Política > Meteorología
Las nubes de colores que asombran en el sur de Argentina: ¿por qué son peligrosas?
Habitantes de la provincia de Tierra de Fuego, en la Patagonia argentina, observaron en los últimos días nubes de colores – denominadas estratosféricas – que si bien son visualmente atractivas, representan un peligro para el medioambiente porque afectan la capa de ozono.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) argentino calificó de “peligrosas” a este tipo de nubes, aunque según informó Metsul Meteorología, no provocan lluvia ácida ni representan un riesgo para las personas en la superficie.
Las condiciones especiales que se necesitan para su formación hacen que este tipo de nubes sean un fenómeno extraño en latitudes altas. Los países donde aparecen con más frecuencia son la Europa escandinava y Canadá mientras que en el hemisferio sur es aún más extraño poder verlos.
No obstante, esta no es la primera vez que se puede observar este fenómeno en esta zona ya que en 2013, y durante la segunda quincena de julio, también se pudo contemplar en la ciudad de Río Grande, en Tierra de Fuego.
Cómo se forman estas nubes
Desde Metsul explicaron que este tipo de nubes no se forman en la estratósfera debido a su extrema sequedad. Sin embargo, durante el invierno en latitudes altas, la temperatura estratosférica a veces desciende lo suficiente como para promover la formación de nubes.
La apariencia colorida de estas nubes se debe a que contienen pequeñas partículas de tamaño similar, cada una de las cuales desvía la luz solar de manera parecida. Las nubes generalmente permanecen completamente iluminadas durante unos 20 minutos luego de la puesta del sol.
Este tipo de nubes son denominadas “nácar” por los escandinavos debido a su aspecto iridiscente (de colores). Las mismas están compuestas por mezclas de agua natural y trihidrato de ácido nítrico. Las reacciones químicas que ocurren en la superficie de estas nubes dan como resultado una notable transformación de la composición estratosférica.
La tonalidad de los colores cambia según la altura del sol en relación con el observador. La iridiscencia se intensifica cuando se encuentra varios grados por debajo del horizonte, es decir, al amanecer o al anochecer. En el caso de las nubes estratosféricas polares compuestas por ácido nítrico y agua, aparecen más opacas.
Los efectos sobre el ozono
Las nubes estratosféricas polares están asociadas con el agotamiento del ozono. En esa línea, científicos han descubierto recientemente que las nubes estratosféricas polares, que desde hace tiempo se sabe que desempeñan un papel importante en el agotamiento del ozono de la Antártida, también se están produciendo con una frecuencia cada vez mayor en el Ártico.
Estas nubes a gran altura que se forman solo a temperaturas muy bajas ayudan a destruir el ozono de dos maneras: por un lado, proporcionan una superficie que convierte las formas benignas de cloro en formas reactivas que destruyen el ozono. Por otro lado, eliminan los compuestos de nitrógeno que moderan el impacto destructivo del cloro.
Según informó Metsul, en los últimos años, la atmósfera sobre el Ártico ha sido más fría de lo habitual y las nubes estratosféricas polares han durado hasta bien entrados los meses de primavera. Como resultado, los niveles de ozono han ido disminuyendo.
