Una parrilla más cara para los uruguayos en 2021: el asado y la colita de cuadril subieron 20%

La inflación cerró el 2021 en 7,96% y si bien se moderó casi 1 punto y medio frente al año previo (9,41%), quedó por cuarto año consecutivo por fuera del rango meta definido por el equipo económico (3%-7%). También se colocó por encima de lo proyectado por el Ministerio de Economía y Finanzas en la última Rendición de Cuentas (6,9%). 

La dinámica inflacionaria en el año recién acabado estuvo marcada por un contexto atípico: reactivación económica en pandemia, aumentos de los salarios por encima de la pauta del Poder Ejecutivo, alzas en los valores internacionales de los alimentos —y del petróleo— que influyeron en los precios locales, y una política monetaria del BCU que comenzó su viraje de “evitar restricciones de liquidez” a “lograr la convergencia de las expectativas de inflación al objetivo”.

En base a los datos desagregados del Índice de Precios al Consumo (IPC) publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), El Observador indagó en detalle qué productos están detrás de la inflación y cómo se vieron afectados los distintos rubros de la canasta.

Carne, la (fuerte) suba de un producto sensible 

De cada $ 100 que el consumidor medio gasta en alimentos en el país, $ 32 están destinados a comprar carne de algún tipo. El producto típico de la mesa uruguaya tuvo un aumento generalizado de 15% a lo largo del año, casi el doble que el promedio de la canasta de bienes y servicios que releva el INE. Los incrementos que sufrieron en el año pasado los cortes de vaca están ligados al hecho de que los precios internacionales subieron, y si bien ello ayuda al desempeño general de la economía y al sector exportador, tiene como efecto secundario un traslado de los valores del exterior al mercado local.

La carne fresca vacuna —que representa más de la mitad de lo gastado en carnes— tuvo una apreciación de 20%, con las menores alzas registradas para la carne picada magra (16,6%), costilla redonda (16,4%) y nalga (16,2%), mientras que se encarecieron en mayor medida cortes como falda (26,6%) y aguja (25,4%). El asado de tira, referencia de la parrilla dominical, subió 21,6%, similar a lo sucedido con la colita de cuadril (20,3%).

A diferencia de lo ocurrido con los cortes vacunos, la carne de ave —pollo, gruesamente— apenas subió 2,5%. El pollo entero lo hizo en 2,9%, a la vez que los muslos bajaron 0,7% y el valor de la suprema creció 9,6%.

Otros productos de carne tan diversos como milanesas, hamburguesas, frankfurters, chorizos o pescado registraron incrementos de entre 9% y 14%. El jamón cocido solo lo hizo en 5,5%.

Lácteos, harinas e infusiones 

La leche aumentó 7,3%, el yogur 8,4% y los quesos —genéricamente— 13,4% el año pasado. Dentro de estos últimos, el que lo hizo en mayor medida fue la muzzarella, que subió 19,4% y en el otro extremo el queso rallado, con 10,6%. Por otro lado, los huevos se abarataron en 3,4%. En 2021 fue un año de fuerte valorización de los lácteos en los mercados internacionales. La leche en polvo entera, el principal producto de venta al exterior, se valorizó 14% el pasado año. 

En tanto, los panes y cereales en su conjunto se encarecieron un 7,6%, en línea con la fuerte valorización del trigo en los mercados internacionales. Entre los aumentos de más relevancia estuvieron los del arroz (13,3%), pan rallado (12,3%) y alfajores (11%). 

Por su lado, los aceites de soja subieron 45,7% y 33,8% el de girasol. El azúcar hizo lo mismo en 18,4% y otros productos dulces como dulce de leche o helado, alrededor de 8%.

Por su parte, uno de los protagonistas de la canasta de consumo uruguaya, la yerba, se salvó casi por completo de la inflación y sólo varió en 1,3%. En cambio, sus competidores lo hicieron en mayor medida: el té subió 6,9%, mientras que el café instantáneo y el de filtro lo hicieron 7% y 15,6%, respectivamente. 

Frutas, legumbres y hortalizas frescas 

Las frutas se abarataron 19,8% en total durante 2021. El drástico descenso estuvo liderado por rebajas en naranjas (27,6%), mandarinas (25,1%) y manzanas (38,2%).

Las legumbres y hortalizas frescas, sin embargo, experimentaron un crecimiento de su valor de 7,6%. Los cambios fueron encabezados por aumentos en el zapallito (23,5%), el tomate (19,8%) y la lechuga (11,3%), al mismo tiempo que la volátil dinámica de precios que suele observarse en estos productos determinó reducciones fuertes en el zapallo (18%) y tubérculos como la papa (31,9%) y el boniato (39%).

Bebidas alcohólicas y tabaco

La categoría formada por bebidas alcohólicas y tabaco —se lleva el 4,3% del gasto de los uruguayos— se encareció 9,3% en 2021. El incremento en el valor de estos productos no estuvo marcado por grandes altibajos. Los precios más estables fueron los de la cerveza (7,7%) y los de ascenso más marcado fueron los de el vino (10,5%). El tabaco, por su parte, se apreció 9,3%.

Los aumentos vistos por rubro

El mayor peso en la canasta de consumo de los uruguayos lo tiene el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas, que aumentó 6,5% en general. Esta clase de productos es la que más afecta a las familias de menores ingresos, y si bien su crecimiento estuvo por debajo de la inflación general (7,96%), también estuvo ligeramente por encima del crecimiento de los salarios registrado por el INE hasta noviembre (6,02%).

Asimismo, cabe destacar que recientemente se decretó un aumento del salario mínimo nacional del 8% para este año, en sintonía con la inflación de 2021. Mientras los números de empleo le sonríen al gobierno, todavía queda pendiente una recuperación del poder de compra de los trabajadores. Días atrás, Isaac Alfie afirmó a radio Carve que con las cartas a la vista de la reactivación del empleo, el salario real “va a tener que empezar a subir”.

En la cifra general de 2021 no hubo rubro que se encareciera más que el de transporte, con un incremento de sus precios de 13,4%. La categoría sufrió particularmente por el aumento de los combustibles  —de 27% respecto al diciembre anterior— como resultado de presiones en el mercado internacional hacia la mayor demanda de petróleo para impulsar la reactivación económica del mundo. Incluso así, Ancap viene sosteniendo el precio de sus tarifas por debajo de lo que marcan los precios de paridad de importación desde octubre, aludiendo a ganancias extraordinarias por sus ventas de gasoil a UTE. 

Así como los aumentos del combustible se concentraron en enero y sobre todo a mediados del año, también impactaron con fuerza las subas del boleto en diciembre del transporte interdepartamental, suburbano y local (que también subió en abril). A su vez, la adquisición de vehículos apuntó en la misma dirección y se apreció en 11,6%, con una suba de las motos en particular que llegó a 24,3%.

El rubro que siguió a transporte fue el de muebles, artículos para el hogar y para la conservación ordinaria del hogar, cuyos precios treparon en casi 10%. No ayudó que la inflación internacional en alza y el aumento del tipo de cambio en la plaza local (de 5,5%) tenga un impacto especial en la división, particularmente en los electrodomésticos (que son básicamente importados). Algunas alzas notorias fueron heladeras (26%), cocinas (19,8%), lavarropas (28,8%) y equipos de aire acondicionado (41,3%).

En contraste, las comunicaciones fueron las que presentaron menores incrementos. Los precios del rubro en términos reales vienen a la baja desde hace años y 2021 no fue la excepción. De hecho, para este año el Poder Ejecutivo optó por mantener congeladas la tarifas de Antel para la telefonía móvil, fija e internet.