Brian Wells, de 46 años, es protagonista de uno de los documentales de Netflix del momento: Un golpe maestro, una producción que narra la historia de un delivery de pizzas que murió con una bomba atada al cuello.
La historia empieza con la "espeluznante muerte de un repartidor de pizzas que robó un banco con una bomba atada en su cuello", según la sinopsis de Netflix. A través de cuatro capítulos con una duración de entre 45 y 53 minutos se contó qué pasó en realidad con Wells.
Al inicio del documental se presupone que el delivery de pizzas habría sido obligado a cometer un robo en el banco de Eri, Pensilvania, con una escopeta que parecía un bastón y le entregó al cajero una nota en la que le pedía u$s 250.000 en efectivo.
De acuerdo a las crónicas periodísticas de ese entonces, en la nota también señalaba que, si Brian Wells no salía del banco con la suma que había solicitado, la bomba atada a su cuello explotaría de inmediato.
Sólo obtuvo u$s 8000 y salió con tranquilidad del banco, pero la policía lo rodeó de inmediato. El delivery suplicó por su vida y aseguró que tres personas lo habían obligado a robar el banco.
Wells murió tras la explosión de la bomba. En ese momento, el hecho fue televisado y su muerte se transmitió en vivo.
Después de la explosión, las autoridades encontraron en el auto que usaba unas instrucciones escritas a mano con destinatario "rehén de la bomba". Allí se detallaban las tareas que debía cumplir el delivery: robar el bando y emprender una búsqueda de tesoro de llaves y códigos que desactivarían el collar bomba.
Sin embargo, los investigadores determinaron que Wells no hubiera logrado cumplir con todo lo solicitado para desactivar el dispositivo que contenía cuatro cerraduras y un dial combinado.
Brian Wells trabajaba en la pizzería Mama Mía cuando recibió un llamado para una entrega habitual y dos horas más tarde apareció tirado en un estacionamiento.
La entrega que debía realizar no era en una casa, sino en una torre de transmisión que se encontraba en un bosque al que solo se podía llegar por un camino de tierra.
"Reúne a los empleados con acceso a la bóveda. En 15 minutos tienes que conseguir u$s 250 mil", especificaba la nota que le entregó a uno de los cajeros del banco. Pero le aseguraron que no había manera de ingresar y salió como u$s 8000.
Según un testigo, Brian no atacó a nadie y estaba calmado. Unos 15 minutos después fue detenido. Un robot se acercó al lugar para intentar socorrer al hombre que suplicaba por su vida.
Los nombres detrás del plan macabro fueron Marjorie Diehl Armstrong, William Rothstein y Kenneth Barnes, los primeros dos estuvieron comprometidos y él había llamado a la policía para denunciar que tenía a una persona muerta en un freezer.
De acuerdo al reporte, Marjorie habría sido la mente maestra detrás de lo que sucedió con Wells. Tampoco su historial la favorecía, ella mató a una expareja. Mientras que Barnes solía pescar con la mujer, este a su vez conocía a una trabajadora sexual cercana a Wells, Jessica Hoppsick.
Una de las hipótesis del caso es que Wells estaba al tanto del robo porque había estado en contacto con el trío antes. Hubo testigos que aseguraron ver al delivery salir de la casa de Rothstein el día anterior.
Por otra parte, también se señaló que el delivery había hablado del asalto un mes antes, pero para el FBI él siempre había creído que la bomba era mentira.
Lo que propone el documental de Netflix es una discusión sobre el rol que habría tenido Wells, para ello apelan al recurso de entrevistas con testigos del hecho, sumado a otra línea de investigación aseguró que tuvo participación.
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