El padre del software libre no volverá a Argentina

Richard Stallman se niega a ingresar a los países que registren huellas dactilares. En realidad, repudia todo lo que tenga que ver con el control electrónico del individuo y por eso ha sumado a Argentina a su lista negra de países a los que no volverá.

Resulta que en dicho país se instauró un nuevo protocolo de seguridad, SIBIOS, que funciona a través de identificación biométrica. Pero, como si esta desilusión en su última visita a Argentina no hubiera sido suficiente, durante su charla en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, el viernes pasado, le robaron la computadora.

Según informó el portal Infobae, dentro del bolso que robaron no solo estaba la valiosa computadora de Stallman con todos sus archivos personales, sino también US$ 1.000 para sus gastos en el país, medicamentos y pasaporte.

Durante su visita a Argentina, el desarrollador del sistema operativo GNU (libre, por supuesto) dijo a Infobae que tampoco está de acuerdo con que el gobierno reparta computadoras a los escolares, ya que más que igualdad de oportunidades, significa “igualdad de sumisión”.

La filosofía que Stallman predica por todo el mundo se basa en la elección de una de dos opciones: que el usuario controle el software, o viceversa. Mientras que la primera implica la libertad de modificar el programa, en el otro escenario el software maneja al usuario y puede llevar a que el individuo sea controlado por terceros, no siempre con buenas intenciones.

Con esta premisa, Stallman justificó su postura a favor de GNU/Linux o de la licencia BSD, si bien esta no es del todo libre. Basándose en la dualidad del término free, que en inglés significa tanto "libre" como "gratis", Stallman explicó que un programa es libre si respeta la libertad de los usuarios y además es gratuito.

Dejen sus celulares

Ya que la telefonía móvil funciona con software no libre, Stallman también ha decidido no usar teléfono celular y recomienda a los demás el rechazo a esta tecnología.

Admite que a veces utiliza terminales ajenos para evitar que alguien sepa dónde está parado, ya que la telefonía móvil también tiene la posibilidad de geoposicionar al usuario.

Respecto a las redes sociales, no dijo rechazarlas, pero sí aseguró que Facebook es un “motor de vigilancia”, por lo que pide a sus amigos que no suban fotos suyas.