Jairo Sosa, el integrante de Los Chingas que amenazó a Gustavo Leal, fue enjuiciado por homicidio

El fiscal Gómez relató en la audiencia que tres testigos comprobaron que el autor del hecho fue Sosa, con una pistola que habría sido robada a un policía en el 2016. Sosa y Ferreira fueron compañeros este año en el Penal de Libertad y tuvieron conflictos por la adicción a las drogas. 

Durante la audiencia, Sosa quiso echar a su abogado Raúl Estomba, quien también defiende a Mónica Sosa. “Quiero echar a mi abogado, no quiero abogado”, dijo. Alegó que era mayor de edad y que quería que su caso se resolviera ese día. “Ya está Jairito, sentate y escuchá”, le pidió una familiar que lo estaba acompañando en la sala. “Me estás haciendo autor de un homicidio, me tenés que traer por lo menos una evidencia. El hecho de sangre te estoy pidiendo”, dijo dirigiéndose al juez Arzuaga.

Gómez se refirió también a las amenazas de Sosa a Gustavo Leal, director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior y también encargado de los operativos de desalojos en las viviendas de Casavalle. El fiscal declaró que las amenazas “son creíbles en la medida que los testigos las vinculan al derrumbe de viviendas”, en el barrio, aunque no eran objeto de esta audiencia.

Otra sobrina de Sosa a prisión

En otra audiencia que se realizó antes que la de Jairo la Justicia inició proceso a otra sobrina de Mónica Sosa. Sofía Sosa López, de 20 años, fue acusada de cómplice de extorsión y se le adjudicaron 90 días de prisión preventiva. La extorsión la realizaba su novio Sebastián Salgado, que está preso en el Penal de Libertad por violencia privada y narcotráfico. Desde el módulo La Piedra, de alta seguridad del penal, Salgado le enviaba mensajes por celular a la familia de otro recluso de la cárcel de San José y amenazaba con matarla si no le giraban $ 20 mil.

“Bueno, vamos a hacerla corta. Andamos acá en la cárcel de San José. Te voy a pasar un número de cédula, tenés que girar $20.000, si no vamos a lastimar a su hijo Cristian. Donde hable con la policía lo mandamos a tomar fuego”, decía textualmente uno de los primeros mensajes enviados que leyó la fiscal Cecilia Roco. 

Uno de los giros que envió la familia por el monto de $1000 fue enviado a la cédula de Sofía Sosa y cobrado por ella. Sosa también tiene antecedentes por venta de droga.