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Entre burocracia, reducción presupuestal y jubilaciones, la situación "es más que grave" en la Dinacia
"Me atrevería a decir que la situación es más que grave". Así se pronunció en el Parlamento el titular de la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia), Gaetano Battagliese, con respecto a la realidad que vive ese organismo, vital para la seguridad y el control de espacio aéreo uruguayo.
Burocracia, reducción presupuestal, la evolución natural del ciclo de la vida y hasta medidas sindicales colaboran en un continuo proceso de merma del personal en esa repartición, al punto de dejarle al borde del incumplimiento en algunos de sus cometidos.
Hoy la Dinacia cuenta con 412 funcionarios, muy lejos de los 600 que constituirían su base adecuada y con los que el organismo no cuenta desde 2009. Para 2025, se estima que la plantilla se se limitará a 220 empleados, a partir de una simple proyección de los funcionarios que se jubilarán.
"Lamentablemente, ya hay responsabilidades que no vamos a poder cumplir", adelantó Battagliese ante la Comisión de Defensa del Senado. Entre ellas, la de proveer inspectores de transporte aerocomercial en el Aeropuerto de Laguna del Sauce. También el cumplimiento de la ley que que fines del año pasado dispuso la creación del Sistema de Aeropuertos Internacionales, y que obliga al organismo a disponer específicamente de 80 funcionarios.
Otro de los factores que colabora con esta situación fue apuntado por el subsecretario de Defensa, Rivera Elgue, que recordó los efectos del Decreto 90/020, que redujo la posibilidad de cubrir vacantes en el Estado. Si bien el ministerio logró una excepción para los militares, no fue así en el personal civil, que integra la Dinacia.
Ese decretó generó un grave inconveniente”, admitió Gustavo Figueredo, director general de Recursos Humanos del ministerio, que señaló que la gestión para incorporar más personal “tiene un importante aspecto burocrático en cuanto al tiempo que insume”. El trámite, señaló, debe pasar por la Oficina Nacional de Servicio Civil y por la Contaduría General de la Nación.
Se trata de un proceso complejo, debido también a las exigencias y especificidades de las funciones que los eventuales contratados deberán cumplir.
“La situación es crítica y se puede llegar a complicar un poquito más el año que viene si no logramos cubrir a tiempo las vacantes que nos permiten, que son un tercio de las ya generadas”, indicó. "Las gestiones han sido y son complicadas, fundamentalmente por trabas burocráticas", dijo.
A esto se le agrega otro factor. Son los propios controladores actuales los que capacitan e instruyen a los nuevos, pero el sindicato decidió suspender esa formación en reclamo de aumentos salariales. Según Battagliese la Dinacie tiene hoy un déficit de 15 controladores aéreos, que necesitaría llenar.
Radares: cobertura asegurada
Más allá de esta situación el subsecretario de Defensa, Rivera Elgue, ratificó ante la comisión que se cumple a cabalidad con el control del espacio y el tráfico aéreo dentro de las normas internacionales. La presencia de la delegación, este lunes ante la Comisión de Defensa del Senado, tenía precisamente el cometido de informar sobre la situación a los legisladores.
El radar Leonardo, ubicado en el Aeropuerto de Carrasco, volvió a funcionar hace algunas semanas luego de que técnicos italianos llegaron a Uruguay para dejarlo operativo.
Adquirido en 2014, tenía una garantía de dos años. En 2016 venció la garantía y allí se “empezó a conversar”, según Battagliese, un servicio de soporte.
En marzo de 2019 se realizó el pedido de servicio a la empresa Leonardo, que fue reiterado en enero de 2020. Este año el radar comenzó presentar fallas y terminó por caer en mayo, al no contar con mantenimiento.
En Carrasco también hay un radar secundario Indra, de origen español, que opera como respaldo y que fue arrendado por un mínimo de dos años. También hay un “radar viejo” de tráfico civil en Durazno, que cuenta con más de 20 años de servicio y que, según las autoridades, será cambiado próximamente.
Se cuenta también con dos radares militares: uno instalado en Santa Clara de Olimar y el otro, móvil, que actúa como respaldo.
El sistema está integrado además por dos estaciones de vigilancia automática (ADS-B), que detectan las aeronaves comerciales. Una ubicada junto al radar Indra y otra en Durazno, para que el caso que fallen los radares
"La cobertura está asegurada", expresó Battagliese.
A Puerta del Sur solo se le pidió un radar
Entre 2022 y 2023 será renovado el radar de Durazno. La inversión estará a cargo del consorcio Puerta del Sur, que asumirá el control en esa y otras cinco terminales del interior en el marco del reciente contrato suscrito con el gobierno que le amplió a esa firma la concesión del Aeropuerto de Carrasco.
El contrato suscrito recientemente con el consorcio Puerta del Sur, que amplió la concesión a esa firma del Aeropuerto de Carrasco y le otorgó otras seis terminales del interior, prevé la instalación del nuevo aparato entre 2022 y 2023.
“Esa es la perspectiva en cuanto a obras de infraestructura” en el marco de ese convenio. Así lo señaló el director general del Ministerio de Defensa, Fabián Martínez, ante una consulta de la bancada del Frente Amplio. “Se exigió que específicamente que fuera nuevo”, indicó.
Según el jerarca solo en Durazno está prevista una inversión de ese tipo ya que así lo recomendaron los servicios técnicos de la Dinacia.
Correrá a cargo de la empresa adjudicataria y estaría incluido en los US$ 67 millones que Puerta del Sur anunció como inversión total. Al consorcio, precisó el jerarca, no se le solicitó ningún aporte en cuanto a control aéreo suplementario en Carrasco.
