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El hijo de Panini atraviesa un “desconcierto emocional” y la jueza definió condiciones de su convivencia
La problemática familiar es de larga data por la violencia de género que su padre de 43 años ejercía contra Andrea Panini, la mujer desaparecida en Canelones que llegó a Córdoba (Argentina). Esas circunstancias desembocaron en un caso a nivel de la Justicia para esta pareja y, desde allí, el hijo de ambos tiene una afectación de sus derechos, acentuado desde el 10 de junio de 2021 por una reedición judicial.
Ese 10 de junio, en horas del mediodía, Panini dejó a su hijo de 11 años al cuidado de un vecino de Neptunia, a quien le dijo –como lo había hecho días previos– que tenía que presentar un escrito en el Juzgado de Atlántida, pero le aseguró que volvería antes de las 18 horas. Eso no sucedió.
Desde entonces, el menor sufre un “desconcierto emocional”, más aun en momentos en que su madre no aparecía, por desconocer si se encontraba con vida. “El niño se encuentra atravesando una situación angustiante” y “visiblemente agotado” de los sucesos que se remitirán incluso hasta este sábado, cuando su tenencia corresponda a sus abuelos paternos, según consta del expediente judicial al que accedió El Observador.
En horas de la mañana del próximo 26 de junio llegará formalmente al domicilio de los abuelos paternos, llevado por su defensor, quien dijo este miércoles en una audiencia donde se definiría su tenencia, que si bien la voluntad del menor sigue siendo la de vivir con la madre, manifestó intenciones de vincularse a su familia paterna. Ante esto, la jueza María Sol Bellomo decidió que pase al cuidado provisorio de los abuelos paternos, quienes fueron instados a afiliar a su nieto a un prestador de salud para “agilizar una pronta consulta y tratamiento psicológico a su favor”.
Además, el menor manifestó interés de poder asistir en forma presencial a la escuela este jueves y viernes, previo a las vacaciones de invierno que se extenderán hasta el 9 de julio. Así se estableció. Es por eso que la Justicia también le exhortó a los abuelos garantizar su asistencia, siempre en las oportunidades en que deba asistir de forma presencial.
Vínculos y comunicaciones
Su familia, incluida Panini, deben “abstenerse”, de comentar con el menor “todo lo relativo a la desaparición de su madre a los motivos que la hubieran impulsado, a las desavenencias que existan entre los adultos y todo otro aspecto del cual el niño no deba involucrarse procurándose a éste la mayor tranquilidad posible para su ámbito psicoemocional, garantizándole así cesar paulatinamente su angustia”, consta de la resolución a cargo de la magistrada.
Todas las comunicaciones de sus familiares deberán canalizarse a través del defensor del niño quien, según el caso, propiciará un encuentro a través de plataformas remotas, videollamadas o lo que esté a su alcance. A excepción de los abuelos paternos, quienes a su vez, no deben facilitar ningún eventual incumplimiento de las medidas de restricción que el padre del niño tiene con su hijo.
En la audiencia celebrada la tarde de este miércoles en Atlántida (Canelones), el niño dirigió la palabra por única vez: pidió que su defensor hable por él en todo momento, y lo hizo de un modo muy amable, según destacó Bellomo. Hay una “enfática voluntad del niño, de no vincularse con su padre”, así como tampoco expresa voluntad clara de hacerlo con su abuela paterna, aunque sí está dispuesto a vincularse con ella, dejó en claro la jueza.
Asimismo, él quiere vivir con su familia materna –según relató su abogado–, más allá de que está dispuesto a revincularse en estas circunstancias únicamente con su abuela paterna; no con su padre, a quien se le prohibió que mantenga comunicación y acercamiento, en un radio no menor a 500 metros y por el plazo de 180 días que están en vigencia desde el 15 de junio, cuando se realizó la primera audiencia, también en esa ciudad canaria.
Por otra parte, el menor tiene cierre de fronteras, porque aún resta dirimir la voluntad de los adultos familiares maternos de radicarse en el exterior, así como del niño, según lo expresado por su defensa y avalado por la Justicia, que dio lugar a ese punto.
Panini en Argentina
Panini, antes de desaparecer, manifestó su intención de irse a Argentina a vivir con su hijo, pero ante la falta de autorizaciones, desistió y dejó su casa de Neptunia el jueves 10 de junio.
La mujer apareció el 18 de junio en Córdoba, en buen estado de salud, a través de un contacto con un familiar que reveló que estaba allí. Ya en el Juzgado de la Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y Género, realizó una denuncia en la Mesa de Entrada en la unidad Judicial de Violencia Familiar. Junto a su abogado, de esa ciudad argentina, relató que viajó desde Uruguay dado a qué sufrió hechos violencia por parte de su expareja y que por ese motivo se trasladó a Argentina.
Estaba en buen estado y en ese momento, alojada en la casa de una amiga. Desde el fin de semana está en la ciudad bonaerense, en el domicilio de su hermana donde se ha reunido con psicólogos y sociólogos de la fiscalía argentina, confiaron allegados.
La Justicia argentina gestionó un pasaje hacia la Provincia de Buenos Aires, donde se le hizo saber a Panini que posee un pedido de paradero a nivel internacional, emitido por la Fiscalía de Primera Instancia de Atlántida del 2º Turno, a cargo de Mirna Busich en ese momento. El procedimiento en el vecino país está a cargo ahora de Tribunales Federales, según confirmaron a El Observador fuentes de la investigación en Argentina.
