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Los cultivos claman por lluvias
Las preocupaciones de los productores que tienen cultivos de invierno en desarrollo hacen foco sobre todo en dos factores: la persistencia de heladas en setiembre y la secuencia de muchos días sin precipitaciones, lo que se espera se vaya solucionando desde este fin de semana. Para algunos, pese a eso, este año hay buenas proyecciones productivas, dado que se observa un buen potencial en los trigos, cebadas y avenas.
“Es un año en el que se esperan grandes perspectivas de rendimiento, sobre todo hablando de las gramíneas. La colza también viene con buen desarrollo”, comentó Leonardo Olivera, director general de los Servicios Agrícolas del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP).
Algunos productores optan por esperar y no quieren adelantar sus expectativas de rendimiento y precios, al menos hasta que no sucedan las anheladas lluvias. “Estamos en un período en el que los cultivos tienen una extracción de agua muy importante, porque están casi todos espigando y llenando grano y ahí se genera la mayor demanda. Fue un invierno relativamente seco y sería bueno que las lluvias se concreten para que se exprese el potencial, y además para empezar a juntar agua para las siembras de primera que están por venir”, comentó Diego Guigou, gerente de Producción Agrícola de ADP.
Por su parte, Germán Bremermann, integrante del Comité de Dirección de Barraca Erro, precisó que en trigo, cebada y colza “hasta que no los cosechemos no tenemos el dato real de rendimiento y sobre todo de calidad”.
A propósito de cómo se ha ido desarrollando la gestión en la zafra 2020/2021, hay productores que pudieron bajar costos, una realidad de alto valor. Guigou explicó que la situación sanitaria de los campos “fue más tranquila que el año pasado. En casi toda el área presupuestada para fungicidas se ha ahorrado un 75%”.
Bremermann señaló que el consumo de nitrógeno este año también fue menor: “Con el invierno más seco tuvimos menos pérdida de nutrientes , gran parte de lo que se aplicó a los cultivos se aprovechó y los suelos tuvieron un mayor aporte”.
Guigou agregó que “en gramíneas, si todo anda bien y las heladas no tienen un gran impacto, se puede andar en un año por arriba de los 4.000 kilos en promedio para trigo y para cebada, y en lo que es colza en rendimiento debería estar entre los 1.700 y 2.000 kilos”.
“La foto de hoy es buena”, reflexionó Roberto Verdera, gerente general de la cooperativa Calmer, “pero en algunas chacras si no llueve se va a complicar”, advirtió.
El factor “disponibilidad de agua” preocupa en diferentes partes del país y afecta no solo a las expectativas de rendimiento de los cultivos, sino también a la definición de los precios.
Los productores coinciden en que este año la perspectiva de precios para estos cultivos es bastante buena, con una referencia de US$ 190 para trigo, US$ 200 para cebada y US$ 390 para canola por tonelada.
“El del trigo es un mercado más incierto, porque está un poco mas difícil de conseguir precios y el productor espera un poco para ver la calidad que tiene el producto y el precio”, comentó Guigou.
Verdera explicó que el precio de la cebada se establece en referencia al precio de Chicago. “Para este momento del año, el precio que tiene es muy bueno” opinó.
La cifra
El trigo, por su parte, tiene como referencia el precio del mercado interno y regional, explicó. “Tenemos expectativas de que se venda más este año que el año pasado, por la situación en la que se está desarrollando a nivel mundial el cultivo”, dijo.
El precio de exportación de la colza, por otra parte, se define por el mercado Matif (París).
“No son precios espectaculares como tuvimos en 2010, pero con respecto a los últimos cinco años son precios muy interesantes, que ayudan”, opinó Bremermann. Explicó que actualmente hay una demanda “sobre todo en colza desde el exterior”, que podría consolidar un canal de exportación a Europa.
“El negocio de cebada, si bien tuvo algún traspié con la pandemia, ya se esta recuperando bastante y hoy se está apostando a seguir creciendo, y en el trigo si bien hay un mercado más complejo sigue habiendo una demanda de Brasil que ayuda a complementar el mercado interno”, detalló.
El aumento en la cantidad de hectáreas cultivadas este año en los productos de invierno fue destacado por todos los entrevistados, que ven con buenos ojos cómo el mercado de estos productos va creciendo, principalmente el de canola.
Olivera destacó el volumen de hectáreas que se cultivó en este rubro: “Es un cultivo bien importante para Uruguay, ofrece una rotación interesante no solo para el productor, también para el control de malezas, para hacer una buena siembra de soja de segunda o de maíz sobre ese cultivo que se levanta muy rápido”.
Por último, destacó que desde el MGAP se está trabajando en la fiscalización del uso del herbicida paraquat. “En colza no está permitido, pero sabemos que hay algunos desvíos de uso y vamos a estar siguiéndolo de cerca para proteger ese mercado que es tan importante”, remarcó.
Áreas ocupadas
532.235 hectáreas se sembraron con cultivos de invierno en la campaña en desarrollo, según la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
217.337 hectáreas se sembraron con trigo.
183.277 hectáreas con cebada.
111.241 hectáreas con colza y con carinata.
17.800 hectáreas con avena para grano.
2.580 hectáreas con otros cultivos.
El dato
