Nadia, la niña que era "leona" en el fútbol y una bala mató su sueño de selección

Una rivalidad entre bandas de narcotraficantes y una bala que iba dirigida a otra vivienda terminaron con el sueño de la niña de 12 años, una "leona" de la categoría sub 13 del Club Malvín Alto.

Nadia vivía con su madre y cinco de sus siete hermanos en La Unión, en las inmediaciones de Félix Laborde y Tibidabo, una zona donde las balas en la noche se escuchan casi a diario, producto del enfrentamiento entre bandas de venta de drogas que buscan ganar territorio. El año pasado hubo cinco homicidios cerca de la casa de Nadia.

Estrella Arriera es la hermana mayor de Nadia y el viernes sobre las siete de la tarde llamó a su madre para saber cómo estaba todo. La joven de 22 años tenía un "presentimiento" de que algo pasaba en su casa, según relató a El Observador.

"Hermana, quedate tranquila, estamos bien", respondió Nadia. Dos horas después, mientras hacía los deberes para la UTU —cursaba 1er año de Ciclo Básico—, una bala cruzó el portón de su casa, atravesó la ventana de su dormitorio e impactó en su abdomen.

Nadia salió de su cuarto y le dijo a su madre que la habían lastimado. Antes de ese disparo, se escuchó una ráfaga en cuestión de segundos y un auto, que se detuvo exclusivamente a disparar, huyó a toda velocidad.

La niña fue trasladada al Hospital Pasteur y murió mientras la estaban operando.

El caso es investigado por personal policial de Zona Operacional II y la Fiscalía de Homicidios. Según supo El Observador, se siguen pistas firmes sobre los autores del crimen.

Una leona

Nadia nació con un soplo cardíaco pero eso no le impidió hacer una vida normal y jugar al fútbol con pasión en cada partido que disputó con sus compañeras de equipo.

Hacía dos años que jugaba en Malvín Alto y el equipo, con Nadia presente, llegó al segundo lugar de la Copa de Campeones, de la Copa Anual de la Liga y obtuvo otros reconocimientos en la categoría.

Carla Alcoba, la vicepresidenta de la institución, la definió como "muy buena compañera y cumplidora", porque nunca faltaba a las prácticas, que se realizaban dos veces por semana. En marzo el club suspendió los entrenamientos a raíz de las disposiciones del Poder Ejecutivo, y fue en ese entonces cuando Nadia jugó por última vez en el club, en un partido amistoso.

El Club Malvín Alto quiso hacerle un homenaje, ya que debido a la pandemia no se pudo realizar un velatorio. Fue así que colocaron en la institución una foto de la niña vestida con el uniforme del equipo, una bandera de las leonas y las copas que ganaron. Sus compañeras y amigos, además de vecinos de la zona, se acercaron a dejar flores. 

Además, varios equipos de baby fútbol expresaron sus condolencias con posteos en redes sociales.

Alcoba comentó que cuando se pueda retomar la actividad trabajarán con un psicólogo para procesar la muerte de Nadia, que afectó tanto a sus compañeras de equipo como a los varones que jugaban en el masculino, porque muchos se conocían desde la escuela.