Foto: Leonardo Carreño.

Es momento de probar algo distinto en seguridad

La implementación del nuevo plan de seguridad requería una nueva manera de conducir a la policía

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12 de febrero de 2023 a las 05:00

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Uno de los temas que llevó a la coalición multicolor al gobierno fue la promesa de mejorar la seguridad. La ciudadanía pedía más firmeza contra el crimen. Asimismo existía en la interna policial un reclamo de mayor apoyo por parte de las jerarquías políticas. Con esos objetivos asumió Jorge Larrañaga en 2020 y para llevarlo a cabo eligió para la pata policial del ministerio a Diego Fernández, un policía de la vieja guardia, verticalista con una visión represiva del combate del delito.

El director de la Policía Nacional es el jefe de todos los policías, y el cuarto en la escala jerárquica política del Ministerio del Interior, por lo que es fundamental que esté alineado con los objetivos políticos que se trace el gobierno. También su equipo lo estaba, el subdirector de la Policía, Héctor Ferreira, quién tuvo que renunciar luego de que trascendiera en chats con Astesiano que había insultado a legisladores del Frente Amplio, y Jorge Berriel, imputado por la Justicia este viernes por tres delitos de revelación de secreto.

Con la llegada de Luis Alberto Heber al ministerio por el fallecimiento de Larrañaga las cosas cambiaron. Para empezar el ministro necesitó un período de adaptación para conocer una realidad que le era totalmente ajena, ya que la seguridad no era un tema de su especialidad. Mientras eso pasaba se recostó mucho en el quehacer de la cúpula policial que no era la elegida por él ni la de su confianza.

Mientras tanto los homicidios empezaron a crecer y la bandas de narcotraficantes volvieron a dominar algunas zonas como pasó en 2017 y 2018 en Casavalle con Los Chingas. Estas bandas que torturan, descuartizan y matan, coparon cinco o seis barrios de Montevideo y explican casi la mitad de los homicidios ocurridos en 2022: 47% fueran catalogados como por “conflictos entre grupos criminales, tráfico de drogas, ajustes de cuentas” y a su vez 49% no se han aclarado. Como consecuencia los homicidios aumentaron 25% en el año con respecto a 2021.

En mayo del año pasado, que fue cuando se registró el primer pico del año con 38 homicidios (luego, se dio otro pico en agosto y otro en octubre) se prendieron las alarmas y se anunció un cambio en la estrategia policial pero los cambios no fueron bien comunicados -Heber habló de un plan para frenar los homicidios pero no explicó bien su contenido-. A su vez, el recambio de la cúpula policial, que ya se vislumbraba necesario, no llegó hasta ahora.

Esto dio pie a la oposición para sacarle punta al lápiz. El exdirector de Convivencia del Frente Amplio, Gustavo Leal, escribió en una columna que en mayo pasado Heber anunció un plan para combatir los homicidios, ahora anunció un nuevo ‘Plan de Prevención de Homicidios’. “Nadie sabe si el plan anterior existió y era real o fue otro anuncio vacío. En todo caso, lo que no se puede discutir es que fue un fracaso porque aumentaron los homicidios que pretendía disminuir. Pero de eso nada dijo”, sostuvo Leal en una columna que escribió en La Diaria en la que hacía hincapié en la situación de Peñarol.

El coordinador del Programa Integral de Seguridad Ciudadana, Diego Sanjurjo le respondió con una gráfica con datos oficiales que demuestran un descenso de los homicidios y rapiñas en ese barrio.  Escribió: “Desde mayo cambió la estrategia policial que se venía implementando en el barrio Peñarol. Al comparar el promedio mensual enero-mayo con el de junio-diciembre, los homicidios se redujeron 45% y las rapiñas 42%. Paren la manija”.

La visión del gobierno es que la falta de combate al microtráfico en los gobiernos anteriores permitió crecer a las bandas que fueron ganando terreno en ciertos barrios, y por eso ahora apuestan al combate a estos grupos. Pero también, las jerarquías políticas lograron comprender sólo con un plan que apunte a la presencia policial y el patrullaje no alcanza. Las cámaras y los policías parados en las esquinas disuaden pero para combatir el delito hay que ir a las causas sociales y apuntar a planes integrales.

Y eso es lo que se quiere abordar con este plan financiado por el BID, que no ha estado exento de críticas tanto de la oposición como de la propia coalición por quiénes comparten la visión de la mano dura como el líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, o el diputado colorado, Gustavo Zubía que llegó a decir que para combatir la delincuencia se deberían "tomar medidas de fondo que requieren una posición mucho más dura, no una posición de Heidi".

Si bien se demoró medio año en comenzar a tomar forma, ya que Sanjurjo viene trabajando en el plan desde julio, Heber ha tomado una buena decisión al darle cabida.

Y para hacerlo era necesario también acompañar la ejecución del plan con un cambio en la cúpula policial porque para que resulte la policía entera deberá estar alineada con la estrategia. Para ello el ministro eligió como nuevo director de la Policía a José Azambuya, un policía joven que tiene una concepción moderna de la gestión, que trabaja en equipo y que lidera el mando desde el convencimiento y no desde el verticalazo, según dijeron desde el Ministerio del Interior.

Además es respetado por sus pares y es comisario general, el rango más alto de la jerarquía policial, rango que no tenía Fernández que es comisario mayor (un escalón más abajo). Actualmente se desempeña como jefe de Policía de Florida y dirigió por años a la Policía Científica. Mientras que Johnny Diego, actual jefe de Policía de Colonia, quien asumirá el cargo de subdirector policial, es muy allegado al ministro y Efraín Abreu, el tercero del equipo, actual director de la Escuela policial, también es de un policía de confianza del ministro.

Este nuevo momento de la gestión requiere hacer cosas distintas, aunque probablemente los resultados no se verán inmediatamente pero si es necesario darle crédito, y dejar que el plan se concrete y avance, y que no ocurra como la comisión de expertos que se formó para temas carcelarios (llamada GACH carcelario) que no pudo avanzar porque desde lo político se .le puso freno a las propuestas de los técnicos.

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