Murió el catedrático Miguel Langón

Langón se desempeñó como fiscal y procurador de lo Contencioso Administrativo, y en los últimos años se había dedicado a la docencia.

Fue también un prolífico escritor en revistas especializadas en derecho penal, y autor de obras como Código Penal y Leyes Complementarias Comentados, que es material de consulta para los operadores de la Justicia uruguaya, así como del texto Derecho Penal Y Procesal Penal, de gran influencia académica.

El abogado Amadeo Ottati, quien conoció a Langón en la facultad de derecho cuando en la década de 1960, lo describió como "un hombre de buen trato, un conferencista muy ameno, muy querido por sus alumnos", y se refirió a su fallecimiento como "una pérdida irreparable para el Derecho Penal". "(Langón) era amigo de recordar algún tango, alguna poesía, era un hombre muy entretenido, incluso en tertulias, era un verdadero animador", recordó.

Para Ottati, el trabajo de Langón en la sistematización de las normas penales, presente en su texto Código Penal y Leyes Complementarias Comentadas, es una obra "fundamental para estudiantes y operadores del Sistema Penal", quienes pueden encontrar allí respuestas a si determinada conducta es delito o no.

Por su parte, el catedrático de derecho Penal de la Universidad de la República, Pedro Montano, se refirió a Langón como "un gran amigo, muy leal, una persona muy alegre, y sumamente serio con su trabajo intelectual, que lo colocó como guía del pensamiento penal uruguayo".

Langón y Montano trabajaron juntos en la Sociedad Max Plank para la Promoción de la Ciencia, en Alemania, donde funciona uno de los institutos más importantes del mundo en criminología y Justicia Penal. "Allí lo recuerdan además ilustres profesores del mundo entero", señaló el catedrático.

"Langón destacó por sus aportes a la doctrina penal y por su enorme obra que constituye una sistematización de todo el derecho penal uruguayo", agregó.