Así trabaja la redacción de El Observador durante la emergencia sanitaria

Las escuelas y universidades cerraron, los viajes desde y hacia el exterior se restringieron y los expertos alientan a exponerse lo mínimo indispensable al contacto con otros, estén infectados o no (o tal vez estén infectados pero no han tenido síntomas).

En ese sentido, muchas empresas en todo el mundo y ahora en Uruguay optaron por enviar a sus empleados a sus casas si su trabajo puede realizarse a distancia. Esta decisión fue la adoptada por El Observador desde el lunes 16, ya que para la gran mayoría de las tareas se puede aplicar el teletrabajo.

Periodistas, fotógrafos, diseñadores gráficos y correctores, entre otros, cumplimos las tareas desde nuestras casas, de forma tal de restringir las posibilidades de contagio tanto de quienes forman parte del medio como de terceros. Durante muchos años hemos apostado a una transición para que el trabajo de la redacción sea digital, lo que hemos logrado con éxito, y hoy es fundamental para poder tomar la decisión de teletrabajar.

Durante estos días de cuarentena, los reporteros están fuera de sus casas solo cuando es necesario para cumplir con la tarea de informar. El contacto con las fuentes de información se realiza a distancia, de forma telefónica o por medios electrónicos, salvo en casos de conferencias de prensa o la necesidad de contar lo que está sucediendo en las calles. A la redacción de El Observador concurre el mínimo de trabajadores requerido para publicar la edición impresa.

El deber de El Observador es de informar y seguir teniendo a los lectores como centro, y por ello continuará publicando las noticias en todas sus plataformas sin cambios para el público. Y, sobre todo, seguir informando sobre el coronavirus en Uruguay. Para ello, los artículos de servicio o información básica sobre esta pandemia son de libre acceso, a diferencia del resto de las piezas periodísticas.

Como parte de esta sociedad y ante la emergencia nacional, dado que podemos hacerlo, es nuestro deber quedarnos en casa.