El boom de las cámaras de vigilancia

La videovigilancia, instalada en los barrios Ciudad Vieja, Cordón y Centro como forma de combatir delitos, es uno de los programas más preciados del Ministerio del Interior. Es que Ciudad Vieja, el primero de los barrios en los que se instaló el Programa Ciudad Segura, se volvió en 2014 el barrio más seguro de la ciudad, con un descenso de las rapiñas de 67% en un año. Además, unas 115 personas fueron procesadas en ese año tomando como pruebas las imágenes de las cámaras.

Debido a esa experiencia positiva y en un intento por cumplir la promesa del presidente Tabaré Vázquez de bajar las rapiñas 30% durante su gestión, muchas de las estrategias con las que se pretende mejorar la seguridad en la capital involucran el uso de la tecnología.

Uno de los barrios en los que se piensan ubicar es Pocitos, las que al igual que en Ciudad Vieja tendrán la finalidad de limitar las rapiñas o poder apresar a los delincuentes in fraganti.

En Montevideo, el Ministerio del Interior ya cuenta con cámaras en Paso Molino, Unión, avenida general Flores y en los accesos a la ciudad. Estas cámaras, según el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, tienen una finalidad preventiva, ya que permiten identificar tanto personas como matrículas de autos, "lo que favorece que no se cometan delitos".

Los candidatos a intendente de Montevideo coincidieron en la campaña en la necesidad de ejercer control de la ciudad a través de la videovigilancia, el que iría más allá de la seguridad pública, extendiéndose también al control del tránsito o de la limpieza.

Una de las propuestas del electo intendente Daniel Martínez para mejorar la seguridad en Montevideo es buscar un acuerdo con el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, dentro del que se intentará realizar una expansión conjunta del sistema de cámaras de videovigilancia, incorporando el pasaje de la información audiovisual relevada entre la Policía y la intendencia.

Además, a través de las cámaras, Martínez pretende mejorar uno de los temas que más preocupa a los ciudadanos en la capital: la basura. El plan es instalarlas junto a sensores en los contenedores, que permitan saber cuándo se llenan para que los camiones pasen a vaciarlos. También se utilizarán para controlar el tránsito.

Por su parte, y también durante la campaña municipal, Bonomi anunció que se crearán "corredores seguros con videovigilancia". Uno de ellos iría desde la Sala Verdi, en Soriano y Ferreira Aldunate, hasta el Teatro Solís. Además, se apuntará a la interconexión de las cámaras de videovigilancia con otras que atenderán el tránsito, "que provoca más muertes que las rapiñas", señaló el ministro en un almuerzo organizado por la excandidata por el Frente Amplio, Lucía Topolansky.

La IMM también busca en las cámaras de seguridad nuevos usos. Según había afirmado a fines de 2014 a El Observador el director de Desarrollo Ambiental de la IMM, Juan Canessa, la comuna instalará cámaras de seguridad en ocho puntos para controlar la creación de basurales endémicos, que han sido el karma de la comuna. Las cámaras estarán conectadas con un centro de monitoreo, y se hará también control por GPS de los camiones que trasladan basura. Con esos dos sistemas se buscará poder intervenir en el lugar o utilizar los videos como prueba para aplicar sanciones.

Otra de las propuestas promovidas por la misma división municipal es la de instalar cámaras de video en algunos contenedores del Municipio CH para controlar que los boliches ubicados en la avenida Luis Alberto de Herrera y 26 de Marzo no tiren allí sus residuos.