La inflación más alta en cinco años: qué estuvo detrás y por qué la pandemia también pegó

Según los datos difundidos este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los precios al consumo bajaron 0,19% durante el mes de diciembre y eso llevó a que la inflación interanual cerrara 2020 en 9,41%. Ese dato anual se encuentra por debajo del 9,59% que tuvo lugar en los 12 meses finalizados en noviembre, pero está por encima del 8,79% de cierre de 2019 y representan el mayor dato de año completo desde 2015. 

En relación a la meta oficial vigente, trazada por el Ministerio de Economía y el Banco Central, los niveles de inflación se encuentran desfasados en casi dos puntos y medio. El compromiso del equipo económico es velar por un alza de precios de entre 3% y 7% anual.

La evolución de los precios al consumo cobra especial importancia en un año en el cual el acuerdo puente firmado entre el gobierno, sindicatos y empleadores postergó los ajustes salariales y supeditó la recuperación del poder de compra al desempeño de la actividad económica en un año de caída del Producto Interno Bruto (PIB). En ese escenario, un punto más de inflación implica un punto más de pérdida de la capacidad de consumo de los asalariados.

La baja puntual del mes de diciembre se encuentra en línea con la evolución normal de los precios durante el mes de diciembre. El motivo principal es el plan UTE Premia, mediante el cual el ente otorga un beneficio al grueso de sus clientes residenciales. El impacto en la canasta de consumo respecto al mes anterior fue de 16,1% en el rubro electricidad, lo que llevó a una caída de 4,6% en los costos vinculados a la vivienda.

Cuando se considera en términos anuales, el efecto UTE Premia prácticamente desaparece en el indicador de inflación debido a que es una acción comercial que se lleva a cabo todos los años. Las bajas puntuales asociadas a este beneficio, desaparecen en enero, cuando la tarifa eléctrica se normaliza.

Principales rubros

El rubro que más se encareció en 2020 de la canasta de consumo fue recreación y cultura, donde el costo medio aumentó 13,8%. Se trata de un rubro golpeado particularmente por la pandemia, donde las limitaciones de aforo y otros impedimentos impactaron en la ecuación de costos y llevaron a subas por encima de otros rubros para mantener algunos servicios de esparcimiento. El año anterior, la suba de este rubro había sido de 8,6%.

Artículos del hogar ocupó el segundo lugar, con un incremento de 12,1%. En este rubro pesan particularmente los artículos importados. Si se compara la cotización promedio interbancaria del dólar en diciembre con la de igual mes del año pasado, hubo un incremento de 12,8% en el tipo de cambio. Esa suba se concentró prácticamente en el primer trimestre del año, cuando el dólar pasó de $ 37,6 a $ 43,3 en el promedio de las operaciones mensuales.

Un rubro clave para la canasta de consumo por su peso –no solo en la canasta general sino en particular en la de los hogares de menores ingresos– es alimentos y bebidas. En el último año, la evolución del costo de este rubro se dio alineada con la inflación general, con una suba de 9,5%. Este rubro tuvo un fuerte aumento debido a la sequía con la que inició 2020, afectando el costo de los productos de huerta. En junio, llegó a tener un aumento interanual de 12,5%, llevando la inflación a 11%.

En tanto, la educación fue el rubro que menor ajuste de precios tuvo en el último año, con una suba de 6,2%, cuando en 2019 había sido uno de los tres rubros de mayor incremento. Las limitaciones a la presencialidad y las dificultades económicas a las familias provocadas por la pandemia, llevaron a los colegios a moderar el ritmo de aumento. A la vez, la postergación de ajustes salariales ayudó también a reducir las presiones de costos.

Los rubros transporte (6,2%), y restaurantes y hoteles (6,5%) se encuentran también entre los de menor suba de precios. En ambos casos, con efectos directos de la menor demanda producto de las restricciones sanitarias y de la pérdida de poder adquisitivo de la familia promedio.