Incendios en Amazonia ponen al agro brasileño bajo la lupa

Desde propuestas para suspender la importación brasileña de carne hasta la suspensión de compra de cueros por parte de grandes grupos internacionales se sucedieron en las últimas semanas. Y eso lleva a las principales compañías globales presentes en Brasil a asegurar que no se abastecen de zonas donde se aceleró la desforestación.

En países como Francia e Irlanda se insinuó que la política brasileña respecto a la Amazonia podía dejar en suspenso el acuerdo de la Unión Europea-Mercosur. Se trata justamente de países en los que hay una fuerte presión de los agricultores para no avanzar con el acuerdo.

Desde otros países se dieron amenazas más concretas. El Ministerio de Finanzas de Finlandia sugirió que la Unión Europea analice la posibilidad de prohibir la importación de carne vacuna. Si bien no es lo más probable, es una propuesta que pueda contar con el apoyo de otros países.

Los principales directivos del grupo frigorífico global JBS aclararon que se están usando satélites para monitorear un área de 450.000 km2 en Brasil para garantizar que no se está comprando ganado de áreas desforestadas.

La multinacional Nestlé comunicó que deberá revaluar las prácticas de compra de productos en Brasil. “Estamos revisando nuestra  compra de subproductos de carne y cacao de la región amazónica para asegurar que está alineada a nuestro padrón de abastecimiento responsable y tomaremos correctivos cuando sea necesario”, declaró la empresa.

El grupo VF Corporation –dueña de marcas como Vans y Timeberland– confirmó que suspendió la compra de cueros en curtiembres brasileñas, “hasta que haya seguridad que los materiales usados no contribuyan al daño ambiental en el país”.

La cifra