde entonces.

Los dos finalistas empezaron a los 14 años, impulsados por otro compañero de liceo, y han desarrollado su camino en El Pinar y las plazas de la Ciudad de la Costa, otra de las tierras fértiles del Freestyle uruguayo, que tiene varios polos por fuera de Montevideo.

El antecedente

Freestyle a la uruguaya

En la final local, entre Franco y Hammer estaba Josefina Tomás, alias Clipper. Encargada de presentar a los contendientes y de arengar al público, pero también rapera y freestyler, asegura que “ya era hora" de que los visibilizaran internacionalmente. "Es superimportante y necesario que Uruguay esté de nuevo en la final internacional”, dice sobre el regreso de los raperos criollos a la primera línea de la competencia hispanoamericana.

Para Clipper, hay un mayor nivel entre los contendientes uruguayos, y a la vez se está generando un círculo virtuoso: hay más competencias, por lo tanto hay mayor entrenamiento y exigencia, lo que también ayuda a elevar las habilidades de los freestylers. “Esta es la segunda participación en el evento, pero la primera en esta etapa. Y la que viene va a ser mejor, y la siguiente mejor todavía. Si empezamos con este buen nivel de entrada, hay un buen futuro por delante. Vamos a llegar lejos”, afirmó.

Franco –que se ha convertido en el eje de comentarios chistosos vinculados a su nombre y al hecho de que la competencia sea en España– apunta que para el freestyler, la mejor preparación y el mejor entrenamiento es ser constante en la participación en los certámenes. Como en tantas otras disciplinas, se aplica aquello de “la práctica hace al maestro”.  

La noción del rapero con su cuadernito de rimas, o en una versión más moderna, con su celular, “es un mito”, dice Franco. Y Clipper complementa que esa idea se aplica más a los que escriben canciones que a los que se encargan de improvisar, porque se hace notorio cuando el competidor sale a escena usando ideas que trajo de su casa, sobre todo cuando el que escucha tiene experiencia en este tipo de duelos.

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Si tienen que señalar peculiaridades del mundo Freestyle uruguayo, es que las plazas son el escenario más habitual, aunque las competencias que allí se hacen son organizadas y formales. Franco apuntó que en la situación actual lo que podría mejorar es la periodicidad de presentaciones en escenarios y salas de espectáculos, en lugar de que solo se utilicen para finales de certámenes. ¿Otra cosa que podría mejorar? Una mayor presencia femenina, agregó Clipper, aunque nota un crecimiento en su participación, tanto aquí como en Argentina, donde vivió durante algunos años.

Otra cualidad notoria es el predominio y la escucha habitual por parte de los contendientes del llamado “rap conciencia”, que refiere al que en sus letras habla de fiesta, paz y de problemas sociales, como la pobreza y la violencia.

La competencia