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Ministerio del Interior da marcha atrás y permitirá a policías trabajar como guardias de seguridad
El Ministerio del Interior revirtió su postura sobre el servicio 222 por el que los policías pueden prestar tareas como guardias de seguridad y además de permitirles que dupliquen el número de horas que los efectivos pueden dedicar a esta actividad (de 50 horas mensuales a 100), está dispuesto a habilitar a que los funcionarios desempeñen tareas de seguridad privada en empresas debidamente registradas.
Así lo informó el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, en una reunión que mantuvo en la tarde de este jueves con representantes del Sindicato Único de Policías del Uruguay (SUPU) y el Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo (Sifpom), así como el secretario general del PIT-CNT Fernando Pereira.
La reunión había sido solicitada de forma urgente luego de que el director nacional de Policía, Mario Layera, dijera que se estaba analizando la posibilidad de quitarle el arma a los efectivos, y prohibirles utilizarla mientras realizan trabajos particulares.
Sin embargo, tres días después el ministro Bonomi desautorizó a Layera en esa idea y fue más allá al permitirles a los policías duplicar el horario de servicio 222.
Asimismo, las autoridades anunciaron que se evaluará la posibilidad de habilitar que comerciantes, restaurantes y empresas privadas también puedan recurrir a este servicio. Hasta ahora solo podían realizar 50 horas mensuales, lo que limitaba el trabajo para privados. La cartera también propuso revisar la definición del "estado policial permanente", que señala que los efectivos son policías las 24 horas del día y por tanto deben actuar como tales ante un ilícito.
El 222 y el reclamo sindical
La modalidad de 222, que supone la contratación en el Ministerio del Interior de un policía para que realicen tareas de seguridad, es una forma que tienen los efectivos de procurarse un ingreso extra. Sin embargo, bajo el argumento de que los policías trabajaban demasiadas horas y no descansaban lo suficiente, el Ministerio del Interior decidió, a través de la ley de presupuesto de 2010, limitar este servicio.
Desde entonces los sindicatos policiales han reclamado que se dé una marcha atrás a esa decisión, ya que los policías que antes hacían 222 pasaron a trabajar de forma informal como guardias de seguridad contratados por comerciantes, en una modalidad conocida coloquialmente como 223.
La discusión volvió a plantearse luego de que la pasada semana un policía que trabajaba como repartidor de bebidas fuera asesinado en el marco de una rapiña en la intersección de Camino Capitán Tula y Rafael. Rogelio Eduardo Souza Arguimbao, de 27 años de edad, era efectivo de la Jefatura de Policía de Canelones en la noche y trabajaba como repartidor de bebidas durante el día.
La reunión fue valorada positivamente por los sindicatos policiales, que ahora esperan por una futura reunión en la que participe además el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, con el objetivo de redactar el proyecto de ley para llevar adelante el cambio. Asimismo, el Ministerio del Interior deberá también elaborar un proyecto para permitir que efectivos trabajen como guardias de seguridad, un tema sobre el que las autoridades de la cartera se mostraron de acuerdo.
El Ministerio del Interior también anunció que llevará a la Justicia a aquellas empresas que contraten a policías de forma irregular para que desempeñen tareas de seguridad, y que lo hará bajo la ley de responsabilidad penal empresarial. El argumento de las autoridades es que se pone en riesgo la vida de los efectivos, ya que estos no cuentan con las medidas de protección que son obligatorias para las empresas de seguridad registradas.
“Evaluamos como muy positiva la reunión porque se está escuchando la problemática de los trabajadores” dijo la presidenta del Sifpom, Patricia Rodríguez, para quien estas medidas suponen que la cartera “reconoció e hizo autocrítica”.
