Diputados debate reforma de la caja militar con pase de facturas dentro del FA

Durante su alocución, el diputado Darío Pérez (Liga Federal) reconoció que el tema le resultó “árido” y “complicado” al momento de estudiarlo. Pérez dijo que la caída de los retiros hará “disminuir sustancialmente” los ingresos  de los efectivos “empujando a la pobreza a los más pobres” y “bajando a otros que están prendidos del pincel por debajo de las condiciones básicas".

“Nuestra oficialidad no pertenece a la clase alta, pertenece a la clase media baja y pobre. Solo 30%  tienen vivienda propia”, dijo Pérez a modo de ejemplo.

El representante por el departamento de Maldonado también mencionó las negociaciones de los últimos días. Dijo que “no está del todo conforme” con los resultados. “Algo logramos, pero tiene gusto a poco", señaló.

La primera en hacer uso de la palabra en la sesión que comenzó sobre las 18:30 horas fue la diputada oficialista, Bettiana Díaz (MPP). La legisladora del Frente Amplio (FA) argumentó su voto a favor, como se prevé que harán todos los oficialistas que fueron mandatados a votar tras negociar con el presidente Tabaré Vázquez. 

Díaz reconoció que la reestructura del Servicio de Retiros y Pensiones de las Fuerzas Armadas (conocido como caja militar) fue barrida "por mucho tiempo bajo la alfombra", pero que se llegó a un proyecto que avanza en términos de "justicia previsional".

El diputado por el Partido Nacional (PN), Gustavo Penadés, aseguró que un soldado que hoy se retiraría con $ 30 mil tras la puesta en marcha del nuevo sistema lo hará con $ 14 mil, por lo que consideró que no hay razones para votar por este proyecto. El legislador nacionalista sostuvo que era necesario más tiempo para tratar el tema ya que de esta manera las cuentas de la caja militar no se equilibrarán, por lo menos, hasta 2040.

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Luego de un cuarto intermedio de más de veinte minutos, la Cámara de Diputados retomó la discusión sobre las 20 horas con la palabra del diputado del Partido Colorado (PC), Conrado Rodríguez, quien repasó la historia de la caja militar, así como las reformas planteadas sobre las Fuerzas Armadas a lo largo de los años. 

"Antes de haber ingresado en esta reforma, deberíamos haberlo hecho sobre la ley orgánica de las Fuerzas Armadas", consideró Rodríguez. Además cuestionó que el oficialismo no abriera una instancia para que la oposición opinara y planteara modificaciones sobre el texto. 

Rodríguez también manifestó que el Frente Amplio tomó una postura de "revanchismo" contra las Fuerzas Armadas. "Se terminó aplicando una especie de topadora a la que no le importó la opinión de los otros partidos políticos", señaló.

Por su parte, el diputado nacionalista Omar Lafluf consideró que la aprobación de esta reforma "no le hace bien al país". "No crea ningún clima de tensión o de amigos, pero el Parlamento tenía que haber dado una señal diferente, no a las apuradas", agregó. 

Alejandro Zavala, integrante del grupo Ir -liderado por Macarena Gelman-, fue el más crítico con el oficialismo. Su sector, al igual que el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) y la lista 6009 de Mariela Peregrín, era de los más reacios a aceptar las modificaciones de la reforma negociadas en la interna. Para el representante nacional la izquierda debió derribar los "privilegios" con los que cuentan los militares desde 1974. 

La bancada de diputados oficialista resolvió en los últimos días acatar el mandato del Poder Ejecutivo y aceptó dejar por fuera del proyecto la reducción de los topes jubilatorios, un pedido del diputado rebelde Darío Pérez, que puso en juego el voto 50 del oficialismo. 

"El proyecto que la bancada mandató a votar no nos conforma ni nos incluye. Tenemos un solo voto de 50, nos tiraron para afuera", señaló Zavala. En este sentido, aseguró que su sector planteó dar una señal "política y simbólica" sobre los topes a los oficiales, pero fueron rechazados. "La bancada resolvió llevar los cambios que terminan flexibilizando aún más la reforma", criticó el legislador. 

Para Zavala hay una "pulseada" entre el gobierno, los retirados militares y el propio comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, quien salió a "hacer campaña en contra" de la reforma. "En esa pulseada, estamos del lado del gobierno democrático, del presidente (Tabaré Vázquez) y del FA", concluyó el representante del Ir. 

En el proceso de negociación el Ejecutivo aceptó la propuesta de Pérez de reducir el número de militares afectados por la reforma. Mientras que el texto aprobado en el Senado indicaba que todos los efectivos con menos de 10 años de servicio estarían comprendidos por la reforma, la nueva fórmula establece que, en el caso del personal subalterno, solo estarán afectados quienes no hayan totalizado 5 años.

Asimismo, también se definió que el retiro por incapacidad sobrevenida en acto de servicio será equivalente al 100% del haber básico de retiro. Por último, se agregó una disposición para que los funcionarios que no tengan la cantidad de años de servicio exigidos al momento del retiro obligatorio puedan continuar en sus funciones hasta completar la causal jubilatoria.