Mujeres reales en la pantalla

La televisión se ha visto renovada gracias a la alta calidad de sus series y los personajes femeninos no son excepción: de la mano de creadoras y guionistas, las protagonistas tienen roles mejores y más innovadores

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01 de mayo de 2015 a las 19:46

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Si la televisión se encuentra en una nueva época dorada, los programas encabezados por mujeres están pasando por su propio renacimiento.

Desde los comienzos de la televisión hubo protagonistas femeninas en tantas y tan variadas series como el amplio espectro entre la comedia y el drama. Sin embargo, la extensa mayoría no tuvo ni directoras, ni guionistas y mucho menos creadoras.

En esta nueva era de la pantalla –digital y con los resabios de la tradicional–, eso cambió: muchas de las series que ofrecen algo diferente, innovador e incluso transgresor están hechas y protagonizadas por mujeres.

Como dijo la actriz Maggie Gyllenhaal al recibir el Golden Globe: hay una enorme variedad de papeles de “mujeres reales”, tanto en cine como en televisión. En estos programas hay personajes que se salen del estereotipo clásico de protagonista de comedia o de drama. Y principalmente no tienen pelos en la lengua. Ponen en la pantalla temas que han sido evadidos por la televisión tradicional y motivan a que la conversación continúe en la vida real.
Además de Girls y Orange Is The New Black, hay otras series que se destacan.

La emperadora de la tele

Desde su éxito con Grey’s Anatomy en 2005, Shonda Rhimes se ha transformado en la salvadora de la televisión tradicional. Actualmente con tres programas en el aire: el ya nombrado dramún que ha conmovido a sus fans la semana pasada al haber eliminado a uno de sus más importantes personajes, su más reciente éxito Scandal, que ya está en su cuarta temporada, y su nuevo caballito de batalla, How to Get Away with Murder, Rhimes es considerada por Forbes como “la mujer más importante de la televisión americana”.

No solo es un éxito comercial –sus bloques comerciales acumulan US$ 13 millones por semana–, sino que se han transformado en fenómenos culturales. No solo se trata de personajes ricos y complicados a nivel dramático, sino que sus historias tienen directa referencia con conflictos que suceden en la vida real. Además de entretener, propone conversaciones sobre feminismo, casos de violación y violencia racial.

Scandal, que se estrenó en 2012 y es encabezada por Kerry Washington, fue la primera serie desde 1974 en tener una mujer afrodescendiente como protagonista. Le siguió el año pasado Viola Davis, nominada al Oscar, con How to Get Away with Murder.

Son dos personajes que tienen una base en común: son abogadas líderes en su campo.

Washington, como Olivia Pope, se dedica a solucionar problemas y desaparecer secretos de las personas más importantes de Washington DC; mientras que Davis, como Annalise Keating, enseña en una prestigiosa universidad y se desempeña como abogada criminal.

Y ambas tienen secretos: Pope es secretamente la amante del presidente de Estados Unidos y está siempre en el medio de los complots más complicados de la Casa Blanca; mientras que Keating también es amante de un detective local, y ella y sus estudiantes se ven involucrados en un asesinato.

Como todo en ShondaLand –el nombre de la productora de Rhimes, que también se usa para denominar su mundo creativo–, hay altos contenidos melodramáticos, de comedia, de absurdo y de muertes inesperadas.

Las nuevas protagonistas

Mindy Kaling es otro de los casos donde una mujer hace todo. Luego de ser guionista, productora, directora y actriz en The Office, Kaling creó, produjo y protagoniza desde 2012 The Mindy Project.

Inspirado en su madre ginecóloga, la actriz de origen hindú interpreta a Mindy Lahiri, una romántica empedernida que vive su sexualidad a pleno en Nueva York. Es una mezcla entre un Sex and The City más real –con un vestuario más realista, pero no menos trendy–, con todas las comedias románticas con las que está obsesionada el personaje. Lahiri es egocéntrica, egoísta y bastante superficial, pero a la vez es en extremo profesional y dedicada a su trabajo.

Kaling demuestra que una serie de comedia puede ser una plataforma para poner sobre la mesa temas raciales, el sobrepeso, la salud reproductiva, y un largo etcétera, y que puede dar vueltas en torno a las censuras que pone un canal tradicional de televisión como Fox para hablar de temas tabú. Tanto es así que la señal de cable coloca una advertencia antes de la transmisión del programa.

Otra de las series que ha sorprendido este año fue Unbreakable Kimmy Schmidt. Creada por Tina Fey y Robert Carlock y transmitida por Netflix, cuenta con la premisa más disparatada: una chica de 29 años trata de recomenzar su vida en Nueva York luego de vivir 15 años en un búnker subterráneo, secuestrada por el líder de una secta apocalíptica. Todo eso.

La protagonista es Ellie Kemper, también actriz de The Office y dueña de una expresividad hilarante, que hace de Kimmy Schmidt un personaje entrañable, con un eterno positivismo y espíritu amable, pero una locura oculta muy en la superficie.

Tras una exitosísima primera temporada, la serie ya tiene confirmada una segunda.

El riesgo en el humor

La transgresión en formato comedia aparece en el canal de cable Comedy Central con dos series creadas por comediantes: Inside Amy Schumer y Broad City. Ambas ubicadas en Nueva York, hablan de dos visiones del sexo, la soltería, el feminismo y la rutina diaria desde dos décadas diferentes: la de 1920 y la de 1930.

Inside Amy Schumer está liderada por la comediante de nombre homónimo, de 33 años, cuyo humor filoso y vulgar, y su crítica social hace que sus sketches tengan vida propia cuando son subidos a YouTube. Con su tercera temporada iniciada el 21 de abril, Schumer ya hizo virales tres sketches: uno donde critica la cultura de la violación, la discriminación por la edad en Hollywood y una parodia de One Direction, donde el devenido cuarteto canta sobre la belleza natural, para luego arrepentirse y pedirle a la chica que por favor se maquille.

Si bien no es transmitida en Uruguay, sus mejores momentos están disponibles en YouTube.

Broad City, por su parte, fue creado por sus protagonistas, Ilana Glazer y Abbi Jacobson y producida por Amy Poehler. Comenzó como una webserie y en 2014 se graduó a la televisión. También cuenta con un humor atrevido, con pizcas de vulgaridad, mucho uso de drogas, una constante obsesión con el sexo y el único dogma de poner la amistad ante todo.

Si bien a simple vista puede resultar poco digerible para la audiencia más pacata, episodio tras episodio logran crear su propio mundo con visiones modernas sobre el feminismo y la raza. Donde las risas son imparables y el absurdo convive con los dilemas diarios de la vida en Nueva York.

Logran mostrar otra juventud menos dramática y egoísta que Girls, y más absurdamente realista.

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