Leonardo Carreño

Edgardo Kogan, técnico de la selección de básquetbol: “Tenemos un vacío generacional”

Batista, Granger, Barrera, Magnano y Vairo... El nuevo entrenador de la selección de básquetbol reveló su diagnóstico y el plan de acción que puso en marcha

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27 de mayo de 2019 a las 05:00

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Edgardo Kogan empezó a dirigir con 16 años y si bien llegó a jugar en el primer equipo de Hebraica Macabi descubrió a muy temprana edad su vocación: entrenador de básquetbol. Fue ayudante técnico de César Somma en la selección entre 1997 y 2003, condujo a Capitol, Montevideo, Urunday Universitario, Goes, Aguada, Malvín, Sayago, Soriano, Tabaré, Bohemios, Welcome y Biguá. Su última experiencia fue en Deportes Castro de Chile y tras la eliminación de Uruguay del Mundial de China fue designado como el sucesor del oro olímpico Rubén Magnano.  

Su idea es continuar un proceso ya que la idea del presidente de la Federación Uruguaya de Basketball (FUBB), Ricardo Vairo, es que Magnano sea el director nacional de selecciones. 
“El director de selecciones debe tener una vasta experiencia, un conocimiento muy claro del juego y Rubén reúne todas las condiciones como las tiene para dirigir al mejor equipo del mundo. Para Uruguay sería continuar un proceso, que siga madurando”, explicó Kogan a Referí. 

Su vínculo con la FUBB arrancó part-time. Sin embargo, su primer mes de trabajo le dejó en claro que ser entrenador de la selección uruguaya es un trabajo a tiempo completo: “Cuando Vairo vuelva de Miami tendremos que rever el tema porque además, ya rechacé dos ofertas para dirigir en Liga Uruguaya más otras dos que me llegaron de Chile y Argentina”. 

Es que en su cabeza está Uruguay y un desafío que se avecina: los Juegos Panamericanos de Lima que se llevarán a cabo, para el básquetbol, del 27 de julio al 10 de agosto.

Victoria Pereyra al cuerpo técnico
En Lima, Kogan contará con Marcelo Bessio como preparador físico, Javier Isis como asistente de video y encargado de scouting y Victoria Pereyra -entrenadora de las selecciones formativas femeninas de Uruguay- como ayudante técnica. "Ricardo (Vairo) viene trabajando mucho y muy bien en distintas áreas y una de ellas es el básquetbol femenino. Victoria es una persona muy capaz y se ganó ese lugar. Además, Sandra Panario que ahora será la coordinadora del Cefubb va a ser la delegada en los Juegos Panamericanos", adelantó Kogan. 

“Los Juegos Panamericanos tienen que ser el puntapié inicial para volver a motivar a muchos jugadores y a su vez para incorporar a chicos que vienen trabajando en los procesos de juveniles. Queremos hacer una selección competitiva pero con visión a futuro”, afirmó.

Si bien el sorteo de los dos grupos aún no se realizó, Uruguay no tendrá rivales débiles ya que jugarán Argentina, Canadá, Estados Unidos, México, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela.

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En agosto también se juega un Sudamericano U21, pero Kogan apostará a que los mejores de esa generación se inserten con los mayores para empezar a foguearse.

Según su diagnóstico son el futuro: “Tenemos un vacío generacional que va de los 22 o 23 a los 27 y 28, no veo generaciones fuertes ahí. Sí veo un potencial muy grande de U21 para abajo, hay jugadores en el exterior como en la liga de desarrollo de Argentina en los highschool de Estados Unidos y otros que juegan a nivel local. Esos son los que van a empujar al crecimiento”. 

Pero Kogan dejó en claro que la base de la selección seguirá siendo la misma que disputó las Eliminatorias. No solo a corto plazo sino también de cara al Mundial de 2023. Incluso para Esteban Batista quien cumplirá 36 años en setiembre: “Fue con el primero con el que me reuní. Muchas veces nos olvidamos de lo que representa Esteban para el deporte uruguayo. Es el único que llegó a la NBA, jugó en los mejores equipos de Europa, salió campeón. Y siempre ha jugado por la selección. Está siempre. Con o sin seguro. Tenemos que tratar de ayudarlo para que en vez de entregarnos el 100 nos entregue el 1.000 y él va a tener que asumir ese rol de emblema, de jugador decisivo. No quiere decir que tenga que jugar los 40 minutos, quiere decir que debe asumir el rol que la selección necesita de él. Lo encontré súper motivado. Estoy convencido de que va a ser fundamental para lograr cosas importantes. Hoy un jugador de su edad no está terminado, todo lo contrario. Hay jugadores de su edad que aportan mucho dentro y fuera de la cancha y vamos a intentar pelear un lugar en el Mundial 2023 con Esteban en la cancha. Ojalá sea así, encontrarlo vigente y hacer cosas para que él llegue vigente”.

Kogan también charló con Mathías Calfani, con Bruno Fitipaldo, con Gustavo “Panchi” Barrera que comenzó a moverse en el centro de entrenamiento de la Federación Uruguaya el martes, con Luciano Parodi que se suma en breve. Y hasta con Jayson Granger: “Jayson se muere por venir. Le hicieron una operación muy importante en el tobillo y recién se está poniendo en cancha, pero creemos que puede llegar y también necesita renovar el pasaporte porque el Comité Olímpico exige que no le venza de acá a un año”. 

“Uruguay siempre tiene que jugar con lo mejor. Tenemos jugadores muy importantes, con un potencial enorme para darles una inyección de futuro porque todavía pueden aspirar a jugar un Mundial”, analizó el flamante DT. 

También se realizan monitoreos de jugadores uruguayos que militan en el extranjero y por esa razón, en junio, cuando comiencen los entrenamientos de cara a Lima, se sumará Uriel Trocki, 2,01 m, pívot, uruguayo de 21 años que a los 13 se fue a vivir a Israel donde juega en Maccabi Ra’anana. 

“No tenemos que dar ventajas. Tampoco en las nacionalizaciones. Hablé con jugadores que pueden nacionalizarse y que tienen muchas ganas de jugar por Uruguay”, contó Kogan. 

Hatila Passos, 34 años, es hoy el jugador nacionalizado, pero tienen chances de obtener la nacionalidad legal, de acuerdo a los requisitos exigidos por la Constitución Nacional Anthony Johnson, quien jugó la actual Liga Uruguaya por Defensor Sporting, Andrew Feeley pívot de Aguada y Anthony Danridge, alero de Nacional.

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“Si tenés más de uno nacionalizado, tenés la posibilidad de elegir lo que precisás y más en un sistema eliminatorio de ventanas. Y quién te diga que en un tiempo FIBA te diga que pueden jugar dos nacionalizados por equipo. Por todo eso es que tenemos que estar preparados”, admitió.  

“Para nosotros el Mundial de 2023 ya empezó, con esa cabeza emprendí esto”, agregó. 

Verborrágico y pasional Kogan no le teme a las interrupciones de los procesos que ha sufrido los entrenadores nacionales en la selección en los últimos años: “Estoy convencido del camino que quiero recorrer y para eso necesito el apoyo de los jugadores, del convencimiento que tengan de nuestras ideas y filosofía, pero también de la firmeza de quiénes toman las decisiones para ir por el camino que queremos ir y por el respeto al camino emprendido. Uruguay debe aprender de otras selecciones y también de las cosas que no nos dieron resultado. Uruguay necesita procesos sólidos, los jugadores los reclaman y aspiro a que este lo sea”. 

Para preparar los Juegos Panamericanos, Uruguay se irá a jugar a Argentina un torneo preparatorio y a fines de junio busca cerrar amistosos con Chile. Después de los Juegos Panamericanos recibió una invitación para disputar un torneo en Brasil que se prepara para el Mundial de China.   

“Queremos tener una línea de juego y de conducta para forjar una convicción que nos permita aspirar a cosas importantes. Tenemos que comprometernos con volver a llegar a un Mundial”, concluyó. 

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