AFP

Escándalo por el rol de la inteligencia en el tráfico de adolescentes inglesas a Siria para entregarlas a terroristas de Daesh

El primer ministro se comprometió a investigar los hechos que involucran a los servicios de inteligencia ingleses y canadienses; se conocieron a partir de la publicación de un libro de investigación periodística publicado este martes

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03 de septiembre de 2022 a las 14:14

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El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha prometido que se abrirá una investigación sobre las acusaciones de encubrimiento de las acciones de un espía que trabajando para la inteligencia canadiense habría participado en el tráfico de tres jóvenes escolares, Shamina Begum y dos amigas, desde Bethnal Green, en Londres, hasta Siria, donde fueron entregadas a terroristas de Daesh.

El compromiso de Trudeau se anuncia después de que saliera a la luz la complicidad del Reino Unido y Canadá en el encubrimiento de Shamina y sus amigas, de 15 años de edad.

La revelación del hecho fue hecha por un ex corresponsal del Sunday Times, Richard Kerbaj, en un libro, La historia secreta de los cinco ojos, aparecido este martes. El título del libro refiere a la alianza de las comunidades de inteligencia de Gran Bretaña, los Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda y su contenido está basado en entrevistas a líderes del mundo y más de 100 funcionarios de inteligencia.

De acuerdo con lo investigado por Kerbaj, la inteligencia canadiense había reclutado una traficante de personas llamado Mohammed Al-Rashed, cuando solicitó asilo en la embajada canadiense en Jordania.

Al-Rashed fue quien ayudó a Begum y sus amigas a entrar a Siria desde Turquía y se cree que lo mismo hizo con docenas de británicos que viajaron -junto con sus novias y esposas- para unirse a los combatientes jihadistas en Siria.

El traficante fotografió los pasaportes de las jóvenes con el pretexto de que lo necesitaba para comprar pasajes para los transportes, pero envió las imágenes a su responsable del Servicio de seguridad e inteligencia canadiense (CSIS) en la embajada de Jordania.

Mientras que la policía metropolitana del Reino Unido emitía un alerta urgente solicitando datos sobre las escolares a quien pudiera haberlas visto en el aeropuerto de Gatwick, Canadá mantenía silencio pese a tener en sus manos la información sobre el paradero de las tres amigas.

Cuando las autoridades turcas arrestaron a Al-Rashed encontraron en su poder los documentos de viaje y los boletos, lo informaron al Reino Unido que, en complicidad con Canadá, ocultó la información.

El CSIS ha logrado mantener oculto su rol en el reclutamiento y dirección de Al-Rashed, pero el vicedirector de la agencia fue enviado a Ankara, aparentemente para disculparse con las autoridades turcas por no informarles que habían estado operando en contrainteligencia en su territorio.

El abogado de la familia Begum, Tasmine Akunjee, solicitó abrir una investigación sobre el rol de la policía y la inteligencia británica.

“Gran Bretaña ha hecho esfuerzos para detener a Daesh y el acoso de nuestros niños, gastando millones de libras en programas de prevención y monitoreo online, pero al mismo tiempo hemos estado cooperando con aliados occidentales, intercambiando información sensible de inteligencia mientras secuestran a nuestras hijas y las trafican a través de Siria para entregarlas a Daesh en nombre de la necesidad de recoger inteligencia”, le dijo Ajunkee a The Times.

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