El teletrabajo ha provocado modificaciones en los contratos laborales, pero hasta ahora han sido solo verbales

Es decir, si un empleado recibía un beneficio al ir a la oficina, ahora ya no lo percibe por lo tanto eso tendría que quedar por escrito. Dentro del mundo laboral, se están dando estas transformaciones, pero en la mayoría de los casos vienen siendo solo verbales.

La razón es que aún no se aprobó el proyecto de ley que busca regular el teletrabajo en Uruguay y que fue presentado por la senadora colorada, Carmen Sanguinetti.

“Las empresas que ya acordaron seguir con una modalidad de trabajo remoto, alcanzaron acuerdos para cambiar condiciones importantes en materia laboral”, explicó el abogado laboralista y socio de Pérez del Castillo & Asociados, Matías Pérez del Castillo.

Las modificaciones son diferentes y dependen de cada rubro. Por ejemplo, hay variantes en quién debe proveer los equipos durante la jornada laboral, lo mismo sucede con el pago de algunos impuestos porque se entiende que se encarecen al teletrabajar o incluso hay modificaciones en el horario de trabajo.

“Lo habitual es que se acuerde cierta flexibilidad en materia de horario de trabajo, por eso es un tema que suele sufrir cambios”, agregó.

No obstante, no es obligatorio que estas modificaciones queden constatadas por escrito, dado que no hay ninguna ley que lo regule. Pérez del Castillo recomendó que lo mejor siempre es poder generar algún documento, en donde queden registrados los cambios porque brinda seguridad a las dos partes.

“Es algo recomendable para considerar las notas de las relaciones laborales. Porque si soy empleador o empleado, me tengo que asegurar de determinadas cosas y lo mejor ahí es dejar un precedente escrito”, explicó.

Diego Viana, abogado laboralista, comentó que a su entender no siempre es recomendable establecer esto por escrito. Explicó que lo más prudente es esperar a que el proyecto de ley presentado por Sanguinetti sea aprobado, para tener claro cuál será el contexto.

“La empresa y los empleados tienen elementos para poder comprobar que efectivamente están cumpliendo cada uno con su parte”, explicó.

A su vez, conviene diferenciar los contratos de aquellos que quieren teletrabajar y los que prefieren ir a la oficina. Este es un proceso que muchas compañías están llevando adelante, pero que tendrá una definición más clara hacia el corto plazo.

Hasta ahora, las empresas y los trabajadores han implementado estos cambios de común acuerdo. Viana reparó que estos no pueden ir en contra de leyes que ya están establecidas y que son muy “rígidas”. Puso como ejemplo que, la flexibilidad de horario de trabajo, no puede contradecir la ley 5.350 que implica ocho horas diarias.

Por otra parte, es de esperar que el proyecto que impulsa Sanguinetti sea aprobado por el Parlamento y allí se establece que la modalidad de trabajo remoto debe quedar registrada. Si esto sucede, las empresas deberán incluir las modificaciones en los contratos laborales.

El proyecto de ley busca aportar seguridad jurídica. Viana comentó que esto es algo que le sirve tanto al trabajador como al empleador, además de que provee un contexto claro para trabajar de forma remota.

a mala relación

En los hechos estos cambios aparecieron, con o sin acuerdo. Si bien en la mayoría de los casos no ha habido inconvenientes, muchos trabajadores se han sentido “desatendidos” durante los meses de teletrabajo.

En este sentido Beatriz Martínez, directora de Martínez & Asociados, subrayó que lo ideal sería incluir pautas de relacionamiento entre el empleado y el empleador.

A su vez, sería conveniente redactar con claridad, porque se han dado mucho malos entendidos. Martínez puso como ejemplo que hay problemas de interpretación entre lo que es teletrabajar todo la semana y lo que sería un régimen mixto entre presencialidad y trabajo remoto.

“Creo que dejar establecidas las pautas, será vital para la salud laboral y mental de todo el mercado de trabajo”, resumió la experta en recursos humanos.