Las justificaciones de la IMM sobre el problema de la basura en los tres años de gestión

El aumento del consumo, la falta de camiones y el sistema de mantenimiento fueron algunas de las explicaciones que las autoridades han dado

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14 de agosto de 2018 a las 15:58

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Si hay un problema que la administración del intendente de Montevideo, Daniel Martínez, no puede superar pese a los esfuerzos, es la acumulación de basura de la ciudad. En los tres años de gestión las autoridades departamentales han ensayado diversas explicaciones sobre los motivos del atraso en la recolección de los contenedores y la acumulación de basura.

En algunos casos se ha recurrido a factores internos, como la implementación de un cambio en la infraestructura del sistema de mantenimiento de los vehículos recolectores o la importación de nuevos y más eficientes camiones; en otros, se ha apuntado al comportamiento de los montevideanos que incrementan su consumo respecto a años anteriores –y por ende su suciedad–, al aumento de los ciudadanos que viven en la calle o a la irresponsabilidad de algunos vecinos a la hora de generar residuos y depositarlos en su lugar correcto. También se ha señalado a las medidas gremiales de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (Adeom).

Falta de camiones y mantenimiento

A comienzos de 2016, la intendencia informaba que el atraso en el vaciamiento de los contenedores, que entonces llevaba un año de inconvenientes, se debía a la insuficiente cantidad de unidades de transporte. Por entonces se anunciaba que la compra de cinco camiones contribuiría a mejorar el atraso de 5.000 depósitos de basura sin limpiar.

Por esas fechas, quien entonces dirigía el Departamento de Desarrollo Ambiental, Óscar Curutchet, anunciaba que la IMM llevaba adelante "un cambio estructural del área de mantenimiento, con talleres en condiciones que permitan agilizar los tiempos. Eso se viene desarrollando y va a tener el punto final cuando se cuente con un área que funcione adecuadamente, cuando tenga el centro logístico de la región este, cuando haya personal técnico calificado, redefinición de tareas y una gerencia acorde a los objetivos perseguidos. Todo eso lleva tiempo".

Dos años después, la comuna adquirió –de a partes– 20 camiones de última generación, pero pese a que en 2017 se alcanzó una frecuencia récord de vaciamiento de contenedores –tres veces por semana–, los problemas estructurales persistieron.

Lea también: IMM dice que no da abasto: "El aumento de la gente que vive en la calle" empeoró la limpieza

El actual director de ese departamento, Fernando Puntigliano, dijo ahora a El Observador que el cambio estructural del sistema de mantenimiento de los camiones, sobre lo que Curutchet informaba en 2016 que sería entonces la causa de "todo un año complicado", continúa aún en sus primeras etapas.

"Recién se está aplicando: se están haciendo mapeos, procedimientos y probándose los softwares. La implementación del proyecto lleva tiempo", sostuvo.

Diciembre

Cada vez que llegan las fiestas, el problema es el mismo: los contendedores se saturan más aún. Luego del último 25 de diciembre, la intendencia admitió que erró en el cálculo de la basura que se generaría, y tardó más de la cuenta en normalizar la situación.

Adeom

Adeom, por otro lado, es señalado por la comuna como la causante de inconvenientes en la recolección de basura cada vez que resuelve una medida de fuerza y paraliza el sector. Eso ha ocurrido en forma frecuente, ya que se resiste al modelo de gestión que incorpora a privados para la recolección de los residuos.

Consumo

A fines de 2017 el intendente Martínez dijo que la acumulación de residuos tras Navidad se explicaba por un aumento de la "capacidad de consumo de los uruguayos que está creciendo en todos los barrios". En ese sentido, subrayó que aunque el plan de contingencia había fallado –se esperaba un incremento del 30% de la generación de residuos y fue del 50%–, la pelota no estaba solamente en la cancha de su administración.

"Hubo algunas situaciones que fueron increíbles –dijo el 26 de diciembre–. Como por ejemplo la zona de Rivera y bulevar Artigas. Yo estuve ahí mismo el domingo a las tres de la tarde y estaban todos llenos, cuando habían sido limpiados en la madrugada anterior".

Gente en la vía pública

Puntigliano afirmó la semana pasada, ante la Junta Departamental, que el desborde de residuos en la vía pública que hay hoy se debe, entre otros factores, al "incremento sistemático de la presencia de gente que vive en la calle que está tirando residuos alrededor de los contenedores", y a la irresponsabilidad de algunos comerciantes del rubro gastronómico que arrojan alimentos.

A su vez, aseguró, si bien la cantidad de camiones que hay hoy alcanza para satisfacer la demanda, ocurre que la flota de 20 unidades que llegó entre fines de 2016 y principios de 2017 se rompen más a menudo de lo esperado.

Así lo explicó: "Muchos de nuestros camiones suben a descargar arriba de las montañas de residuos, lo que genera algunos esfuerzos adicionales, al igual que cuando algunos vecinos tiran escombros en los contenedores: eso los vuelve muy pesados y a veces rompen los vehículos cuando son levantados", afirmó.

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