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Los oligarcas rusos han muerto. ¡Vivan los oligarcas!

Putin obtuvo el poder neutralizando al antiguo grupo de oligarcas. Pero han surgido nuevos nombres para tomar sus lugares.

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04 de julio de 2019 a las 15:01

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Por Henry Foy

En un momento particular, los oligarcas eran intocables e incontenibles, desde el Kremlin hasta Londres. A medida que cambió la geopolítica fueron rechazados y ahuyentados. Ahora, según Vladimir Putin, los oligarcas rusos ya no existen.

"Claramente, en primer lugar, ya no tenemos oligarcas", le dijo el presidente ruso al Financial Times (FT) la semana pasada. "Los oligarcas son aquellos que utilizan su proximidad con las autoridades para recibir beneficios ... y son prácticamente inexistentes".

Putin está equivocado. Su afirmación es tan creíble como la del multimillonario ruso que afirma que su matrimonio con un familiar del presidente no tuvo ninguna influencia en sus fortunas, o la de un amigo de Putin, quien dice que su extraña capacidad para ganar todos sus casos judiciales (al menos ante un juez ruso) se debe a su brillantez legal.

Los oligarcas de Rusia están vivos y bien, como bien sabe Putin: muchos de ellos se reunieron con él en el Kremlin en diciembre. Sin embargo, hay un poco de verdad en su declaración. El grupo original de oligarcas rusos, cuyas hazañas históricas dieron forma a la historia poscomunista del país, es ciertamente menos numeroso.

No han sido reemplazados por una meritocracia. En cambio, una nueva generación de magnates conectados políticamente han tomado su lugar. Éstos son los hombres de Putin, y su relación con el poder es más compleja que la de sus antecesores. Describir a ambos grupos como oligarcas no es del todo exacto, pero hay que mirar muy de cerca para ver la diferencia.

El término que se remonta al griego antiguo (oligos - pocos; arkhes - gobernante), se vinculó a Rusia hace dos décadas cuando un puñado de hombres se apoderaron de gran parte de los recursos naturales de la Unión Soviética, un proceso descrito en el libro de David Hoffman, Los Oligarcas

La mayoría de las personas están de acuerdo en quiénes fueron los siete originales: Boris Berezovsky, Mikhail Fridman, Pyotr Aven, Vladimir Gusinsky, Mikhail Khodorkovsky, Vladimir Potanin y Alexander Smolensky. Todos eran jóvenes banqueros que llegaron a un acuerdo con el ex presidente Boris Yeltsin antes de las elecciones de 1996. El infame acuerdo de "préstamos para acciones" funcionó de esta manera: los hombres acordaron financiar la mediocre campaña de Yeltsin y usar a los medios para destrozar a su oponente comunista a cambio de acciones en algunas de las compañías más grandes de Rusia. Cuando ganó Yeltsin, también ganaron los oligarcas. Yeltsin se mantuvo en el Kremlin, ellos obtuvieron acceso ilimitado a los pasillos del poder.

Uno de los mitos que formó la base del régimen de Putin es que él les quitó el poder a estos bulliciosos multimillonarios, reescribiendo los términos de su acuerdo con Yeltsin y agregando una nueva regla: pueden quedarse con sus fortunas, si se mantienen fuera de la política. No todos estuvieron de acuerdo. Berezovsky y Gusinsky huyeron del país bajo presión legal y al primero lo encontraron muerto en su hogar en el Reino Unido en 2013. Khodokovsky fue arrestado, despojado de sus activos petroleros y enviado a prisión. Él permanece en el exilio.

Potanin, Aven y Fridman todavía tienen su libertad. "No me importa cuando la gente me llama oligarca", le dijo Potanin al FT el año pasado, aceptando el término que otros gastan millones de dólares en honorarios legales para eludir. En 2010, Fridman dio una conferencia: "Cómo me convertí en un oligarca".

Pero conforme algunos de la vieja guardia fueron depuestos, otros tomaron sus lugares. Viktor Vekselberg, quien se asoció con Fridman en el negocio petrolero de Rusia, y Oleg Deripaska, un importante empresario de la industria metalúrgica que se casó con un familiar de Yeltsin, fueron nombrados oligarcas por EEUU y fueron sancionados el año pasado. Los viejos amigos del presidente, como Gennady Timchenko, y Arkady y Boris Rotenberg — hermanos que iban al mismo club de artes marciales con Putin cuando eran adolescentes — ahora son multimillonarios. Sus compañías a menudo ganan grandes licitaciones gubernamentales y obtienen contratos para construir gasoductos e infraestructura crítica.

La semana pasada, Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, rechazó otra de las afirmaciones que hizo Putin durante la entrevista con el FT en la que insistió en que los valores liberales están obsoletos. "Lo que encuentro realmente obsoleto son el autoritarismo, los cultos de personalidad y el reinado de los oligarcas", escribió en Twitter. Sin embargo, el significado de la palabra ha cambiado. Los magnates como Fridman y Potanin ayudaron a acuñar un término que describe a los hombres de negocios que dictaban los términos a quienes estaban en el poder. Los magnates de hoy dependen de la gracia del Kremlin.

Cuando Putin afirma que ha erradicado a los oligarcas, se refiere a la generación que heredó. Ahora él supervisa su propia generación de oligarcas. Los nombres pueden haber cambiado, pero el negocio simplemente está bajo una nueva administración.

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