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JIIFF y ARCA: dos festivales gratuitos en el Este que recuperan el gusto del cine bajo las estrellas
Ver películas bajo las estrellas tiene gusto a verano. Hay algo especial en estar sentado en una reposera, en una silla de pvc o en el suelo, en vacaciones, al abrigo de la noche, arrebujado entre unas mantas o camperas que mantengan a raya el viento costero, sin tener la necesidad de, una vez que la película termine, tener que romper con esa ilusión para volver a la realidad. Hay algo particular en esa instancia que la convierte en una seña de identidad de la estación. El calor ayuda, por supuesto, pero no es lo único. Hay más.
Debe ser por eso que desde hace ya varios años en Uruguay el cine a cielo abierto es una práctica común que, incluso, excede al verano. Hay cine itinerante por los departamentos, hay funciones en el Jardín Botánico de Montevideo, hay exhibiciones especiales en los balnearios y más. Pero es en esta época del año cuando uno de los eventos que “formaliza” esa práctica y lo transforma en un festival hecho y derecho tiene lugar. Se trata del José Ignacio International Film Festival. Y es en esta época del año también, y en este verano específico del 2022, cuando otro evento de similares características se suma y aparece en uno de los espacios destacados de la temporada: el ARCA International Film Festival, en el Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry.
Cine en el pueblo
Es un clásico desde hace doce años y ni la pandemia de covid-19 pudo frenarlo. A medida que el José Ignacio International Film Festival acumula temporadas, las expectativas aumentan y las películas que presenta en cartelera generan mayor entusiasmo. Por su programación ha pasado buena parte de la filmografía de cineastas como Sean Baker (que este año repite), películas premiadas como Cold War, Parásitos, La favorita y Otra ronda, y filmes que luego tuvieron un recorrido en salas comerciales con buen éxito, como Coco, de Pixar, o Jojo Rabbit. En ese sentido, el JIIFF suele ser un buen preview para el año cinematográfico y una excelente oportunidad para ver en un entorno diferente algunas de las películas de las que estaremos hablando en los próximos meses.
Este año el evento tomará la tercera semana de enero, será del sábado 15 al domingo 23 de enero y sumará seis películas en total, distribuidas en cuatro sedes, también, ya clásicas: la Bajada de los Pescadores en José Ignacio, la estancia Vik, Pueblo Garzón y la chacra La Mallorquina, ubicada sobre ruta 8.
La apertura del festival estará a cargo de Competencia oficial, la nueva película de los directores argentinos Mariano Cohn y Gastón Duprat, los mismos de El ciudadano ilustre. Está protagonizada por Antonio Banderas, Penélope Cruz y Óscar Martínez. Al día siguiente, el 16 de enero, se presentará A Chiara, una película italiana de otro director conocido del JIIFF, Jonas Carpignano.
En este festival la extrañeza siempre está a la orden del día, y este año será Lamb, una película islandesa en la que una pareja que vive entre las montañas adopta a una especie de oveja humanoide como hija, la encargada de traerla a la conversación. Se proyecta el 18 de enero en Pueblo Garzón.
El plato fuerte del evento son las últimas tres producciones, que se proyectarán los días 19, 21 y 22 de enero. La primera es Titane, la gran ganadora de la Palma de Oro en Cannes (un festival que tiene varios vínculos con el JIIFF), dirigida por la francesa Julia Ducournau. Es una de las películas más divisivas y polémicas del 2021 y tiene su estreno oficial en Uruguay en este evento.
A Titane la sucederá otro “tanque” del cine de autor internacional y la que, aparentemente, será la película que acaparará los premios al cine no estadounidense en los próximos Oscar. Se trata de Drive my car, una cinta japonesa dirigida por Ryusiki Hamaguchi que apareció en varias listas de lo mejor del año.
En esas listas también apareció Red Rocket, el cierre de este evento y la nueva película del ya mencionado Sean Baker, un viejo conocido de la casa. El cineasta estadounidense es una de las voces del cine independiente más atractivas y aplaudidas de los últimos años, y en esta película parece no haber perdido el rumbo.
Tras las proyecciones, el JIIFF elegirá a la película ganadora a partir del voto del público, una práctica que repite cada año y que en 2021 nombró a Nomadland, la película que consagró a Chloé Zhao en los Oscar del año pasado, como la mejor del festival.
Entre el cine y el arte
El vínculo entre los realizadores Andrés Varela y Sebastián Bednarik, y el artista Pablo Atchugarry, no es nuevo. Desde hace algunos años, los responsables de Coral Cine se encuentran produciendo una película que tiene al escultor uruguayo como centro, y por esa cercanía generada durante el proceso de trabajo es que la idea de generar un proyecto de diferentes dimensiones con él y con su fundación fue tomando mayor fuerza.
Hace poco menos de cinco meses, ambos decidieron trasladarle a Atchugarry la idea de un festival de cine dedicado al arte, que tuviera como sede el parque ubicado en Manantiales que lleva su nombre y que surgiera en simultáneo con la inauguración del impresionante edificio que, a partir del 8 de enero, abrirá sus puertas bajo el nombre de MACA: Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry. La idea, por supuesto, cuajó. Y en pocas semanas, en pocos trazos, ARCA apareció en el horizonte.
“Hace tiempo que teníamos ganas de tener una estructura de este tipo, de generar un festival, y nos parecía que en el este podía aprovecharse. La ecuación de la temporada era ideal para convocar en una primera instancia a los espectadores, pero también para generar industria. Son ámbitos ideales para poder traer gente de afuera y poder generar determinadas instancias de mercado que son atractivas por el lugar físico donde lo hacés”, explicó Varela.
El puntapié inicial para el festival se dio este lunes en el predio del Parque de Esculturas Atchugarry, en una avant premiere que incluyó una presentación de Laura Canoura, un homenaje a Horacio Vilaró y la proyección de la película Caminando sobre el agua de Andrey Paounov. Este documental repasa la realización de The floating piers, primera gran construcción del artista búlgaro Christo tras la muerte de su esposa Jeanne-Claude, y funcionó como antesala de la llegada al MACA de la obra de este artista, cuando el museo abra sus puertas el 8 de enero.
ARCA comenzará el próximo domingo 9 de enero y se estirará hasta el viernes 14. En total, el festival incluirá las proyecciones de veinte películas curadas por Sergio Fant, programador de la Berlinale y el festival de Locarno, y entre varias propuestas internacionales de prestigio contará con la presencia de dos producciones uruguayas: La intención del colibrí, de Sergio de León, y Así pasamos, de Diego "Parker" Fernández. Las películas se exhibirán en las pantallas de Efecto Cine, el proyecto de cine itinerante de Coral, ubicadas en el parque del museo y en la propia sala del MACA destinada para ese fin.
El premio del festival será una escultura creada especialmente por el propio Atchugarry y titulada El arca, que vale entre 40 y 50 mil dólares y que será la primera de una serie de ocho, lo que garantiza la vida del evento durante unos cuantos años más. Así como el MACA quiere colocarse en el centro del circuito internacional de los museos, ARCA pretende hacer lo mismo en el de festivales de cine.
“Es una idea mucho más grande, porque se hará la primera edición acá, pero la segunda abarcará la última semana de diciembre del 2022 en Miami, donde está la Fundación Atchugarry, y luego en enero en Manantiales. Tenemos claro que la primera edición tiene que estar impecable, pero estamos construyendo a mediano y largo plazo, que es donde realmente está el valor de los festivales cuando tienen una visión sólida”, resumió Varela.
La programación completa de ambos festivales se pueden encontrar en sus respectivos sitios web: macamuseo.org/arca-iff y joseignaciofilmfestival.com
