El Mercado de la Abundancia: los cambios que se proyectan en la histórica manzana del Centro

Fue Mercado del Inmigrante por un año y medio y luego Mercado Central por otro año y medio, hasta que en diciembre de 2022 cerró sus puertas.

Ahora un grupo de empresas que ganó una licitación proyecta una nueva apertura que coincida con el 300° aniversario de la fundación de Montevideo, con obras que se prevé comenzarán en el segundo semestre de 2023 y que traerán cambios en la histórica manzana del Centro.  

La historia del Mercado de la Abundancia

Ciento sesenta años atrás, la necesidad de abastecer de alimentos a una Montevideo que albergaba a 50 mil habitantes impulsó la creación de un mercado en la esquina de San José y Aquiles Lanza, según recuerda el Municipio B en su página web. 

El 4 de diciembre de 1859 se inauguró el Mercado de la Abundancia, pero a fines de siglo se incendió.

En 1904, el ingeniero Leopoldo Peluffo impulsó la construcción de un nuevo edificio en el mismo lugar que abrió sus puertas en 1909 bajo el nombre de Mercado de la Abundancia.  El ingeniero se inspiró "en las revolucionarias construcciones metálicas del mercado de Les Halles de París: una estructura metálica con pilares de hierro fundido y cerchas que permiten generar grandes espacios con pocos puntos de apoyo", indica el municipio.

En 1976 el edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional; condición que perdió en 1979, pero que recuperó en 1985.

En 1996, al mercado se le sumó un fuerte sentido cultural, cuando se incorporaron el Mercado de los Artesanos, la sociedad Joventango, la venta de libros, un teatro y puestos de verduras y pescados, narra una nota de El Observador. En 1998 se declaró como un bien de interés departamental.

Pero con los años, el edificio se vino a menos. En junio de 2019 funcionó con una pizzería y una parrillada dentro, aunque era poca la afluencia de público y de extranjeros, que muchas veces entraban sólo para sacar fotos. 

En ese mismo año, la empresa Pecoril ganó la licitación para renovar el Mercado.

Sin embargo, no fue esta empresa la que reinauguró el edificio en 2019.

El 29 de agosto de 2019, con el nombre de Mercado del Inmigrante, el edificio abrió sus puertas reestructurado, con nuevas propuestas culturales y con más de 20 locales gastronómicos.

Sin embargo, el emprendimiento solo operó con ese nombre hasta febrero de 2021, ya que después de esa fecha se mudó a Punta Carretas, más precisamente a la esquina de 21 de Setiembre y Coronel Mora. 

Es decir, el edificio del Mercado de la Abundancia volvió a quedar vacío hasta que reabrió con el nombre de Mercado Central el 5 de agosto de 2021, según cuenta una cronología de la empresa Pecoril. Así funcionó hasta diciembre de 2022, cuando volvió a cerrar. 

¿Por qué cambió tanto de nombre? ¿Por qué volvió a cerrar?

La historia de los nombres

En 2016 la empresa Pecoril presentó una propuesta para "renovar integralmente al Mercado de la Abundancia, a los 160 años de la presentación de la iniciativa privada original que le dio vida", cuenta la cronología compartida a El Observador desde la firma.

La intendencia realizó una licitación que le adjudicó a Pecoril la explotación del edifico por 30 años en 2019.

Sin embargo, los antiguos concesionarios –algunos de los cuales también están en Pecoril– habían llegado a un acuerdo con el Mercado del Inmigrante para que utilizarán el espacio en planta alta y le dieran nombre al edificio.

Pecoril autorizó el acuerdo con el Mercado del Inmigrante, pero solo duró hasta enero de 2021. Desde febrero el mercado quedó vacío. Se fue también Arrabal que ocupaba la planta baja. 

El 5 de agosto el edificio abrió con el nombre de Mercado Central a cargo de una empresa de confianza de Pecoril.

La intención de Pecoril era explotar comercialmente el lugar, como lo había hecho con el Mercado del Inmigrante, para recaudar dinero mientras la Intendencia de Montevideo evaluaba el proyecto ejecutivo. 

Desde la comuna aprobaron que se realizara esto para no que no se perdieran las fuentes de trabajo.

"La empresa que ganó la licitación tiene que presentar un proyecto ejecutivo de obra", explicó el director de Promoción Económica de la comuna, Carlos Varela, a El Observador.

"En el marco de la transición de gobierno tuvimos la pandemia en el medio y quienes habían ganado la licitación, si bien estaban trabajando en la presentación del proyecto ejecutivo, plantearon poder renovar lo que es la explotación comercial de forma provisoria hasta tanto se tenga que cerrar por las obras que hay que hacer", sostuvo Varela.

"En el entendido de que el sector gastronómico era uno de los sectores más afectados en el tema de la pandemia y que allí habían muchas fuentes de trabajo, se autorizó", afirmó el director de Promoción Económica.

Un proceso enlentecido

Varios factores enlentecieron el inicio de las obras. 

Por un lado, la pandemia obligó al grupo inversor detrás del proyecto a pedir una pausa en el proceso, dijeron a El Observador fuentes de Pecoril.

Varela de la intendencia dijo también que "la situación de la pandemia generó muchos cambios inclusive dudas racionales" sobre si "actividades que se hacían normalmente se iban a seguir haciendo". Por ejemplo, "actividades sociales, recreativas, en grupos masivos en un espacio cerrado bajo techo". 

Por otro lado, el Mercado de la Abundancia es "un edificio patrimonial" que "tiene trámites en Comisión de Patrimonio, Patrimonio de la Intendencia, de edificación, sanitaria, ventilación", dijo el jerarca respecto a los requisitos que debe tener el proyecto.

Pero hubo otra situación que influyó: Pecoril presentó un proyecto, pero fue rechazado por la comuna.

"Ellos habían presentado con anterioridad un proyecto ejecutivo que partía de utilizar ciertas áreas y zonas que no eran propias del pliego licitatorio", dijo Varela. Es decir, "habían evaluado al posibilidad de usar otras zonas del padrón para ubicar e instalar ciertas infraestructuras operativas, logísticas". "El problema fue que nunca se nos presentó la autorización para poderlas usar", añadió el jerarca.

"Se desechó ese proyecto" y se les pidió a la empresa un "proyecto ajustado al pliego licitado", que es lo que ahora estudia la intendencia. 

Brusco Montevideo

El permiso de explotación comercial, que provocó el nacimiento del Mercado Central, venció en diciembre de 2022 para que en 2023 empezaran las obras.

En el edificio comenzó la etapa de desarmado y limpieza del mercado, para después dar paso a la renovación estructural.

De todas formas, todavía falta resolver algunos ajustes del proyecto, conseguir las autorizaciones patrimoniales y realizar una licitación de empresa constructora. Se prevé que las obras comiencen en el segundo semestre de 2023.

Pecoril espera que la inauguración del nuevo Mercado de la Abundancia –llevará ese nombre– sea en el segundo semestre de 2024 en el 300° aniversario de la fundación de Montevideo, a los 168 años de la presentación de la primera iniciativa privada y en el 165° aniversario de la inauguración del Mercado.

Se realizarán todas las instalaciones nuevas, señalaron desde la empresa. Uno de los cambios más llamativos será la renovación de la fachada, con vidrios que volverán transparente parte de los muros.

El proyecto además se enmarca en una renovación integral de la manzana que incluye a varios edificios. La iniciativa, que conforman diferentes empresas, entre ellas Pecoril, se llama Brusco Montevideo.