El detrás de escena de El marginal 4: secretos y curiosidades de la nueva temporada

La acción se trasladó a una nueva cárcel, y se incorporaron nuevos nombres para esta temporada, junto a buena parte del elenco de las entregas anteriores. Sin embargo, más allá de la historia, la nueva tanda de episodios incluye curiosidades que ilustran la escala y el trabajo que hay detrás de escena. 

La construcción de Puente Viejo

Luego de tres temporadas en San Onofre, El Marginal trasladó la acción a un nuevo penal, Puente Viejo. Mientras que una vieja prisión fue la base para las primeras temporadas, Puente Viejo fue edificada dentro de una fábrica metalúrgica datada en 1912. El esqueleto de la fábrica fue completado por un equipo de construcción, que con bloques de hormigón y hierro edificó la cárcel. Luego, el equipo de arte amobló y pintó los espacios para terminar de darle la identidad a este escenario. 

En total se construyeron 18 espacios de la cárcel, entre ellos la biblioteca, una capilla, la enfermería, los baños, los pabellones donde descansan y residen los presos, y las oficinas. A eso se sumaron otras 33 locaciones, tanto en exteriores como en interiores, poblados por 2900 extras.

Look carcelario

Para la producción se diseñaron y utilizaron más de 400 cambios de vestuario, repartidos entre los diferentes personajes. Las prendas fueron adquiridas sobre todo en tiendas y ferias de segunda mano, y tratadas para que lucieran envejecidas, descoloridas, desgastadas y rotas.

Nueva música

La cuarta temporada de El marginal llegó con una nueva banda sonora. El rapero L-Gante, el líder de Damas Gratis Pablo Lescano y el productor Bizarrap fueron los encargados de la nueva canción del programa, sucesora de la canción anterior a cargo de Sara Hebe. También se grabaron 80 nuevas composiciones de música incidental para esta nueva temporada y para la quinta, que fue producida y rodada al mismo tiempo, y que llegará en los próximos meses a la plataforma de streaming.

Encerrados pero no en la cárcel

La grabación de las temporadas 4 y 5 de la serie abarcó un total de siete meses, con la pandemia como telón de fondo, lo que obligó a alterar el esquema de producción habitual. Uno de los principales cambios fue que los directores Alejandro Ciancio y Mariano Ardanáz tuvieron que trabajar a distancia. Desde sus casas, y supervisando el rodaje a través de la pantalla de una computadora, los directores veían las escenas y daban sus órdenes de esa forma para que la grabación no se interrumpiera.