Disney World eliminó los programas de diversidad y equidad sobre raza y género

El Distrito de Supervisión de Turismo de Florida Central (CFTOD, por sus siglas en inglés), creado por DeSantis, comunicó que eliminará su Comité de Diversidad, Equidad e Inclusión, al igual que cualquier programa relacionado con el organismo. El CFTOD, además, informó que también eliminará las iniciativas que quedaron cuando el distrito estaba todavía controlado por partidarios de Disney, compañía que otorgaba contratos en función de los objetivos de lograr la paridad racial y de género.

Glenton Gilzean, el nuevo administrador del distrito, un afroamericano exjefe de la Liga Urbana de Florida Central, calificó tales iniciativas como “ilegales y simplemente antiestadounidenses”. Gilzean fue becario y miembro de instituciones conservadoras, como el Instituto James Madison y la Red de Liderazgo del Instituto American Enterprise, además de haber sido designado por DeSantis como presidente de la Comisión de Ética de Florida.

“Nuestro distrito ya no participará en ningún intento de dividirnos por raza o promover la noción de que no somos creados iguales”, dijo Gilzean en un comunicado. “Como exjefe de la Liga Urbana de Florida Central, una organización de derechos civiles, puedo decir definitivamente que nuestra comunidad prospera sólo cuando trabajamos juntos a pesar de nuestras diferencias”.

La primavera pasada, DeSantis, que se postula para la nominación presidencial del Partido Republicano, promulgó una ley que impide que las universidades públicas utilicen fondos federales o estatales en programas de diversidad.

DeSantis también defendió la llamada ley Stop WOKE, sancionada por la legislatura de Florida, norma que prohíbe a empresas, universidades y escuelas primarias brindar capacitación sobre ciertos conceptos, como la Teoría Racial Crítica (TRC) surgida en la segunda mitad del siglo XX y que procura explicar las inequidades raciales en el país.

El desarrollo académico de la teoría se atribuye a un grupo de profesores, vistos como radicales hacia finales de los ‘80, y recoge muchas líneas de pensamiento que veían el movimiento de los derechos civiles de los años ‘60 como un “trabajo inconcluso”.

“En Florida estamos tomando una posición contra el racismo sancionado por el estado, que es la teoría crítica de la raza”, dijo DeSantis cuando apoyó el proyecto de ley. “No permitiremos que los dólares de los impuestos se gasten en enseñar a los niños a odiar a nuestro país o a odiarse unos a otros. Además, debemos proteger a los trabajadores contra el ambiente de trabajo hostil que se crea cuando las grandes empresas obligan a sus empleados a soportar el adoctrinamiento inspirados en la TRC”, afirmó.

La creación del distrito, en su momento regido por el denominado Distrito de Mejoramiento Reedy Creek, ahora reemplazado por el CFTOD, fue fundamental en la decisión de la compañía Disney de construir un parque temático cerca de la ciudad de Orlando en la década de 1960.

Tener un gobierno separado le permitió a la empresa proporcionar servicios de zonificación, protección contra incendios, servicios públicos e infraestructura en su extensa propiedad durante más de cinco décadas.

Los funcionarios designados por DeSantis tomaron el control del distrito este año luego de una larga disputa judicial entre Disney y DeSantis que comenzó en 2022, luego de que la compañía, presionada por sus trabajadores y organizaciones civiles, hiciera pública su oposición a la ley Stop WOKE, que los críticos llaman “No digas gay”.

Como castigo, DeSantis se hizo cargo del distrito a través de una legislación aprobada por los legisladores republicanos y nombró una nueva junta de supervisores para controlar los servicios municipales de los parques temáticos y hoteles. Disney demandó a DeSantis y a sus cinco miembros de la junta en un tribunal federal, alegando que el gobernador violó los derechos de libertad de expresión de la compañía al tomar la medida de represalia.

Antes de que entrara la nueva junta, Disney hizo acuerdos con los miembros anteriores de la junta de supervisión que eran partidarios de Disney, los que despojaron a los nuevos supervisores de su autoridad sobre el diseño y el desarrollo de la zona. Por su parte, los miembros del distrito designados por DeSantis demandaron a Disney en un tribunal estatal buscando invalidar esos acuerdos.

La semana pasada, un tribunal de Florida rechazó desestimar la demanda interpuesta contra Disney por la junta supervisora creada por DeSantis, fallo que supone la primera victoria legal del CFTOD en su batalla contra Disney, firma que sostiene que las acciones del organismo estatal y DeSantis violan sus derechos constitucionales.

“Las restricciones y retiradas de textos apuntaron en forma desproporcionada a libros de o sobre personas de color y/o LGTBQ, y prescribieron una ortodoxia que vulnera las primera y decimocuarta enmiendas de la Constitución que protegen la libertad de expresión y la igualdad de los ciudadanos”, señala una demanda encabezada por el PEN America presentada ante la justicia federal hacia principios de este año.

En la primera mitad del curso escolar 2022-2023, el PEN America contabilizó 1.477 títulos retirados de las bibliotecas públicas y escuelas en todo el país, un aumento del 28% respecto a los seis meses anteriores, relevamiento que da cuenta que los estados con mayor número de medidas restrictivas son Texas, Florida, Misuri, Utah y Carolina del Sur, todos con mayorías del Partido Republicano.

(Con información de agencias)