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Miguel Sanguinetti: “Estamos convencidos de que hay lugar para 10 o 12 millones de ovinos”
Para Miguel Sanguinetti, presidente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), la majada nacional debería crecer a casi el doble de lo que está.
“Hay un millón y pico de hectáreas ocupadas por la forestación, eso tiene su influencia muchas veces en el productor que por tema predadores deja la cría y hay un millón de hectáreas en la agricultura, pero estamos convencidos de que hay lugar para 10 o 12 millones de ovinos, sin ningún problema”, comentó a El Observador.
Hoy existen 6,4 millones de ovinos de diferentes razas en todo el país, indicó, y esa cifra se ha mantenido estable durante los últimos cinco años, pero “Uruguay llegó a tener 25 o 26 millones”, recordó, por lo tanto es por eso que está convencido de que aumentar la cantidad de animales sería no solo posible, sino bueno para los productores, a pesar de que sabe que se ha dado “un cambio en el país agropecuario”.
El anhelo de elevar el stock y así la producción ovina es algo que Sanguinetti tiene desde que asumió la presidencia del SUL hace dos años, cuando entró “con las ganas y la fuerza de cambiar un poco la realidad del rubro”, algo que se puede medir con la cantidad de ovinos en el país.
Zafra de carneros 2021
A propósito de indicadores del sector, la zafra de carneros está en curso y aunque las ventas han sido menores a las de otros años, los promedios de valores son buenos, mencionó y destacó que desde el SUL se ve que “cada vez los productores están más inclinados a buscar animales con datos”.
La compra de reproductores con buena información genética y más afinadores, en todas las razas, es una tendencia que se ha visto en esta zafra y eso “ha marcado las ventas”. Muchos productores que van a encarnerar en los primeros días de abril aún no han decidido su compra, precisó.
“El verano fue muy seco y eso hace que las ovejas hayan pasado muy bien y que no se pierdan tantos carneros por bichera o problemas de patas, por eso la reposición ha sido un poco menor. El factor año y el factor verano muchas veces influyen en la cantidad de carneros que se venden, pero no en el precio, eso ha sido tradicionalmente así”, comentó.
Desde el SUL ven que el ánimo de los productores en esta zafra está alto, a pesar de haber pasado un 2020 difícil para el sector.
Hay esperanza para la lana
Existe la esperanza de comenzar a colocar en el mercado internacional las lanas medias y un poco más gruesas, luego de que en enero y febrero se comercializaran básicamente las finas y superfinas, para que el mercado comience a moverse después de ocho meses “en los que prácticamente no se colocó ni un kilo de lana en el mercado exterior”.
En un balance de lo que fue el 2020 para el rubro y adelantando proyecciones para 2021, Sanguinetti expresó que las dificultades de colocación para las lanas medias y un poco más gruesas siguen siendo reales, pero que a pesar de que 2020 “fue un año difícil”, los negocios que se desarrollaron en diciembre cambiaron un poco el panorama al inicio de este año.
“La esperanza que todos tenemos es que después de que se coloquen las lanas finas se van a empezar a colocar las medias y luego las lanas un poco más gruesas”, expresó.
En producciones del norte del país el SUL ha visto “excelentes números productivos” en lanas finas y superfinas, lanas de calidad que son miradas con buenos ojos en los mercados internacionales, añadió.
Fue una buena faena
Para el rubro carne la realidad fue un poco diferente y eso animó a los productores al final del año pasado. “Más allá de que 2020 fue un año muy difícil en todos los sentidos, la faena ovina fue muy buena, se llegó a un millón y no en una fase de liquidación”, comentó sobre la faena que tuvo un gran porcentaje de corderos, capones y un importante componente de ovejas. Y eso generó impulso y ánimo en los actores del sector.
Ganaderos involucrados
Por otro lado, un tema que preocupa a todos los ganaderos (no solo a los de producciones ovinas)y que en las últimas semanas los ha mantenido en diálogo con autoridades del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) es la erradicación de la mosca de la bichera y el plan nacional que el gobierno ha diseñado y busca implementar, ahora en discusión de distintas gremiales.
Sanguinetti destacó que el SUL se ha involucrado en este tema desde el principio porque es una afección que perjudica a la producción entera y llega hasta el ser humano.
“Estamos convencidos de que este es un tema a largo plazo y no es solo un factor que puede cambiar la producción en los ovinos, también en los vacunos y en todos los animales de sangre caliente, como cerdos o pollos”, mencionó, y agregó que se debe pensar en lo perjudicial que esta mosca es para el humano. Aludió a un dato del Ministerio Salud Pública: “Se abichan 800 personas por año en Uruguay y es un tema que no es menor y que trasciende todas las producciones”.
Este verano, por las condiciones de sequía, no hubo grandes problemas con esta mosca, como hace dos años, cuando en un verano con humedad “la bichera hizo desastres y diezmó muchas majadas”.
El proyecto recién se empezó a discutir y el presidente del SUL está convencido de que será una iniciativa a largo plazo que cambiará la forma de producir.
Este momento de diálogo entre las gremiales de productores y el gobierno, sostuvo, “es el más importante del proyecto, porque es cuando se tomarán todas las decisiones, como la financiación del proyecto” que, según se ha dicho, se hará por parte de los productores.
“Si los productores vamos a poner toda la plata queremos ser parte de esa gobernanza y administración”, puntualizó.
Majadas y la seguridad rural
Es una realidad que la inseguridad preocupa a los productores agropecuarios, que muchas veces denuncian en redes sociales robo de animales o ataques de perros, principalmente los productores de ovinos.
En ese sentido mencionó el plan piloto que el MGAP está llevando a cabo en Cerro Colorado (Florida) para el control de la población canina, que dijo se está desarrollando con éxito y ya casi el 50% de los perros de la seccional 14 de ese departamento cuentan con chip de identificación y varios ya fueron castrados.
Sobre las denuncias de abigeato, que en 2020 disminuyeron 8% según datos del Ministerio del Interior, y acerca de la nueva reglamentación de la Fiscalía General de la Nación que estipula que el abigeato es un delito penado con prisión, dijo: “La realidad es que con el cambio de gobierno ha habido otra impronta con la Policía y eso ha hecho que realmente los abigeatos hayan bajado y que quienes vivimos en campaña, por más que todavía haya problemas, nos sintamos mucho más tranquilos y seguros. Uno se iba a dormir y no sabía si al otro día le habían robado ovejas o vacas o le habían carneado, esa era la realidad que estábamos viviendo en la mayor parte del país. Cuando roban las ovejas están robando el trabajo nacional y afectan la base económica del país. Ahora la Policía y la Justicia tienen otra impronta”.
