El éxito inesperado de Los juegos del hambre

Concebida en 2008 por la autora estadounidense, Suzanne Collins, la saga adolescente sobre un futuro distópico sorprendió a la crítica literaria por su trama política, el uso de la violencia explícita y el desarrollo natural de sus personajes. Tan solo un año después de su publicación, el estudio Lions Gate ya se encontraba preparando la primera película de lo que sería una tetralogía imparable.

Para aquellos ajenos a Los juegos del hambre, su premisa resulta bastante más mórbida que cualquiera de sus contrapartes literarias. La protagonista Katniss Everdeen es una habitante del Distrito 12, una región minera de la nación de Panem que está bajo el control de un estado totalitario denominado Capitolio. Cada año, los distritos están obligados a participar en los “Juegos del Hambre”, una competencia televisada en donde los participantes deben luchar a muerte en una arena hasta que sólo quede un ganador. Katniss es seleccionada como “tributo” de su distrito y allí comenzará su increíble viaje.

La saga se extiende a través de tres libros (Los juegos del hambre, En llamas y Sinsajo) y ya ha producido dos películas exitosas. La semana pasada finalmente se estrenó la segunda parte (Los juegos del hambre: en llamas) en Uruguay y el entusiasmo del público y de la crítica ha sido unánime: la segunda parte es aún mejor que la primera.

Aunque la temática –niños y adolescente asesinándose entre sí mientras el mundo mira por televisión expectante– puede ahuyentar a los padres de acompañar a sus hijos a las salas, Collins ha afirmado que sus libros tratan sobre las heridas que generan los conflictos en las relaciones humanas.

Además, uno de los principales atractivos de la franquicia ha sido su protagonista. La joven actriz Jennifer Lawrence es todo un fenómeno en sí mismo y su papel como Katniss ha abierto las puertas para un nuevo modelo de héroe y líder femenino en el séptimo arte.

Por ahora, nadie parece tener problema en repetir otro plato de esta particular y ambiciosa odisea.