Qué puede pasar con las lluvias en primavera y cómo pueden impactar en el campo

Si el clima se desarrolla como se prevé, es probable que exista un déficit de precipitaciones, aunque, a diferencia del año pasado –en el que faltó agua incluso hasta el verano– se espera que este año La Niña termine más temprano, y al final de la primavera comiencen a regularizarse las lluvias.

La falta de agua afectará de manera diferente a las zonas productivas del país, ya que más al norte se ha dado una disponibilidad de agua superior que en el sur. Para campos del sur y suroeste “no es una buena noticia”, alertó el meteorólogo, ya que el déficit de precipitaciones ha sido mayor que en el norte del Río Negro.

Si no llueve y las temperaturas aumentan mucho, como suele suceder a finales del año, “podría agravarse la situación en Río Negro, Soriano y Colonia principalmente”, comentó.

Juan Manuel García, secretario de Copagran, informó a El Observador que los cultivos de invierno tienen un buen desarrollo, pero que en algunos casos se han presentado problemas de hongos por humedad, en el norte por el exceso de agua, y en el sur porque, pese a que no ha llovido tanto, sí ha habido mucha niebla, por lo que se da un escenario positivo para el desarrollo de algunos hongos. En esos casos ya se están tomando acciones con aplicaciones de fungicidas, por lo que se espera que no haya grandes problemas, indicó.

Si bien aún es temprano para adelantar información sobre los rindes de colza, cebada y trigo, los cultivos se implantaron en buena fecha y vienen bien, aseguró.

El director general de Servicios Agrícolas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Leonardo Olivera, adelantó en una nota en El Observador que los cultivos muestran un buen potencial, lo que da buenas perspectivas para esta campaña de invierno.

Las temperaturas

Por otro lado, según explicó Rodríguez, se prevé que en la primera parte de la primavera, en setiembre y octubre, las temperaturas serán normales o incluso por debajo de lo normal.

Según advirtió, existe el riesgo de heladas tardías, como las que hubo en 2021 hasta octubre, situación que podría repetirse.

A partir de noviembre y en diciembre, las temperaturas comenzarán a normalizarse, indicó, y añadió que no se espera una ola de calor tan intensa como la que se desarrolló en diciembre y enero pasado.

En el norte del país, donde las temperaturas alcanzan mayores valores generalmente, no se espera “un enero tan crudo y feo” como el anterior, sostuvo.

“En principio no sería tan grave la situación como se veía hace unos meses. Vamos viendo un panorama alentador”, aseguró el meteorólogo.