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Caso Luciana Bentancur: el homicida le dio 49 puñaladas para robarle $ 30 mil
La fiscal de Canelones, Alicia Schiappacasse, imputó este viernes a un joven de 21 años como coautor del homicidio de Luciana Bentancur, ocurrido el 4 de setiembre del año pasado en la localidad de Castellanos, Canelones.
El hombre, detenido el miércoles, fue imputado como autor penalmente responsable de un delito de homicidio muy especialmente agravado y se solicitó como medida cautelar la prisión preventiva por 180 días mientras continúa la investigación. Le dio 49 puñaladas a Bentancur para robarle $ 30 mil que tenía en su casa.
La fiscal dijo en rueda de prensa que hay otro hombre detenido que declarará en las próximas horas. “La investigación continúa. Ahora vamos a recolectar nuevas evidencias y ver si hay más involucrados”, sostuvo.
Schiappacasse explicó que el imputado es un joven que "cuenta con problemas psiquiátricos", pero eso "no impide su imputación". El estudio realizado al hombre en el hospital Vilardebó concluyó, sin embargo, que no tenía "síntomas ni signos psiquiátricos agudos que mencionar", según el dictamen de la fiscal.
De la sentencia también surge que el imputado "es una persona impulsiva, manipuladora (principalmente de su entorno) y extremadamente agresiva cuando se la contradice, tanto contra terceros como sí mismo".
El 4 de setiembre de 2019 le dio 49 puñaladas a Bentancur, "distribuidas entre su pecho, cuello, manos, antebrazos y espalda", señala el dictamen. El hombre vivía a "no más de 300 metros" de la casa de la víctima y junto a otro hombre, que vivía con él, pasaba "asiduamente por la casa" de Bentancur para ir a un comercio que quedaba en frente.
Según el dictamen, el imputado preguntó al comerciante si la odontóloga vivía sola, algo que llamó la atención. El día del asesinato el imputado y el hombre con el que vivía fueron hasta la casa de Bentancur "con intenciones de hurto". Si bien en un principio dijo que quien entró en la casa fue su compañero y que fue él quien la mató, luego dio "detalles del domicilio" que solo podía conocer "alguien que ingresó" a la casa y la "recorrió por determinado lapso de tiempo".
"El imputado se ubicó en todo momento en la escena del hecho, describió con lujo de detalles condiciones del interior del domicilio, objetos particulares que se encontraban allí adentro y la forma en la que ingresaron al domicilio (por la puerta lateral que se encontraba abierta y tenía una puerta mosquitero destrancada también)", afirma el dictamen de la fiscal.
Además, el imputado dijo que Bentancur estaba en la cocina y que ahí mismo "la empujaron hacia el interior y comenzaron a atacarla a puñaladas, finalizando en el consultorio odontológico de la víctima", donde fue hallada muerta. Se llevaron los $ 30 mil que estaban en el consultorio.
Según la declaración del hombre imputado este viernes, fue el otro hombre que lo acompañó quien tiró el arma blanca y la ropa que llevaba puesta.
Después del homicidio, el imputado abandonó Castellanos, se fue desde la terminal de Tres Cruces con "bolsos de gran porte" hacia el norte del país, específicamente a Rivera, donde vive su padre y un hermano mayor. Sin embargo, tiempo después pasó varios meses en Sarandí Grande, hasta que volvió a Montevideo, supuestamente para conocer a una mujer. Lo detuvieron el 4 de marzo.
Schiappacasse explicó que el otro hombre, de 41 años, que había sido detenido en Florida el miércoles quedó en libertad porque no había "elementos suficientes" para imputarlo.
La fiscal aseguró en el dictamen que Bentancur, madre de un niño de 3 años, mantenía un "bajo perfil, se dedicaba enteramente a su profesión y a la crianza de su hijo". "No poseía nueva pareja (se había separado del padre de su hijo), tenía escaso contacto con sus amigas, no era usuaria compulsiva de las redes sociales, no mantenía vínculo con la comunidad más allá de sus pacientes, así como tampoco presentaba hábitos de vicios o de habitual vida nocturna", agregó en el documento.
"Muy por el contrario, se trataba en palabras de sus familiares y allegados de una persona sencilla, de hábitos simples, tolerante, pausada y tranquila, que era querida por todas las personas que conocía y mayormente muy reservada en relación a su vida personal y el relacionamiento con su familia", afirma el escrito.
Los vecinos y familiares de Bentancur se movilizaron en dos ocasiones para pedir justicia por el crimen, que por varios meses se mantuvo impune. En el transcurso de la investigación, la policía manejó varios nombres de sospechosos, entre los que se incluyó a un vecino de la ciudad que declaró pero quedó en libertad.
Luego, debido a las dificultades del caso, Schiapaccasse solicitó en octubre que la causa fuera declarada en reserva.
