Luis Calabria: “Larrañaga sigue estando y es un símbolo para la policía”

¿Qué lectura se hace desde el Ministerio del Interior de las cifras difundidas en las últimas horas? 

Refleja dos cosas: primero el enorme esfuerzo de la policía, que se juega la vida día a día. Segundo, que las políticas de seguridad de esta administración son efectivas. Estamos en el camino correcto, estamos más seguros y estamos comprometidos a mejorar. Todo esto nos da la tranquilidad de que los cambios que se implementaron a partir del 1° de marzo de 2020 son los apropiados. 

¿Es correcto decir que bajaron los delitos cuando lo que se refleja en el informe son denuncias y no delitos? 

En Uruguay se mide de esa manera, con denuncias. El Observatorio siempre lo midió así. No hay ningún cambio metodológico. Tampoco en la oficina que hace el seguimiento. También se mide así en el mundo.  Obviamente, puede haber un desfasaje. Pero lo que se mide ahora es mejor que lo que se medía antes. Cuando se cuestionan estos números, me parece primero una falta de respeto con la policía. Supone un menoscabo a su trabajo. Nos llama poderosamente la atención que sigan desmereciendo el trabajo de la policía. 

Hay un cambio: volvió a mandar la ley, volvió a mandar la autoridad. 

¿Se tiene claro cuántas de esas denuncias tuvieron una efectiva resolución?  En homicidios, ronda el 50%. 

¿Se tiene claro cuántos delitos quedan sin denunciar? 

No. Tampoco quedaba claro antes. Estamos en las mismas condiciones de antes. Pero estamos mejor porque los números reflejan eso. Y reflejan también la sensación en la ciudadanía, con una policía mucho más respaldada. 

Hablando de sensaciones, desde la oposición se dice que hay una mayor sensación de violencia. Sobre todo en los últimos meses....

Creo que hay que separar lo general de lo puntual, de eventuales focos que pudo haber habido en algún momento.  Si vemos los 22 meses que lleva esta administración y los comparamos con los últimos 22 meses del gobierno del Frente Amplio, hay 10 mil rapiñas menos.  Eso no es sensación. Hay 156 homicidios menos. Yo creo que antes de hablar hay que tener autocrítica. Cambió el modelo de seguridad, y este modelo de seguridad está dando resultados. 

El senador Charles Carrera habló de un “desestímulo” a la hora de realizar denuncias. Concretamente, habla de que se tomaron medidas para desestimular el acceso a las denuncias. 

Es falso… es falso. El senador Carrera pertenece a una fuerza política cuya gestión cerró comisarías, el lugar natural para recepcionar denuncias.  Nosotros tenemos la comisaría como centro de referencia, y estamos abriendo comisarías, subcomisarias y destacamentos.  Llevamos desde marzo de 2020 más de 100 nuevas unidades policiales. Se habla de las tablets… Antes se le asignaba al funcionario, ese funcionario se iba y la tablet se iba con él.  Ahora, esa tablet queda. Además, distribuimos entre las unidades de Radio Patrulla para que siempre haya disponibilidad. 
Se han incrementado en más de 10% las denuncias que se cargan a través de las tablets.  A Carrera le respondió el propio sindicato policial, que afirma que se viene trabajando de la misma manera y que no hubo ningún cambio. 

¿A qué adjudica esta postura del Carrera y de otros integrantes del Frente Amplio ? 
 

Creo que en realidad están hablando para su interna, no para la sociedad.  Quiero ser respetuoso…. si quisieran aportar, empezarían por hacer autocrítica. El modelo que el Frente Amplio aplicó fracasó, eso es notorio. 

Ustedes han rechazado rotundamente que la pandemia haya tenido algo que ver con la mejora en los números. Hay estudios, nacionales e internacionales, que indican que sí tuvo incidencia…

Nosotros nos basamos en esos mismos estudios, que dicen que algunos delitos bajaron, otros no, y los que bajaron lo hicieron transitoriamente y después subieron. 
Acá tenemos una baja a lo largo de 22 meses.  Tenemos además otros elementos: récord de bocas de pasta base cerradas, récord de pasta base incautada, tenemos más cocaína incautada, récord de condenados, récord de dinero incautado, récord de allanamientos y récord de presos. Los presos no fueron a golpear a la cárcel para entrar. 

¿Cuáles han sido los aspectos que ha tenido la ley de Urgente Consideración (LUC) que, a su juicio, derivaron en este “éxito”? 

Respalda el modelo de seguridad de esta administración. Pasamos de una policía estática, que esperaba que los delitos ocurrieran, a un modelo que permite la prevención, la disuasión y el control. De allí los 181 operativos de alto impacto durante 2021.  Hay un elemento, que es el respeto y el respaldo a la labor policial. El policía es el soporte de la ley, es la ley trabajando. Y eso, en Uruguy, no era valorado. 

¿Qué pasaría si se deroga el capítulo de seguridad la LUC? 
Perderíamos un elemento muy importante. La LUC no es defendida por un servidor o por el gobierno, la defiende la realidad. Ninguno de los pronósticos apocalípticos que se hacían se cumplieron. 

¿En el Ministerio se tiene el número exacto de presos que saldrían en libertad si triunfa la derogación? 
Al menos 1.600 rapiñeros, que recibirían el beneficio de la libertad anticipada. La LUC permite que las penas se cumplan. 

¿Qué pasa con el narcotráfico? 

Estamos en una lucha frontal. Uno de los cambios más importantes en ese sentido fue la creación de las brigadas de drogas en Montevideo y en Canelones. De esa forma es que estamos atacando al microtráfico. Nosotros consideramos que el microtráfico es el corazón del mal en un barrio, porque genera violencia en toda la zona, los ajustes de cuentas por deudas, las represalias… Entonces, atacar eso, atacar el corazón del mal, para nosotros es fundamental, porque además tiene impacto en otros delitos, como las rapiñas. 

¿Se tiene pensada alguna otra herramienta para atacar aún más al narcotráfico?

 (Piensa)... a ver… nosotros… pensamos en su momento en una reforma constitucional, una de cuyas medidas era la autorización de los allanamientos nocturnos, en la que varios operadores judiciales están de acuerdo. En algún momento sería necesario tener una herramienta de este tipo. 

El senador Carlos Camy había presentado un anteproyecto en este sentido… 
Sí. Es el senador que ocupa la banca que era de Jorge Larrañaga. Nosotros queremos avanzar en la línea de la lucha al microtráfico. Problemente haya un diálogo con todas las fuerzas políticas. 

¿Pero el Ministerio del Interior va a promover activamente un proyecto en este sentido? 

Por el momento no. Digo, a título personal y como corredactor de la reforma constitucional promovida en 2019, es una herramienta que en el país se debería analizar en algún momento. 
Del 1 al 10, ¿cómo valora la situación de la seguridad hoy en Uruguay? 

Creo que estamos mejor y, sobre todo, comprometidos a mejorar.  Lo de poner un número… a ver… a nosotros nos toca mirar el panorama general, entender la dimensión personal de ese uruguayo que es víctima de la violencia. Tenemos que tener empatía y comprender lo particular. 

¿Qué es lo que estaría faltando? 
Estamos trabajando en fortalecer la respuesta policial a través de las comisarías. Estamos procesando llamados para cubrir todas las vacantes. Estamos recuperando la flota, allí teníamos un problema en varios departamentos. Había muchas comisarías que no tenían ni efectivos ni móviles. Volver a poner al funcionario policial en actividad es, para nosotros, el objetivo.
Uno de los objetivos que el presidente de la República les pidió cuando los reunió el  2 de marzo de 2020 fue “dar la cara”. Los comisarios están hablando con sus comunidades, cosa que antes no pasaba. 

¿Por qué hablo de la administración anterior? Porque hubo un cambio, y estoy obligando a explicar cuál fue ese cambio. 

¿Quién tiene más que ver con estos cambios y logros que usted destaca? Luis Alberto Heber o Jorge Larrañaga? 
Tienen que ver con el gobierno de coalición. Es la política de seguridad del gobierno.  Lo que puedo decir de Jorge Larrañaga es que… sigue estando. Sigue estando y es un símbolo para la policía.  Sigue estando porque trabajó con el presidente Lacalle en el diseño de las políticas de seguridad, que el ministro Heber ha continuado y enriquecido con su impronta.
Larrañaga sigue también en el equipo que conformó, que continúa trabajando en el ministerio.  Se trata, evidentemente, de dos personas distintas. 

¿Cuáles son las diferencias entre ambos a la hora de gestionar? 

Tienen su perfil y son estilos distintos pero responden a una escuela política, la de solucionar problemas.  De escuchar cuál es el problema y luego dar la solución. 

Larrañaga parecía carecterizarse por estar en todo, siempre conectado. El ministro Heber  no parece con ese perfil…

Pero está. No parece, pero está. Está arriba de la gestión. Prueba de eso es que los resultados continúan, ya que la política de seguridad es la misma.  El signo de dar respuestas es un signo de este gobierno, que excede lo personal. l