“Hace 75 años un canario, de Canelones, llegaba a la Presidencia de la Republica. Fue Tomas Berreta, en 1947, marzo. Su muerte no le permitió cumplir el mandato. Dejó su huella, y nos obliga a seguir pensando el país desde el territorio, no desde los escritorios”.
Con ese twitt publicado el 2 de marzo, el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, recordaba a aquel humilde agricultor batllista por quien siente especial estima, por su origen pero también por sus ideas. Como Berreta, Orsi aspira a trascender de lo departamental a lo nacional para intentar el retorno del Frente Amplio al poder del que fue desalojado por una coalición de blancos, cabildantes, independientes y colorados.
Y su probable candidatura presidencial ya empieza a inquietar al actual oficialismo donde entienden que Orsi puede resultar atractivo para el electorado establecido desde la frontera de Montevideo hacia afuera, allí donde los partidos históricos –sobre todo el blanco- tienen sus bastiones. Además, se teme una fuga de votos desde Cabildo Abierto al Frente Amplio lo que complicaría las chances del candidato de la coalición oficialista en el balotaje.
Dirigentes de los grupos nacionalistas Todos y de Alianza Nacional reconocen que el flamante partido de Guido Manini Ríos se nutrió de buena parte de los votantes de la periferia de Montevideo, esos que en pasadas elecciones apoyaron a caudillos sin aparente vecindad ideológica como Jorge Pacheco Areco, Tabaré Vázquez y José Mujica. En esos arrabales montevideanos suelen instalarse muchas personas del interior que llegan a la capital buscando mejor suerte. Para ellos puede ser atractiva una figura como la de Orsi, quien propone un estilo más informal y llano que el de la más estructurada Carolina Cosse, la intendenta de Montevideo que posiblemente pujará por quedarse con la candidatura presidencial de la izquierda.
En Cabildo Abierto varios dirigentes admiten que “intuitivamente” sienten que Orsi aparece, en lo previo, como un candidato “más díficil” de enfrentar que Cosse
En este sentido, el grupo nacionalista Mejor país se prepara para dar la batalla en el interior porque cree que ahí se jugará buena parte de la suerte electoral en 2024, particularmente si Orsi se convierte en el candidato presidencial del Frente Amplio. Desde el sector que integran entre otros los intendentes Enrique Antía (Maldonado) y José Yurramendi (Cerro Largo) y el senador Sergio Botana, dijeron a El Observador que intentarán ser “la principal herramienta” del partido fuera de los límites de Montevideo.
El senador Botana afirmó que en el interior los blancos no pueden dormirse a la hora de evitar la fuga de los votos obtenidos en las pasadas elecciones que llevaron a la presidencia a Luis Lacalle Pou y que son vitales para que el partido permanezca en el poder.
En tanto, un dirigente del sector Batllistas del Partido Colorado señaló a El Observador que Orsi tiene un perfil “más populista” que Cosse y que su discurso puede prender en los votantes menos informados de los asentamientos irregulares y en zonas pobres del interior. “Es un fenómeno al que debemos estar atentos”, agregó.
Por su lado, en Cabildo Abierto varios dirigentes admiten que “intuitivamente” sienten que Orsi aparece, en lo previo, como un candidato “más díficil” de enfrentar que Cosse. Dicen que el dirigente del Movimiento de Participación Popular (MPP) parece tener mayor llegada entre la gente más pobre y transmite una actitud “campechana” que puede calar en el interior
Desde el entorno de Orsi suelen señalar que el intendente quiere ampliar el análisis de la realidad del país “más allá de las mesas del Sportman y el Sorocabana”, bares donde la intelectualidad de izquierda solía reunirse para dirimir el futuro.
En la insipiente pelea por la candidatura frenteamplista, las últimas encuestas muestran una ventaja para el hombre de Canelones. Según un sondeo divulgado la pasada semana por la empresa Opción Consultores, Orsi lidera las preferencias de los frenteamplistas con el 42% seguido por Cosse con un 28%. Esos datos muestran un crecimiento del apoyo de una eventual candidatura del jefe comunal canario que en el anterior sondeo tenía un 35% de preferencias.
Desde el entorno de Orsi suelen señalar que el intendente quiere ampliar el análisis de la realidad del país “más allá de las mesas del Sportman y el Sorocabana”, bares donde la intelectualidad de izquierda solía reunirse para dirimir el futuro. “El origen de Orsi le permite entender las necesidades de las personas del interior que a veces son subestimadas o menospreciadas desde Montevideo”, dijo un dirigente orsista. Desde filas de Cosse consideran, en cambio, que la intendenta de Montevideo es más conocida que Orsi en el interior del país y puede exhibir una importante llegada en las bases del Frente Amplio.
En este último punto radica una de las principales diferencias en la estrategia de los precandidatos de la izquierda. Cosse apela mayormente a la militancia de la izquierda y su discurso suele ser implacable con la gestión del gobierno de Luis Lacalle Pou. Orsi ofrece una cara más amable con la mirada puesta en el balotaje
Pero todavía falta un buen trecho para saber si el intendente de Canelones logra, al igual que su estimado Berreta, trascender la frontera del departamento y le otorga asidero a la temprana inquietud de sus adversarios.
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