El pueblo de la triple frontera que quiere pegar el estirón

Villa Cerro Chato, una localidad de poco más de 3 mil habitantes, es única en Uruguay: tiene una pata en Treinta y Tres, otra en Durazno y en Florida también. Pertenece a tres departamentos. Por esa razón, sus principales servicios públicos también se encuentran divididos. Para muestra un botón: el hospital de ASSE queda en Durazno, pero para pedir hora a los médicos y atenderse en la policlínica hay que ir a Treinta y Tres. Hay dos escuelas: una bajo la administración olimareña y otra que depende de Durazno. Lo mismo ocurre con las seccionales policiales.

Los habitantes de Cerro Chato están acostumbrados a ese trifinio de localidades y de hecho, un referéndum celebrado en el año 1927 pretendía poner fin a esa situación. El 3 de julio de ese año, los cerrochatenses debían decidir a qué único departamento pertenecería su pueblo. La votación la ganó Durazno pero nunca se formalizó el resultado y hasta el momento no hay intenciones de volver a plantear el tema. Un hecho que coloca a Cerro Chato pionero en la lucha por los derechos civiles fundamentales para la mujer ocurrió en ese referéndum. Fue la primera vez en América del Sur donde las mujeres participaron de una instancia de votación. Rita Ribeira, una inmigrante brasileña que vivía en Cerro Chato fue la primera en ejercer ese derecho. El suceso es vanagloriado por los lugareños e incluso en el centro del pueblo hay una plaza de nombre "3 de Julio de 1927", en honor a ese día.

Por estos días la existencia de Cerro Chato es debatida en el Parlamento, o mejor dicho la calificación del pueblo. El diputado del Partido Nacional por el departamento de Treinta y Tres, Edgardo Mier, presentó en abril de este año un proyecto para que esa localidad se eleve de categoría: de villa a ciudad. El legislador dijo a El Observador que el pedido responde a una inquietud de la gente de la zona, y es un tema que tiene varios años. "Ya hubo una iniciativa legislativa en otros períodos, que volví a reflotar porque me parece que Cerro Chato reúne las características para ascender a la categoría de ciudad", dijo Mier. Uno de los argumentos que se expone en el proyecto es el rápido ascenso demográfico que tuvo la zona, fundamentalmente vecinos de localidades cercanas que se asentaron en Cerro Chato para trabajar en los primeros procedimientos que realizó la minera Aratirí (Zamin Ferrous).

La secretaria de la Junta Local de Cerro Chato por el departamento de Durazno, Rosario Morena, explicó a El Observador que el proyecto ayudaría a esa localidad pero "faltan más cosas". "Falta una UTU en la zona, para que los jóvenes puedan capacitarse sin necesidad de irse de acá". Morena dijo que el pueblo es elegido para instalarse por muchas personas que viven en lugares cercanos porque "da vida, la gente es muy acogedora y cuando llegan, enseguida les gusta el ambiente".

El periodista de Radio Agraria de Cerro Chato, Jacinto Barrero, explicó en breves palabras el sentido de pertenencia que tienen los habitantes de la localidad: "Si vos encontrás a alguien de Cerro Chato y le preguntás de dónde es, no te va a decir 'soy de Treinta y Tres, soy de Durazno o soy de Florida', te va a decir 'soy de Cerro Chato', va más allá del departamento. Es un lugar único". (Producción: Victoria Mujica)