Entre el amor y el odio, así es la relación entre uruguayos y argentinos en la costa
Los locales critican el "agrande" argentino, mientras que los turistas adoran la amabilidad y sencillez local
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18 de enero de 2018 a las 09:18
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No es demasiado novedoso que el uruguayo de a pie no aprecia demasiado algunos comportamientos de los argentinos, en particular de los porteños, los residentes de la ciudad de Buenos Aires que en el léxico cotidiano pasan a denominar al resto de sus compatriotas (que no están muy de acuerdo con ser llamados así). Tampoco es un secreto que los argentinos aprecian mucho más a los uruguayos.
Pero el diario La Nación recorrió Punta del Este para descubrir qué es lo que más molesta de los argentinos a los uruguayos, y viceversa. El descubrimiento fue que los visitantes no tienen nada negativo para decir de los locales.
Entre los uruguayos, las críticas más habituales apuntan a la forma de manejar, más rápida y agresiva que la local, la manera de hablar demasiado alta y "el agrande". Aunque también puntualizan la diferencia entre los argentinos del resto del país en contraste con los de Buenos Aires, que suelen reunir esas críticas.
"Si nosotros no venimos se mueren de hambre", escuchó uno de los consultados, pero puntualizó "al de Buenos Aires lo reconocés en seguida, al del interior capaz que lo pasás por alto". Los uruguayos también sugieren una mayor relajación, que tomen una actitud de vacaciones y descanso. "Que sean más ellos y no busquen aparentar", comenta una mujer.
En contrapartida, los argentinos se deshacen en elogios. Destacan sobre todo la amabilidad, la sencillez, la educación y la forma de abordar al turista. Los del interior, de hecho, comparten las críticas al porteño. Pero reconocen que la forma en la que los locales los tratan depende de la manera en la que se comporta el turista.
"Los uruguayos lo que quieren es que seas amable, que les hables bien. Si lo hacés, van a ser los más serviciales y buenos posible. En cambio, es el efecto feedback, si vos entrás y decís 'cuánto sale', 'qué es esto', 'traeme una coca', toda esa actitud soberbia, vamos a ser mal atendidos", comenta una turista que se identificó como Alejandra.
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