Lacalle dijo que el FA está “como bola sin manija” y no logra “entrarle” a la coalición

Las gráficas del Power Point de Azucena Arbeleche desaparecieron y una palabra iluminó los cuatro monitores que estaban estratégicamente ubicados en la barbacoa de la Residencia de Suárez y Reyes. 

Las nueve letras frente a los ministros y legisladores de la coalición que llegaron este miércoles hasta el Prado fueron un anticipo de que ahora le tocaba la palabra al presidente de la República, Luis Lacalle Pou, y que su mensaje estaría centrado en la “confianza”.

Luego de las proyecciones y explicaciones técnicas de la ministra de Economía, el mandatario aprovechó la intimidad de la reunión para dar un discurso profundamente político que hizo que sus invitados salieran del encuentro con el pecho inflado de optimismo.

Durante una media hora, Lacalle arengó a la bancada oficialista con un diagnóstico de la actualidad en el que enfatizó sobre la importancia de cumplir los compromisos asumidos, el no defraudar a la población, trabajar en equipo durante la discusión del Presupuesto y mantener la unidad de la coalición a lo largo de todo el quinquenio.

Según contaron a El Observador diversos participantes del encuentro, Lacalle Pou dijo que su “anhelo” es entregarle la banda presidencial a uno de los candidatos de la coalición, pero que para que esto ocurriera era fundamental mantenerse “unidos” y continuar teniendo la “confianza” de la población.

En un contexto en el que venía destacando las “fortalezas” de la coalición y la alta aprobación de la ciudadanía, el presidente señaló que el Frente Amplio está “como bola sin manija” porque no ha conseguido “entrarle” al gobierno con sus críticas. “Si no nos encontramos unidos nos van a venir a pegar, pero si nos van a pegar y estamos unidos, no nos van a entrar”, expresó. 

Para graficar el respaldo popular del que entiende goza el gobierno, Lacalle Pou recordó que el presidente del Pit-Cnt, Fernando Pereira, había expresado sus dudas acerca de impulsar un referéndum contra la Ley de Urgente Consideración (LUC). En la reunión, el mandatario vaticinó que de ocurrir una consulta el gobierno vencería con comodidad.

Además mencionó que la pandemia por el coronavirus y la aprobación de la LUC eran los dos grandes desafíos “superados” por el oficialismo y dijo que era hora de afrontar el tercero: la discusión del Presupuesto. El texto saldrá con la firma de todo el gabinete, por lo que pidió a los legisladores que salieran a defenderlo porque era un proyecto “justo” y que se mantuvieran cohesionados para no facilitar la tarea opositora. 

Palabras más, palabras menos, consideró que la coalición debía seguir “jugando a la ofensiva” porque “ninguna batalla” se gana “retrocediendo”. 

Proyecciones "optimistas"

De la misma forma en que mencionó la confianza como un cimiento del éxito político, Lacalle puso también a la credibilidad como base del repunte económico a partir de 2021. 

El mandatario pidió “tener confianza en que la política económica va a dar resultados” y se mostró “muy optimista” respecto a los años venideros, según relataron participantes del encuentro. 

En su intervención, Lacalle dijo que entre las premisas del Presupuesto estaban el “respeto por los recursos de la gente” y el objetivo de que el gasto estatal llegue efectivamente “a la ciudadanía” y no se perdiera en el “despilfarro”.

En ese sentido, el presidente agregó que con el Presupuesto que se presentará la semana que viene “no va a quedar nadie a pie” y que la austeridad no afectará a los beneficiarios de las políticas sociales. Según dijo, la “prioridad” en los próximos años es la generación de empleo en el sector privado y el abatimiento “genuino” de la pobreza.

Como hizo a comienzos junio –cuando presentó los lineamientos presupuestales al gabinete–, Lacalle transmitió que la forma “prolija” en la que el país afrontó la pandemia era una marca de “prestigio” y que eso pondrá el foco en Uruguay como receptor de inversiones.

Las proyecciones del equipo económico dibujan un panorama nada luminoso para 2020 –como en todo el mundo– pero incluyen metas ambiciosas para el resto del período. Este año –en el que proyecta desembolsar 768 millones a través del Fondo Covid 19 para abatir los efectos de la pandemia–, el gobierno prevé una recesión de 3,5% y un déficit fiscal de 6,5%.

Dibujando una “gráfica en v”, ya para 2021 se proyecta un crecimiento de 4% y para el año siguiente un 3,5%. 

En 2021 se prevé también una importante reducción del déficit, que pasaría de 6,5% a 4,1%, de acuerdo a las cifras presentadas por el equipo económico. Ese descenso se hará en base al ahorro de US$ 900 millones que Lacalle prometió en campaña, debió postergar a raíz de la pandemia, y que ahora dice que superará esa cifra el año que viene. 

En la tarde de este miércoles, el presidente habló desde la Torre Ejecutiva y volvió a hacer énfasis en la palabra que había repetido horas antes frente a los dirigentes de la coalición. “Hay un elemento en la vida de todos los uruguayos y a veces se profundiza en la economía, que es la confianza. Cumplir lo pactado, cumplir lo comprometido. Este es un presupuesto de acuerdo al plan”. 

Lema quiere habilitar las barras 

Negociaciones

El gobierno tiene hasta el 31 de agosto para presentar el proyecto, y las autoridades negociarán hasta última hora con los ministerios y los socios de la coalición los detalles mínimos del texto.

Uno de los puntos en los que aún no hay resolución es en el monto que se destinará a la educación. El Codicen solicitó un incremento del 3% y Lacalle Pou dijo que había “consonancia” entre la ANEP, el MEF y la OPP, pero se negó a confirmar que fuera esa la cifra de aumento.

Las autoridades también negocian para que el Programa de Mejoramiento de Barrios, que desde la LUC pertenece a la Dirección Nacional de Integración Social y Urbana (Dinisu) del Ministerio de Vivienda, no pase a la órbita de la OPP como se planteó originalmente. Fuentes coloradas dijeron que de incluirse no lo votarán porque están en contra de trasladar responsabilidades a áreas que quedan por fuera del control parlamentario.

Otro de los asuntos que aún no está definido es la cantidad de recursos que tendrá el Ministerio de Ambiente. La propuesta del gobierno fue brindarle unos $600 millones aunque los futuros jerarcas confían en que la cifra terminará siendo cercana a los $700 millones anuales.