No te quemes, la campaña para prevenir accidentes de niños con pirotecnia

Alertan además por el aumento de mordeduras de perros en estas fechas, por perros que se ven alterados por los fuertes ruidos, y piden "especial recaudo con los niños autistas", que tienen mayor sensibilidad.


En el caso de la manipulación de velas, encendedores o fósforos se recomienda que siempre sea un adulto el que lo haga. Se aconseja además que los mayores vean que las ollas estén tapadas y que los mangos de sartenes, por ejemplo, no queden al alcance de los niños.


Para todos los casos, si ocurre una quemadura, la recomendación es aplicar agua fría y acudir a un centro de salud para recibir atención.

Con respecto a la exposición al sol, se aconseja no exponerse entre las 11 de la mañana y las 5 de la tarde, usar sombrilla, gorro y lentes con protección UV.

El Centro de Quemados de niños del Hospital Pereira Rosell y la Sociedad de Cirugía Plástica del Uruguay lanzaron una campaña que busca prevenir los accidentes a partir del uso de fuegos artificiales durante las fiestas, donde, afirman, "cada año aumentan un 20% los casos de quemaduras y accidentes graves", principalmente en niños.

Este verano, en las fiestas o en vacaciones "no te quemes", es el lema de la campaña, que busca concientizar además sobre los riesgos de la exposición al sol; en la realización de fogatas o al cocinar.

Según aseguró a El Observador la presidenta de la Sociedad de Cirugía Plástica, Beatriz Manaro, "a fin de año aumentan los niños con quemaduras", por lo que se "exhorta" a que no utilicen fuegos artificiales. "Los niños son niños y experimentan y es lo que genera los accidentes", afirmó.

En caso de utilizar pirotecnia, debe ser manipulada por un adulto y en lugares adecuados, afirmó Manaro. La recomendación es además que se evite usarlos si hay pasto seco, si la vivienda es precaria o si tiene techo de paja.

Entre las lesiones más comunes por la mala utilización de los fuegos artificiales está la quemadura de las manos, explicó, y en los casos más graves ha llevado a la necesidad de amputar alguno de los dedos e incluso la mano. El Pereira Rosell, afirmó la presidenta de la Sociedad de Cirujía Plástica, recibe anualmente unos 800 casos de niños quemados, y durante las fiestas las consultas aumentan un 20%.