El exceso de velocidad será registrado por controladores que están instalados en diferentes puntos de la ciudad; luego, los inspectores que se encuentran en el CGM serán los encargados de determinar si la multa se aplica o no.
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Sobre la eventual tolerancia que se tendrá con la puesta en vigencia del sistema de control (si se permitirá excederse en cierta cantidad de kilómetros por encima de lo establecido en la zona en cuestión), el director de Tránsito de la
Intendencia de Montevideo, Pablo Ferrer, declinó precisar de cuánto será.
"Generalmente se admite una tolerancia. No es que esté dispuesta por norma, sino que se dispone en función de cuál es el instrumental de medida y es un tema más de tradición que de otra cosa", dijo a El Observador
Ferrer, quien además resaltó que "la velocidad máxima dispuesta y señalizada es la máxima a la que se puede circular".
El nivel de tolerancia es un "criterio de fiscalización" que fija el gobierno departamental, por lo que no depende de cada inspector sino que es un mandato al cual deben adherir todos los funcionarios que aplican
multas. Sin embargo, Ferrer se negó a señalar cuál es la tolerancia que tienen los operadores antes de aplicar una multa por exceso de velocidad. "Depende de las circunstancias y de los criterios que se estén aplicando en cada momento", dijo.
"Las normas no tienen flexibilidad. La flexibilidad hace al criterio con el que se fiscaliza. Eso es en todos los órdenes", concluyó el director de Tránsito.
Tradicionalmente se manejaba como margen de tolerancia unos 10 a 15 kilómetros por encima del máximo permitido.
Los cambios fueron comunicados el lunes pasado en una resolución que afirma que la necesidad de "actualizar las velocidades máximas permitidas en algunas vías o tramos de tránsito de Montevideo" se da a partir de la detección de "incongruencias, omisiones e imprecisiones".